Señales de crisis

IMG-20190310-WA0000Mientras las calles de todas las ciudades del mundo se llenaban de casi todas las mujeres y de muchos, muchos hombres, reivindicando un  mundo igual para todas, Mario Draghi anunciaba la paralización de la subida de los tipos de interés bancario (actualmente en el 0%) y preparaba una nueva inyección de liquidez (dinero en suma)  al sector bancario para asegurar la fluidez del crédito desde la banca a familias y empresas.

En ese mismo momento las bolsas caían. Los expertos, que ya venían augurando malos tiempos para la lírica, abrían sus canales de comunicación para contar el suceso: la economía se vuelve a parar.

El Banco Central Europeo se anticipa al lío para paliar (¿retrasar?) las consecuencias de la nueva gran crisis que sobrevuela los mercados. Los políticos mediocres preparan su artillería para bombardear otra vez a las clases medias y sujetar los beneficios de las grandes corporaciones que, ellas, no pueden sufrir las consecuencias de lo que ellas mismas acaban provocando.

Se han parado las exportaciones de la UE. Europa no vende coches. Alemania ha dejado de crecer, también Italia se ha parado. En el exterior, China se desacelera y se especula con que lo mismo pueda estar pasando en los Estados Unidos de Trump. En los mostradores aeropuertos (a pesar de que las empresas low cost han democratizado la navegación aérea) ya no hay colas. Viene otra crisis.

Los economistas han aprendido a identificar los síntomas (no está mal) pero no saben atacarlos, porque no se puede. Aún no se ha cerrado para la mayoría la gran recesión que empobreció de manera inmisericorde a los pueblos del segundo y primer mundo (al tercero no hay quien lo empobrezca más) para enriquecer aún más y más y más a ese 1% de las personas que poseen una cifra indecente del conjunto de la riqueza de todos. Aún no se ha cerrado y ya estamos llamando a las puertas de la siguiente.

De manera que más pronto que tarde volveremos a escuchar el discurso insolente de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, de que no se puede sostener una sanidad pública tan cara, ni una educación universal y gratuita ni, mucho menos, una protección a la dependencia fuera de los circuitos de las residencias privadas; volveremos a oír que los trabajadores tenemos que hacer un esfuerzo y sacrificar una parte de nuestros ingresos para favorecer la competitividad de nuestros empleadores; intentarán que nos olvidemos de que es imprescindible derogar la reforma laboral y procurarán que nos convenzamos de que el dolor de los pobres hace mucha falta en la tierra para alcanzar los dones de la Gloria.

Como no puede ser de otra manera, también nos harán saber que la culpa última de toda esa catástrofe de inflación y desempleo en la que estaremos inmersos, es de José Luis Rodríguez Zapatero en su advocación de Pedro Sánchez, y entonces la gran derecha aparecerá con toda su artillería (sus cañones de bombardear a las clases medias) para aplicar las recetas infalibles: Contención salarial, aniquilación del crédito a las familias, contención salarial.

Los políticos listos (Portugal parece a estas alturas un buen ejemplo de ello) continuarán (o eso espero) con sus políticas de prevención contra el ‘austericidio’, pero se quedarán solos y sus empresas se deslocalizarán en busca de refugios más comprensivos con la necesidad de que sus beneficios se multipliquen.

Y así, mientras las personas humanas nos echamos a las calles viviendo la ilusión de una sociedad más justa, más igual, más feminista, las otras personas, las que no tienen nombre, nos preparan un futuro de mierda para aterrizarnos en la realidad de que, nos pongamos como nos pongamos, esto es de ellos.

Las señales advierten de que vienen muy mal dadas. Veamos a quién elegimos para que gestione este envite: No sé si me apetece mucho volver a ver cómo nos lo quitan todo.

