No sea antiguo: ¡Involucione!

Pero ¿es que tan seguros estamos de tener razón?

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Manos unidas, hoy.

Debemos ser muchos los que pensamos que todos tenemos derecho a la vida. Pero son más lo que no. ¿Razón? ¡Qué sabe nadie! Los millones de refugiados que se agolpan en las fronteras de Europa no sé lo que piensan, pero en Europa no les dejamos entrar. El que dice que no los quiere ni en pintura, gana las elecciones. El que dice lo contrario, el recatado que proclama que todos tienen derecho a la vida, les cierra la puerta. ¿Qué diferencia en concreto al uno del otro?

Seguro que somos muchos los que pensamos que mujeres y hombres son manifestaciones del género humano en absoluta igualdad. Pero los que opinan lo contrario son más. Porque el que dice abiertamente que se le antoja más bien un objeto de placer masculino o un práctico artilugio doméstico de propulsión animal, gana las elecciones. Y, para ganarlas, también le tienen que votar muchas mujeres, porque son un montón. Por cierto, quien piensa que, en efecto, uno y otro sexo son manifestación de idénticas realidades, mantiene para ellas salarios inferiores, tareas menos relevantes, papeles de menor nivel en todos los órdenes.

Y ¿Latinos y latinas? ¿Gitanos y gitanas? ¿“Moras” y “moros”? —Entrecomillo porque en el lenguaje coloquial habitualmente despectivo, se entiende por moro o mora  algo mucho más amplio que la persona nacida en el Magreb y alcanza a cualquier musulmán—. Somos muchos los que sacamos pecho asegurando que todos tenemos derecho a la vida. Hasta las constituciones proclaman la igualdad de derechos de unas y otros ante la Ley. Pero los que los quieren mejor cuánto más lejos y lo dicen abiertamente durante la campaña electoral ganan las elecciones. Y para eso les tiene que votar también alguien de México, aunque haya prometido el candidato levantar un muro en la frontera, porque también son muchos. Ah, y los que proclamamos aquella igualdad y diseñamos políticas “inclusivas” —me descojono—, le alquilamos la casa mejor a uno de La Puebla de don Rodrigo, porque las familias subsaharianas son muy ruidosas y a saber cómo de limpias.

Se avecina un tiempo raro. Dígame ¿cómo de rojo quiere ser usted hoy? ¿Cuánto de “de izquierdas” se quiere levantar? Es seguro que acostarse, se acostará completamente de izquierdas, pero amigo, cuando se despierte, el monstruo seguirá encima de la almohada. Porque, no se engañe: el monstruo no es Donald Trump. Somos quienes le votaron, quienes no vimos lo que se nos venía encima, los que tanto miedo tenemos al «otro» y al «distinto», quienes vociferamos la igualdad sin que nos ocupe practicarla, los que provocaron la Gran Recesión… La autoría de esta pesadilla global es colectiva.

Ante esta espiral de despropósitos he llegado a sospechar que algún laboratorio de cosmética podría haber incorporado a nuestro champú una encima diabólica que estuviera debilitando el córtex cerebral de la humanidad, pero lo que debe estar pasando es que la peña está hasta los cojones y, entonces, le dice que no veladamente o a las claras a los procesos de paz –España, Colombia—, le dice que sí a la salida de su país de los sitios —Cataluña, Reino Unido—, o pone de jefe del chiringuito a un imbécil —anote aquí usted mismo, sobran referencias—. (Iba a escribir “votan presidente a un necio con pelazo” para incorporar a Puigdemont en la jugada, pero acabo de acordarme de que a este no le ha votado nadie para el cargo y al que votaron tuvo que hacer como que se marchaba para poder seguir estando —cosas de la alta política—).

El riesgo es mínimo: las consecuencias suelen ser ninguna. Luego los mercados ponen a cada uno en su sitio. Además, no hay cuidado: el botón nuclear hace mucho tiempo que no se aprieta. La profunda involución a la que nos enfrentamos en lo cultural, en lo social, parece que importe un carajo. Los pueblos ya no son de izquierdas o derechas: de los negros, de las negras, pensamos todos una cosa escandalosamente parecida.

Y, claro, el dibujo es de mi hermana Maripepa.

20 respuestas a “No sea antiguo: ¡Involucione!

  1. Me parece muy buena reflexión, no puedo hacer otra cosa que coincidir en todo. Yo también creo que lo peligroso no es Trump, el verdadero peligro es cada día millones de personas piensan igual y lo hacen repartidas por los 5 continentes.

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    1. ¡Pero bueno!

      O yo me estoy haciendo rojo, o tú te estás haciendo de derechas, pero algo pasa aquí…

      En fin, en efecto, millones de personas. Deben ser también esas con las que hablamos por la mañana en la panadería, las que nos vienen a ver al despacho, las que se toman otra caña con nosotros en el bar. Porque son muchas.

      Lo que no sé es si tantas como para romperlo todo. Pero a lo mejor sí.

