Islandia ha dado el paso. Así de fácil: Por Ley.
En España estamos tan ocupados de cosas mayores (mucho mayores) que ni siquiera hemos tenido ocasión de prestarle oídos a la noticia. Sin embargo ha sucedido. Un país que apenas tiene desempleo y donde (amén del frío negro que debe hacer) se debe vivir bastante bien, ha decidido acabar con las tonterías y regular por Ley el fin de la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.
A las islandesas los magos de Oriente (en ningún lado se cuenta que fueran reyes) les han traído una dosis de igualdad que para nosotras la quisiéramos. Es ilegal pagar más a un hombre que a una mujer por el mismo trabajo. ¿Verdad que parece sencillo?
Por estos lares más bien se nos llena la boca de medidas de impulso, de marcos de acuerdo, de interminables relatos sobre la discriminación, de mesas de negociación y solemnes declaraciones de intenciones. Allá lo han visto más rápido y hablando menos: ¿es usted empresario? ¿Tiene más de 25 trabajadores? Pues ajuste su nómina en los próximos meses. Publíquela. Pague igualmente por igual trabajo a unas y a otros.
¡Qué despacio avanzamos en la vieja Europa! (Islandia no forma parte de la UE, aunque sí de la Asociación Europea de Libre Comercio). Qué fácil nos gusta ponérselo a tanto retrógrado como anda mandando por aquí. Qué de intereses ayudamos a proteger nosotros mismos a esos cuyos intereses nada tienen que ver con los nuestros.
Los pasos para la igualdad existen. Y se pueden dar.
Nos da tanto miedo conocerlos que noticias como esta pasan de soslayo por los medios de comunicación tradicionales. Ni siquiera las tan traídas y llevadas redes sociales se hacen eco. Estamos demasiado ocupados en el turbio asunto de Diana Quer, que ha llenado nuestros informativos y nuestras vidas estas navidades. Nos ocupa la pugna feudal por los territorios del norte que se libra entre Bruselas y Estremera (nada que ver con el bienestar de los ciudadanos ni la evolución de los servicios públicos). Nos ocupamos tanto de cosas tan importantes que no nos hemos dado cuenta de que en Islandia, aquella isla sin apenas desempleo, se ha promulgado una verdadera ley de igualdad de géneros que prohíbe que los hombres ganen más que las mujeres e impone un régimen sancionador para las empresas que la incumplan.
Ahí los tienen, haciendo Política con pe grande. Avanzando en derechos, cambiando la sociedad con medidas de las de verdad. De esas que cuando se adoptan ya no tienen marcha atrás y permiten el progreso de los pueblos.
¡Qué ganas de que los conflictos por el poder dejen paso a la política! ¡Qué ganas de volver a ver en los gobiernos de los sitios a mujeres y hombres dispuestos a hacer avanzar a la ciudadanía en bienestar, en igualdad, en derechos, en cultura, en servicios públicos de calidad…! ¡Cuánto echo de menos aquel «buenismo» de José Luis Rodríguez Zapatero!
Lo sé, lo sé, parece que he vuelto a creer en los reyes magos… aunque fueran de Oriente.
Pensaba por aquí 
Buenos días para que veas todo no es malo , lo que pasa que esa buena medida no la tenemos aquí, pero tranquilo la copiamos los españoles somos muy de copiar , verás como el señor Rajoy copia.
Claro aquí hace un poco menos frío a si que no se si tendrá algo que ver la temperatura a la hora de tomar esa decisión.
A pasarlo bien con los regalos de reyes
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¿Crees?
¡Tú también crees en los reyes magos!
No sé si será la temperatura, que bien pudiera ser. Lo que intuyo es que hasta que no nos quitemos a este Gobierno de encima (y no lo veo en un futuro próximo) pocas medidas de igualdad vamos a ver en el Boletín Oficial del Estado…
Ni para la igualdad, ni para el avance de la sociedad, ni para nada que a ti y a mí nos sirva de algo.
Pero… ¡Creamos! Total, es gratis.
Gracias, Juan Carlos. Ya me contarás qué te han traído a ti. Un abrazo.
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Por fin una verdadera historia de Reyes Magos!!!!
Deben existir de verdad porque esta noticia no parece común y si mágica.
Las cosas, cuando se quieren hacer, se hacen y ya está.
Y este tipo de cuestiones, el legislador tiene poder y capacidad para hacerlas. Otra cosa es que los poderes ocultos en la sombra, se lo dejen hacer. Pero para eso están los Reyes Magos, para acabar con el ocultismo y las sombras y llenar de luz y leyes los paises.
