Narcos

O hemos vuelto a los ochenta o  nunca salimos de los ochenta.

Una pandilla de encapuchados libera a mamporros a un narco de un hospital en el que se mantenía detenido bajo custodia policial. Luego un grupo de personas sin encapuchar apaliza en un bar a un grupo de guardias civiles fuera de servicio. Luego uno haciendo exhibición de su planeadora pasa por encima de un niño y lo mata.

Entre medias, el silencio. El tráfico de drogas y el miedo.

Tres sucesos espeluznantes (uno más que los otros dos) nos traen de bruces a una realidad que, no solo no es nueva, sino que es viejísima, pero que está callada por los medios de comunicación, por las autoridades, por la sociedad. Solo en el escueto ámbito donde acontece las madres y los padres la sufren cada día respecto de sus hijos, y los jóvenes y las jóvenes (más ellos que ellas: también el narcotráfico es un negocio de hombres pero aquí no pediremos igualdad), creen aprovecharse de ella hasta que se ven abocados a rendir cuentas.

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De momento cobran: hasta 300 por «dar agua», hasta 2.000 por descargar los fardos, hasta 4.000 por conducir el todoterreno con la mercancía. Rápido y fácil. Arriesgan, pero en la conservera, si tienen suerte de conseguir el empleo, no llega 600 al mes por trabajar sesenta horas semanales. Eso sí que es arriesgado. Es difícil discernir lo conveniente.

Antena 3 y la Farinha de Nacho Carretero nos han contado estos días las cosas que pasaban en la Galicia de los años 80. En esta Cádiz de la segunda década del siglo XXI no parece que sucedan cosas tan distintas, pero no nos las cuentan por alguna razón que trataremos de entender cuando Antena 3 lance otra serie de televisión. Porque Zoido, este que es ministro pero que no es espabilado (el pobre), nos trata de convencer de que la cosa no es para morirse y que, de hecho, la lancha que mató al crío no estaba dedicada al tráfico de estupefacientes (omite que sí al contrabando de otras cosas) y se calla la circunstancia de que los tipos a los que fostiaron en un bar eran guardias civiles. Lo que pasa es que si uno es guardia y lo forran a palos, al final la peña lo acaba sabiendo.

¿Recuerdan? La economía española creció un 4,5% cuando se incorporó al cálculo del PIB por recomendación de la Unión Europea el rendimiento de las actividades de prostitución, producción y tráfico de estupefacientes y contrabando. Fue en 2014. No sé si Román Escolano (el desconocido sujeto que sustituyó a De Guindos al frente del Ministerio de Economía) se peleará con su compañero de Interior para proteger el crecimiento patrio.

Todos los demás callan también. Y los que no callan tienen miedo. Los narcos no. Estos no callan y no tienen miedo. Estos lo que tienen –a todas luces– es razón. Porque en la escalera y en el barrio los protegen, las autoridades están puestas de perfil, los medios de comunicación solo se hacen eco de los éxitos policiales en forma capturas (en franco crecimiento) y ellos, como aquél mítico Miñanco (que ya fue detenido en el Campo de Gibraltar) chulean de coches carísimos, lanchas aún más rápidas y restaurantes todavía más exclusivos. Porque no son culpables. Son los señores del narco. Son respetados (temidos) y envidiados por muchos más que esos que no callan.

Y esos que no callan no tienen voz, porque nadie los oye.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

6 respuestas a “Narcos

  1. Por desgracia esta lacra de la droga es difícil de solucionar mientras no se legalice, una legalización controlada evitaría que Tanta gente joven y no tan joven que muere por culpa de el adulterio de la droga se solucionase en un alto porcentaje del mismo modo que se acabó con el tráfico de tabaco se podría reducir en una buena medida, se acabarían los Narcos y traficantes sin entrañas y sería una forma más de ingresos en forma de impuestos para las arcas del estado, pero mientras tanto mano dura contra estos “ señores “ traficantes o matones de cualquier otra índole carcel directa.