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      1. ¿Sabes? Parece que se nos ha olvidado algo que siempre debimos tener presente: La educación. La formación. La democracia no sirve para mucha cosa si el depositario de la Soberanía es una masa informe de cerebros atrofiados. Formación. Pensamiento, libros o «e-libros», viajes. Debería haber un certificado de lectura y conocimiento del medio, pero de verdad: Si no ha leído usted mil libros y no ha visitado cuarenta países, no le vamos a dejar votar en este viaje. En las locales puede valer con cuatrocientos libros y diez países…

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  2. No recuerdo quién decía que la vida es un conjunto de pequeños dramas que, juntos, no constituyen más que una comedia.. En esos estamos, vamos dejando pasar los pequeños dramas, que, se van haciendo más grandes, vamos viéndolos como en un teatro, en el qué, pobres ilusos, creemos que somos solo espectadores, nos hacen que creer que no va con nosotros, que todos esos dramas, son de otros, que nosotros somos verdaderos protagonistas de nuestra historia, y, así, no reaccionamos, ni cuando salen los bufones, ni cuando salen todos esos personajes que dan miedo, los observamos y los jaleamos porque hemos acabado teniendo un pensamiento (¿lo tuvimos alguna vez?) esclavo.
    Siempre alguien tiene que pensar por nosotros, ni rojos, ni azules, ni blancos ni negros, los actos, los flujos de esta comedia están escritos, nuestras emociones previstas, somos el coro de algo trágico, de una tragicomedia en la que solo somos figurantes.
    Todo esto, no por obvio, es más triste. lo peor es que aún quedan personajes por salir a escena.

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    1. Ahora me acojono.

      ¿De verdad crees que aún quedan personajes por salir en escena? En serio pensé que Donald Trump sería el último esperpento que padeceríamos. Úlitmo. No confundir con único, que algunos otros hay.

      Es verdad que alguna App defensiva que el cerebro nos proporciona gratis, hace que nos veamos como meros espectadores de este tumulto de pequeñas (algunas más grandes) tragedias que terminan en la comedia global.

      ¿De verdad es posible que no nos demos cuenta de hasta dónde estamos llevando este juego macabro?

      Sigamos en la butaca. Lo otro debe ser un verdadero coñazo. Vamos a involucionar un poco. Y que salga el Sol por Antequera.

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  3. Seguro. No creo que haya ninguna capacidad de respuesta. No desde el sistema que se ha comido a sus «propios hijos», no desde una sociedad hedonista y cansada.. Tendemos a consumir rápido, como el que come comida basura. Cambiar implica esfuerzo y constancia, objetivos y acción. ¿ah, se me olvidaba!: compromiso. Demasiado para lo que estamos acostumbrados.

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  4. Doy por perdida mi fe en el género humano.
    A menudo creemos que todos somos «gente razonable» que nos damos cuenta de que uno es imbécil, de que alguien que viene huyendo de la Muerte, con mayúsculas, merece un poco de respeto y solidaridad, que aislarse del mundo no te hace más fuerte sino todo lo contrario… Pero al final, la realidad se esfuerza en demostrar que somos básicamente una sociedad cobarde y egoísta que se defiende con uñas y fuentes de cualquiera que pueda movernos lo más mínimo de nuestro estatus, por precario que este sea.
    Pero es aún peor que quienes podrían, incluso deberían, ser alternativa, se quedan en casa con su ceguera, su superioridad moral o su hastío dejando nuestro futuro en manos de mediocres incapaces de nada distinto de mantener su propio estatus.
    Lo dicho, estamos jodidos.

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    1. Así mismo. Es exactamente así. En casa con su ceguera haciendo ver, como decía Ricardo, que somos simples espectadores de una comedia global. Lástima que no sea el caso y que, al final, nuestra propia parálisis se volverá contra nosotros.

      Porque tanta idiocia ambiente no puede sino volverse contra nosotros.

      ¿Qué le quedará a los que vienen por detrás después de la era Trump?

      Por cierto, Marine Le Pen ya se ha felicitado y augurado el inicio de «un nuevo mundo».

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  5. Creo que el verdadero problema es que falta madurez política para los ciudadanos. Se vota sin pensar e las consecuencias. Un ejemplo la votación del brexit, la gente se arrepintió a las pocas horas. Parece como si la votación fuese un juego, sin consecuencias alguna, como que no va a a pasar nada que todo sigue igual que solo se cambia al «payaso» que nos gobierna, y que mas da todos son iguales, ese es el gran problema. A veces no se vota a una político sino en «contra de».
    Creo que la gran culpa la tienen los mismos partidos políticos, por no saber entender esta y muchas cuestiones. Los militantes de los partidos «votan» a sus candidatos, pensando mas en los intereses propios del militante como del partido, sin pensar en quien vota en las urnas no son solo ellos.
    Bueno pongo entre comillas lo de «votan» los militantes, por que el ultimo ejemplo de podemos, una votación electrónica, tarde mas que la votación en papel, soy informático, y me suena mucho a tongo. ¿cuantos votos fueron? ¿unos miles? una aplicación informática, eso son unos segundos. El resto es manipulación, pero aunque fuese segundos, cual es el algoritmo que lo recopila, ¿es fiable? NO NO y NO.
    un saludo.