El dibujo es de mi hermana Maripepa

16 respuestas a “Señales de crisis

  1. No hay dudas. Esta vez no podemos permitir que las haya. No podemos arriesgarnos. No podemos perder el tiempo en juegos de salón.
    No creáis que tengo grandes esperanzas en una izquierda, desnortada, una, postural, solo, la otra. No, lo que creo es que solo tenemos una oportunidad, o tomamos impulso como sociedad y arrastramos a quienes creamos que deben representarnos, en esta especie de «primavera de Praga» auspiciada por jóvenes, mujeres, jubilados,… O dejamos que nos hundan más, a límites que para muchos mas serán, esta vez, intolerables.
    Todas las cartas están en la mesa, todo está, de nuevo y lamentablemente, polarizado, o los balcones o las calles, o las banderas o las ideas o el dinero o las personas.
    Si, se, que nada es blanco o negro, pero si estamos de acuerdo en el futuro que viene, más vale morir matando ¿no?

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    1. ¡Sí!

      O las calles o los balcones . Esta es la elección, parece.

      No sé si la memoria de los españoles dará para tanto pero es todo demasiado reciente y la forma de gestionar de unos y de otros no se parece en nada.

      La izquierda nos volverá a decepcionar: consideraremos tibia cualquier medida que tome, pero su gestión será con las personas en el centro (eso quiero pensar).

      La derecha no nos va a decepcionar. Su fórmula consistirá de nuevo en proteger los intereses de las grandes compañías, so pretexto de que si ellas funcionan lo demás funciona. Volveremos a aquellas terribles andadas… nos tocará pagar.

      Estoy contigo. No hay dudas. No podemos correr riesgos. La izquierda se tiene que movilizar como otras veces lo hacía (a ver quién encuentra ahora a esa izquierda de las calles). Lo otro va a ser demasiado duro… Otra vez.

      Un abrazo enorme, amigo. Va a ser un tiempo muy difícil. Tenemos que armarnos.

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  2. Discrepo absolutamente de todo, y estoy totalmente de acuerdo.
    Esta mañana escuchaba en la radio el problema que tienen los agricultores de cítricos, el coste de ek cultivo por kilo de naranja es de 0,18 cts €, sin embargo se está comprando a 0,12 ctos porque los productos de Sudáfrica, Egipto y Turquía, sin tantos controles como obliga la UE les pasan por encima.
    Se supone que la aplicación social de la economía es la circulación del dinero. El beneficio salvaje auspiciados por los MBA es du arterioesclerosi. No hace falta trner un Nobel en economía para verlo.
    La austeridad no es mala. Lo malo es usarla como excusa. La austeridad es usar los recursos sacando el máximo rendimiento. Ejemplo: privatizar la sanidad nunca puede ser austero porque al coste hay que añadirle el margen de beneficio, es una obviedad tan grande como el sombrero de un picador.
    Ahora ya no podemos decir aquéllo de: que Dios nos pide confesados. Mejor…que nos pille avisados.

    Feliz domingo veraniego que anda..

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    1. Avisados ya estamos, amigo Javier.

      Yo más bien diría ¡Dios nos pille bien gobernados!

      Estoy de acuerdo en que la austeridad no es mala y que en los tiempos que corren la economía está mundializada y es muy difícil competir en igualdad de condiciones con países menos exigentes que los de la UE. El problema es cuando las medidas de austeridad se circunscriben a los recortes y las privatizaciones, que es lo que sabe hacer la derecha y, como bien dices, se vende aquello que no se puede vender porque, simplemente, encarece el acceso a los servicios que hoy son derechos universales.

      Por eso digo eso de que nos pille bien gobernados. Aunque eso, básicamente, depende de nosotros.

      Un abrazo, amigo. Muchísimas gracias por estar siempre aquí.

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  3. Justo cuando parecía que la sociedad española se volvía más igualitaria,haber servido de ejemplo y lo digo por la huelga del 8 M ,al resto del mundo vienen los grandes ladrones de derechos a amenazar con otra recesión ,ese 1% de muy ricos que no se ven nunca satisfechos y quieren más, por que no ajustar cuentas ,a las multinacionales con impuestos ,a los franco expropiación del patrimonio,a los que robaron fortunas durante la posguerra , mediante fusilamiento y exilio de sus legítimos dueños acusados de rojos,a los turistas muchos de ellos votantes de la derecha que nos explota y que buscan en España,ese rincón donde invertir en tranquilidad y seguridad , impuestos sobre patrimonio invertido en España y no freír a los. De siempre , que hay de los impuestos a las transacciones y del impuesto sobre sucesiones parece que saldría dinero para cuestiones sociales , debemos votar a la izquierda y que está a su vez actúe sin complejos , seguir el ejemplo de Portugal y que la península Ibérica sea el freno del fascismo, para dignificar a una sociedad cada vez más empobrecida y eso solo lo puede conseguir la fuerza de las urnas ,feliz domingo.