Ya solo nos faltaría que nos cambiaran algunos Trols, ganapanes, elfos malignos y tontolabas por señores y señoras de verdad que se dediquen a trabajar por el bien común. Asi , como dice la canción “Cuando vean lo que han hecho estarán muy satisfechos”
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Es verdad que parece cosa de magia.
Pero los elfos malignos llenan los escaños de nuestros parlamentos y los sillones de nuestros consejos de ministros, por lo que se ve.
¡Que envida dan los sitios en los que gobiernos progresistas toman medidas de progreso y hacen avanzar a sus pueblos!
Estas cosas aparentemente tan fáciles de hacer… ¿no habría que hacerlas y ya está? ¿A quién puede molestar que esté prohibido legalmente lo que moralmente es una atrocidad?
¡Ah, sí! Ya… ya sé a quién molesta.
Un abrazo, Pepe… ¡Gracias! Ahora a jugar con los juguetes de tus princesas.
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Mientras tanto podemos dejar de decir trabajadores y trabajadoras ,niños y niñas .ya sabes que hasta gramaticalmente es incorrecto .Es mi lucha perdida .Me jode que aquí no solo nos discriminan sino que nos convierten en género.en género de segundo orden por supuesto.Menos mal que los magos de Islandia ,nos han traido un gran regalo.
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Aprenderé…
Aprenderé a decir señoras y señores, niñas y niños y trabajadores y trabajadoras…
Pero no sé di diciéndolo así a quien convierto en género de segundo orden es a ellos… Y tampoco es mi intención.
Nunca me ha parecido un asunto mayor nombrar a unos antes que a otras, pero lo tendré en cuenta por si, en efecto, estuviera cometiendo un error gramatical.
El lenguaje es sexista… por más que lo tratemos de corregir… es sexista.
¡Gracias, Chelines! Tomada nota. ¡
Un beso fuerte!
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Noooooo: Trabajadoras y trabajadores…
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Antes que nada, feliz fiesta de la única monarquía a la que soy afecto. Sin duda, la igualdad de género es uno de los principales argumentos para cambiar la situación, pero si, siguiendo nuestra tradición judeo-cristiana, pudiéramos sintetizar todos en diez, éstos se encierran en dos: desalojar a Rajoy y fijar un gobierno que revierta en profundidad el rumbo de sus políticas. Bastante dura es la tarea para no empezarla cuanto antes, los poderes instituidos, cada vez más reforzados, no se van a dejar, Zapatero no pudo con ellos. Su sucesor en Ferraz tiene una gran responsabilidad en iniciarla, más allá de la oposición menuda del día a día (hoy faltaba tiempo para criticar la nefasta actuación del gobierno por el temporal) es una tarea de altura, y no es un sarcasmo :).
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Lejano lo fías… Lejano.
Ves alguna posibilidad de desalojar a este Gobierno de La Moncloa?
Yo cada vez lo veo más lejano. Por el giro del voto en España, por la desaparición del PSOE, por la tendencia europea… En fin, estoy acojonado.
Soy incapaz de intuir cómo van a ser las cosas. No tengo ninguna fe en el futuro. No me gusta.
Entre tanto, se ven ejemplos de cordura en Portugal o en Islandia… pero son tan escasos, tan puntuales…
De las dos premisas que enuncias no confío en ninguna de las dos, esta es la verdad. Ni en la posibilidad de echar a Rajoy, ni en la de que, una vez echado, el gobierno que lo reemplace vaya a caminar por la senda que describes. No creo que ya mucha gente distinga claramente entre derecha e izquierda y no creo que mucha gente se acuerde de que la izquierda representaba precisamente eso: cambiar la sociedad, avanzar en derechos, avanzar en servicios.
Coincido completamente con lo que dices. Pero lo veo tan lejano que me asusta pensarlo.
En fin, ya tendremos ocasión de comentarlo en persona.
Gracias, Julián. Feliz día de después de reyes… MAGOS.
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Nada que objetar a tu fundado realismo. Como historiador he aprendido que el progreso humano no es lineal, que admite periodos de retroceso prolongados y profundos. En todo caso donde desaparece o se hace desaparecer algo no es posible distinguir, es más fácil desistir.
Además en nuestro sistema ésto no depende de la gente, sino de quienes pueden representarla. Seguimos comentando mientras nos dejen. Un abrazo.
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Una vez más, completamente de acuerdo.
Este período largo de retroceso lo vamos a pagar muy caro. Tú y yo ya no (tenemos todo el pescado vendido), pero nuestros hijos sí.
Al menos, que nos sigan dejando comentarlo.
Otro abrazo.
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