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    1. Ambos sabemos que lo transparente hubiera sido dejar en abierto la aplicación y que cualquiera pudiera ir viendo on line los resultados. El Ministerio del Interior ya lo hace así con los resultados de los escrutinios y son algunos votos más. Pero esto de la transparencia es un engorro. Hazte cargo.

      Y, es verdad, la peña vota más por revolucionar que por emitir una opinión o elegir una opción (lo siento, rima, pero no puedo hacer nada al respecto). Yo creo que en realidad piensan que no pasa nada…

      Pero al final sí pasa.

      Tal como dices, es una forma de expresarse que alguien debería analizar, inteligir y, si se pudiera, atajar.

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  6. Opinion: juicio o valor que se forma una persona respecto de algo o de alguien. Ahi está la clave a mi entender: que se forma, eso lleva un tiempo no? … Donde se forma? Como se forma? Desde luego no recuerdo que sea una de las asignaturas del sistema educativo que nos tiene, que yo sepa. Y resulta extraño el comportamiento de las masas? Es que es mas facil sentarse a ver la tele y escuchar a los todologos ( vease link de la semana pasada). No es extraño que estemos donde se está. La situacion ( que resume lo acontecido dentro y fuera del pais) la reduzco a la frase que mi sabia abuela me decia:» con la cuchara que coges, con esa comes». .Todo es cuestion de eleccion. Una lectura interesante y , a la vez divertida, es el libro titulado Rarología (Richard Wiseman)… Recomendable para entender a las «masas».
    Querido amigo. Ud sabe que le sigo desde hace ya… Mucho gusto en leerle siempre

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    1. Gracias!

      Formar opinión ya no hace falta. Hemos vulgarizado las formas de expresión hasta convertir la comunicación en titulares indiscutibles, inopinables. Ya no es necesario. Este es el drama.

      A veces, cuando analizo los mensajes políticos (sobre todo de las nuevas formaciones) me maravillo pensando en que mi opinión no cabe en un twit, y en cómo lo harán estos jóvenes genios para contraer el pensamiento hasta estos extremos. Luego descubro que no, que en realidad el pensamiento no se puede condensar en 120 caracteres, ni en seiscientos, y que esta forma de difundir la opinión lo único que hace es sustituirla por mensajes no opinables.

      Y no me mola.

      Yo insisto en reivindicar el pensamiento, el criterio, la opinión. Aunque haya que contarla con más palabras. Y aunque para ello tengamos que buscar sabios por debajo de las piedras… Pata elegir con cuidado la cuchara con la que después nos va a tocar comer.

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  7. Interesante reflexión con la que no se puede estar mas que de acuerdo.
    Quién dijo eso de: ¡es la economía,idiota!
    Parece como si aquellos mas afectados por la crisis, confiaran en estosmpredicadores para salir de su miseria.
    Un tipo que dice que va a bajar los impuestos, pero solo a los ricos, y le votan los mas pobres.
    Un tipo que dice que se va a cepillar la reforma sanitaria, y le siguen votando los mas pobres.
    El problema no es de él, si no de quien le vota.
    Y quien confía en charlatanes histriónicos, para solucionar sus problemas, tiene un grave problema cultural.
    Entendiendo por cultura, todo aquello que tiene una relación con tu forma de ver y entender la vida,
    Tu capacidad de análisis, tu conocimiento de la historia, tu capacidad de razonar y todo aquello que incide en tu entorno.
    La cultura es algo mucho mas ámplio y que se adquiere, o mejor dicho, se crea con el paso de los años. Es un viático que nos vamos forjando en nuestra vida.
    Recomiendo encarecidamente, la lectura de la definición de cultura que da la Unesco. Se puede encontrar,fácilmente en el google.
    Pues bien, priorizar la economía, sobre la cultura o el bolsillo sobre lo humano, lo ético y lo que debe ser, trae estos lodos. Y creo que esto es aplicable a otros muchos temas de los que aquí hemos pensado.

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    1. “La cultura… puede considerarse…como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.”

      Gracias, Pepe.

      He traído la definición a esta página, aprovechando tu reflexión, para tenerla con nosotros, a pesar de que me da cierto pudor mezclar la cultura con Trump… como si se tratara de una contradicción total.

      Está todo dicho.

      Por qué la sociedad busca «predicadores» de esta calaña para resolver sus problemas cotidianos, a sabiendas de que solo podrán engordarlos, es un misterio que nos tendrá que resolver el tiempo, porque los «expertos», o saben mucho menos que nosotros, o han puesto su conocimiento al servicio de quién se lo paga, que es otra posibilidad, y nos ocultan la realidad de las cosas.

      Es un tiempo interesante para la observación, sobre todo para lo que tenemos un salario cómodo y una casa caliente y creemos que ambas cosas son invariables. Para los que os dedicáis a las artes o a la cultura, o a la solidaridad como forma de estar en el mundo… menos. Mucho menos.

      Un abrazo enorme.

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