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    1. Completamente de acuerdo.

      Me encanta esa reflexión de que la península ibérica pueda hacer de freno del fascismo para dignificar a esta sociedad empobrecida. Y suscribo totalmente la afirmación de que eso solo se puede conseguir votando.

      Completamente de acuerdo en que la presión fiscal debe incidir más sobre los que tienen más y en que este es un buen momento para aplicar esas políticas. Y no otras.

      Lo firmo contigo. Sigamos el ejemplo portugués. Seamos el freno del fascismo en Europa. Desde el Sur.

      Un abrazo muy fuerte Julián Manuel. Muchísimas gracias por tu reflexión.

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  4. Desde que el mundo es mundo la crisis se inventó para que el pobre sea más pobre y el rico mas rico no sepuede consentir que se rompa esta cadena la clase media podrá soñar pero nunca lo conseguirá y el pobre no tiene más derecho que serlo
    Una prueba de que no saldremos de esta espiral por ejemplo la banca ? Quien paga las comisiones? Los de siempre él poderoso no paga un céntimo al contrario se les ponen medidas legales para no pagar nada un ejemplo las sicap
    En resumen estamos jodidos los mismos de siempre.

    Disfrutar de lo que queda del domingo

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    1. Parecen teorías ‘conspiranóicas’ pero siempre hemos sospechado que algo de eso sucede.

      ¿Cómo puede ser que después de una crisis tan profunda como la que apenas acabamos de superar, los ricos sean tanto más ricos y los pobres sean tanto más pobres? Solo se hace más grande la brecha que separa unas clases de otras.

      Ya no está de moda esto de las clases sociales, lo sé. La conciencia de clase (ese sentimiento de pertenencia que movía a las masas a las urnas y hacía que las izquierdas gobernaran con ampliísimas mayorías y se modernizaran los pueblos y se redujeran las diferencias), ya no existe. Lástima de nosotros que nos han convencido de que hemos dejado de ser proletarios para convertirnos en pequeño-burgueses… y nos dejamos gobernar por los que creemos que son de los nuestros…

      Solo espero que esto nos pille avisados, como decía un comentario anterior y no permitamos que ellos, los que provocan y se benefician de las crisis, gestionen con nuestros votos esta que viene.

      ¡Gracias, Juan Carlos! Nos vemos en las urnas. Un abrazo enorme.

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  5. Creo que la crisis es sistémica y en el 2008 dio el primer aviso. Una economía de libre mercado con crecimiento constante no es viable de forma infinita en un planeta con recursos finitos, menos si pensamos lo que somos, una plaga de 7.000 millones y creciendo. La economía hoy es global, pero el desarrollo y la conciencia no. Auguro, ojalá me equivoque, grandes conflictos que nos rozarán cada vez más cerca hasta alcanzarnos. Cierto que, en momentos así, el paraguas de un estado con sensibilidad de izquierdas intentaría minimizar daños en las amplias capas (cada vez más amplias) desfavorecidas. Pero en una economía global donde mandan los mercados no se permite. Recordemos Grecia. Llámame pesimista, pero es la impresión que tengo.
    Fuerte abrazo.

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    1. Estoy completamente de acuerdo contigo.

      La bomba demográfica que representan África, India o China no están todavía medidas en las consecuencias que pueden tener y, en efecto, los recursos del plante son finitos y no bien explotados. En esta economía global las taifas que representan los estados tienen cada vez menos herramientas de regulación, así que el imperio de la Ley se queda fuera de las reglas económicas.

      Como tú, auguro un futuro difícil para el planeta si estas estructuras de poder supranacional de geometría variable de las que tanto hemos oído hablar (G-9, G-20…) no hace bien sus deberes.

