Mercado de primavera (o el efecto invernadero)

Mañana cierra el mercado de fichajes para la contienda de primavera a nivel general. A nivel regional y local aún nos quedan estrellas por alumbrar.

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—Yo llevo tres generales franquistas, un prestidigitador y un juez.

—Pues yo a uno de la Coca-Cola y un funcionario represaliado por la cosa del procés.

—Ese lleva a una comandanta… Y un entrenador famoso para las de Madrid.

—Eso no es nada: yo llevo a Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, XIII marquesa de Casa Fuerte.

—¿La de ‘No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena’?

—Ella. Por Barcelona, la number one.

—¡Pero si ni siquiera habla catalán!

—Jijijiji… ya; por eso. Y al padre de una niña asesinada que es predicador y otro puñado de víctimas de ETA… Estáis perdidos.

—Pues yo voy a decir que voy a legalizar las armas para que cada uno tenga una en casa y se pueda defender de la amenaza delincuencial que nos asola.

—¿Y nos asola amenaza tal?

—No, no: es por joder.

—¡Caramba! Qué ideaza.

—Pues yo que a las inmigrantes embarazadas que se dejen a los chicos por aquí, que las vamos a querer muchísimo.

(Todos) —¡Hala!

—Pues yo que soy la alternativa constitucionalista al ostracismo pactista al que nos somete la izquierda abertzale y golpista capitaneada por los que quieren romper España, o algo así.

—Pues yo… Pues yo… Este… Pues yo… Que voy a hablar de empleo: ni de Franco, ni de hostias, yo de empleo.

—¡Vaya! Lástima no haber caído… ¡Eso sí que es hacer propuestas!

—Oye, ¿políticos lleváis alguno?

(Largo silencio)

—Yo mismo soy un político…

(Risas)

—Hala, venga, vámonos a tuitear que al final el golpista ese nos gana las elecciones.

—Y nos rompe España.

—Y nos disuelve.

—Y nos gasea.

—Esto va a ir mal. ¿Qué gomina usas tú?

Fichajes de la ‘sociedad civil’ contra estrellas (nunca mejor dicho, y de ocho puntas) de la ‘sociedad militar’, propaganda xenófoba versus propaganda españolista, ocurrencias de corte fascista ante propuestas de retroceso social al más puro estilo despótico (sin ilustrar ni nada).

Al menos el mercado de fichajes para las generales cierra ya y no tendremos que seguir soportando el bochorno del goteo de personalidades estrella con el que pretenden, cada uno, convencernos de que ellos sí que molan.

Queda lo más duro. Queda el remate de la precampaña y la campaña toda. Vamos a ver vídeos de pobreza intelectual extrema, a oír declaraciones que nos harán arrepentirnos de no haber acostado a los niños, propuestas que nos sonrojarán, a abrir debates que no existían y que irrumpen con virulencia para estropear lo que aún no estaba roto.

Han convertido la ‘máxima expresión de la democracia’ en un desfile imbécil de personajes de relumbrón mediático y ocurrencias de esas que circulan bien en las redes sociales. La decisión responsable del voto de los ciudadanos se mediatiza por una campaña infame diseñada científicamente para destruir el sentido común de las personas a base de ‘fake news’, de mensajes degradantes en el WhatsApp, de consignas viscerales que atacan directamente al corazón torturado de esta sociedad nuestra que se ahoga en la sequía intelectual.

Y ¿saben por qué es? Porque no saben hacer otra cosa.

El verdadero efecto invernadero, el malo del todo, el fatal, no está en la destrucción de la capa de ozono, que también, sino en la sequía del córtex cerebral de nuestra clase política, de casi toda: han confundido a su electorado con su rebaño en un ejercicio de falta de respeto que clama al cielo.

No tenemos más remedio que demostrarles que se han equivocado con nosotros.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

4 respuestas a “Mercado de primavera (o el efecto invernadero)

  1. Hoy para ser político solo cuenta la buena presencia del Cándidato si es famoso y si ha estado en gran hermano cuenta el doble , si es muy hábil para mentir, si nos dice aquello que queremos oír aunque sea imposible de realizar, eso son los varemos a utilizar a la hora de decidir el voto.
    la inteligencia y ser responsable eso no da puntos, no cuenta , a si que suerte y al toro y haber que nos depara la clase política , solo nos queda Pedir que aquel que salga elegido sea de los menos tontos y al principio y al final gobierne lo mejor posible , si se que eso es soñar con un imposible pero no nos queda otra , la vida es sueño y los sueños sueños son.

    Suerte y a aguantar lo mejor posible este calvario electoral que mas que eso se parece a un sálvame en gran escala .

    Buen domingo

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    1. Aparece Calderón en estas páginas para recordarnos que soñar es barato… pero que los sueños, ‘sueños son’.

      No está mal. Nada mal.

      Pero no sé quién se atreve a estas alturas ni siquiera a soñar con un gobierno digno de representar los intereses de esta España nuestra. Soñarlo podemos, pero ya nos recuerdas que solo son sueños.

      En fin, entre tanto chico guapo y tanta mujer famosa no sé si quedará espacio para la inteligencia en las listas electorales y, una vez dirimido el conflicto, no sé si quedará hueco en el Gobierno para esa gente potente que necesitamos para seguir avanzando.

      Soñemos que sí, pero recordando que, en definitiva, ‘sueños son’.

      Gracias, Juan Carlos. Vamos a ver cuántos de esos sueños somos capaces de hacer realidad.

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  2. No creo que quepa mucha reflexión en estas próximas elecciones, mi opinión, ya expresada aquí, es que no cabe nada más que votar a la defensiva. Lamentable, verdad, lo sé. Pero es urgente taponar esta herida por la que socialmente nos estamos desangrando. Objetivo parar la involución. Exigir, a quien consideremos, una apuesta decidida por las políticas sociales, por el diálogo y por apuntalar lo ya logrado. Para eso hace falta ser crédulos, muy crédulos. Y luego apoyar (no se si nuestra generación tiene capacidad honesta de sumarse a estas luchas) el activismo de mujeres, jóvenes,…., y arrastrar, si es posible, a los que gobiernen.
    Si no nos volverán a engañar

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    1. ‘Taponar esta herida por la que socialmente nos estamos desangrando’.

      Por lamentable que nos parezca, por desilusionante que sea, es nuestra obligación.

      El objetivo, tal como dices, es parar la involución. Completamente de acuerdo.

      Nuestra generación no tiene más remedio que sumarse a la pelea, por agotador que nos resulte, junto a jóvenes, mujeres, jubilados y todos los grupos sociales que se andan levantando por las calles ante el presagio de lo que se nos viene encima o, incluso, ante la devaluación expresa de derechos que ya creíamos consolidados (pensiones, libertad de expresión, educación digna, sanidad universal, soporte a la dependencia…).

      Aunque sea votar a la defensiva, y a pesar de lo lamentable que, en efecto, parece.

      Es muy atinado tu comentario. No tenemos más remedio que taponar esa herida.

      ¡Gracias, José Ricardo! Un abrazo muy grande.

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