    Buen domingo

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    1. Esta ilegalidad consentida es lo que más daño hace, no hay duda.

      Y estos traficantes sin entrañas hacen muchísimo más del que puede parecer. Corrompen la sociedad y, dentro de esta, a la parte más débil, a la más sensible. A los chicos que ni encuentran trabajo ni ya lo buscan porque… ‘pa qué!’ si en esto ganan quince veces más.

      Matones. chulos, dueños de la calle… como jefes de las mafias más cutres.

      Tanta chulería, tanta, que al final acabas matando a un crío para demostrar que el mar también es tuyo, como la calle, y que haces en él lo que te da la gana sin respetar las a nadie.

      En el interior nos mantenemos a salvo de esto, pero esto es jodido…

      Un abrazo, Juan Carlos. A disfrutar del domingo. ¡Legalización!

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  2. Al final, quizás, la respuesta esté en lo que planteabas: de haber trabajo, 600€. Seguramente cambios en el panorama laboral no eliminarían los problemas de esta nueva Galicia, pero si está claro, a mi juicio, que la falta de expectativas, un futuro cada vez más oscuro,…. deriva en esta perversion moral de justificar lo que está pasando, idolatrar a estos capos y cerrar los ojos ante un problema que a corto plazo hundirá para años a esa sociedad.
    Sin referentes, sin esperanza, sin futuro, sin líderes…..la tormenta perfecta.

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    1. Tal y como dices: la tormenta perfecta.

      Demasiadas circunstancias a favor y ninguna en contra para que este tejido corrupto se apodere de la sociedad, mientras mira para todos lados buscando respuestas a su futuro.

      Y resulta que es que no había futuro.

      Las zonas tan deprimidas son demasiado sensibles como para permitir que determinados usos se hagan fuertes. Y tengo la impresión, por contra, que conocido que esta forma de economía está sujetando la comarca, nadie se atreve a hacer nada para cortarla.

      Vergonzosamente, hoy hemos conocido la noticia de que, por fin, el Ministerio del Interior se ha decidido a desarticular un clan… Qué absurdo… Qué ridículo… Veremos si todo queda ahí o, definitivamente, van tomando cartas y resolviendo el problema. O mejor no… no lo veremos.

      Un abrazo José Ricardo. Narcos… Como toda la vida.

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  3. Podria disertar sobre los numerosos males de las drogas en los jovenes y no tan jovenes,
    en la información y la educación, y todo eso, pero creo que ya estamos más allá. No es el consumo interior. Somos una vez más el pasillo geografico de toda Europa. La vieja y rica Europa, se sigue drogando. Y sigue teniendo dinero para gastarlo en ese y otros caprichillos, aunque provoquen lo que provocan allá de donde proceden. Pero bueno, eso ya no es Europa. Ya no nos interesa.
    Pero España si es Europa. El pedazo de Europa, con más politicos corruptos por metro cuadrado. ¿Por donde iba a ser más fácil, hacer entrar la basura… Y que nadie viera, oyera o dijera nada?
    Buena semana

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    1. Tremendo que todo apunte a eso. Tremendo.

      Nos dejamos convertir en esa puerta de entrada, sacrificando a toda la sociedad que la compone, dejando hacer, incluso mirando con agrado el crecimiento económico que comporta, ya que estamos…

      Pero… ¿Por dónde mejor? Sea o no Europa, es España, parece un parque temático de corruptos de todo orden. Y a lo mejor lo es.

      Y, al otro lado, un puñado de parados sin esperanza de ‘redención’ que ven resueltas sus necesidades inmediatas a cambio de un riesgo más que asumible. Con poco, si perseveran, se convertirán en personajes respetados en el parque. Si vuelven la cabeza no encontrarán nada.

      Un beso fuerte, Petra. Muchas gracias por tu enfoque: Una arista más en este asunto tan lleno de ellas.

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