      Entre tanto, también coincido contigo en que mejor que lo gestionen formaciones con visión más humana que financiera… Por lo que nos pueda pasar.

      Muchísimas gracias por tu comentario José. Ven más por aquí… Nos encanta leerte.

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  6. A las buenas
    Seguimos igual… persiguiendo un mito, una mentira contrastada, una ruindad, el de la democracia partitocráticamente pervertida.
    Seguimos igual… no avanzamos, atascados, divididos en la más absoluta polaridad, las dos Españas ventajistas (la independentista o no, la constitucionalista o no, la izquierdista o no,la progresista o no, …)
    A consta de nuestro bienestar, sufrimos éste camino incorrecto, en el qué las soluciones o son irreales o son clavos ardiendo.
    Seguimos igual… no aprendemos, no unimos, no aunamos esfuerzos, abrazamos la verdad más infame, la de que, desde el individualismo-consumismo al cielo.
    Mientras, se desvanece la única esperanza del globalismo, la del contagio del sueño, ese horizonte q es la rebelión del pueblo para el pueblo. Es decir, lustrar, con el chaleco amarillo, la conciencia.
    Saludos

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    1. Yo no sé si la solución es tirarse a la calle a limpiar nuestras conciencias. No digo que no lo sea, pero los ensayos que hemos vivido recientemente (15-M, por ejemplo), han devenido en soluciones tan rancias como las que ya conocíamos… en lo que ellos mismos llamaban ‘casta’, que tanto se parece a eso en lo que ellos mismos se han convertido.

      Coincido contigo en que todo termina pareciendo una gran mentira y en que todo asidero resulta ser finalmente un clavo ardiendo, pero tengo la sensación de que (aprendido que la política es el arte de lo posible) es más práctico pelear por aquello que podemos alcanzar, y después otro paso y otro y otro… Paso a paso se han conseguido grandes avances en esta sociedad nuestra que no hay por qué despreciar. Ahora, en mi modesta opinión, se trata de consolidar lo que se ha conseguido, impedir que nos lo quiten y seguir avanzando.

      Muchísimas gracias por tus letras. Descorazonadoras, pero tan realistas… Vamos a luchar por que ‘no tengas razón’.

      ¡Un abrazo, amigo!

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  7. Buenas noches aciagas
    Descorazonamiento al leer la palabra crisis merodeando otra vez mi humilde morada, cómo una alimaña despiadada q no tiene duelo, que sabes que se cobrará su momento. No puede ser verdad, otra vez el invierno, sin matanza, ni fuego.
    Dije una revolución del pueblo para el pueblo, no para ver lo qué asimilan los políticos lampedusianos.
    Soberanía popular=cambiar las reglas del juego, con la protesta constructiva por bandera.
    El dilema no es quién es el menos malo, o el qué menos nos robe o quite derechos, o q hay que salir a votar qué vienen los lobos feroces, cómo sí los otros fuesen buenos.
    No es eso, es gritar que basta ya de un sistema democrático secuestrado y lastrado por un sistema partitocratico, más o menos servil, del viejo orden mundial.
    Y el problema, no es ese, es no tener el valor de mirarnos en el espejo de la realidad y buscar la recurrida salida ilusoria, de una redención partidista inoperante por defecto.
    Un gusto leerte y aguantarme

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    1. Siento no poder estar de acuerdo contigo, aunque bien me gustaría.

      A estas alturas solo sé creer en el servicio público y no se me ocurre otra forma de prestar lo que através del estado como forma de organización de la sociedad moderna.

      Cambiar las reglas del juego, en mi opinión, ya han cambiado. Y no para bien.

      Y delante de estas nuevas reglas que han impuesto los mercados, solo me sale creer en una izquierda fuerte, capaz de corregir los muchos vicios de esta economía mundializada… en la jodida medida de lo poco posible que queda.

      Es mi visión. La tuya mola más, sin duda, pero así, de momento, no la veo conducir a ningún lado.

      Otra vez gracias por trasladarnos esta forma de entendernos.

      Y otro abrazo.

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