Y mil

Y ya van mil.

Hombres sin rostro retiran las pancartas de los edificios oficiales que gritaban ¡ni una menos!

Y entonces ya son mil una.

Hombres con rostro derogan leyes que protegen y proponen, en nombre de la justicia, otras que pretenden tratar de forma igual las cosas que son desiguales.

¡Qué enormidad!

¿Ya son mil dos?

Mil una mujeres menos. O más. O cientos más que no han computado en la estadística de la muerte doméstica, aterradora, silente.

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Por la tele sacan las imágenes de los hombres que descuelgan las pancartas. Y luego la de un alcalde pequeño (…pequeño) que sonríe. Y la de un hombre grandón de ilustres apellidos que dice que eran de un color inapropiado los carteles que clamaban por la vida: ¡ni una menos!

El Supremo dice que violar es violar se decline como se decline en el Código Penal y eleva la condena de los violadores de La Manada, para que la víctima pueda llorar su victoria (la jurídica) y las personas normales tengamos un minuto de respiro.

Pero ya son mil. Mil una este viernes, para que el Diablo no se lleve la mentira, desde que empezamos a contarlas en 2003. Veintiséis en lo que va de 2019.

Luego la vida sigue. Reyes con plumas de avestruz en la cabeza desfilan por Buckingham Palace orgullosos de la estirpe de la Jarretera; un señor con coleta llora por una silla de ministro que se le escapa; uno más guapo que erre que erre; un alcalde pequeño (…pequeño) sonríe; un niño sin nombre mira como matan a su madre; una niña con nombre (Victoria Federica, nada menos) y lugar en la lista sucesoria celebra entre tules su ‘puesta de lago’ en pleno 2019; un independentista pierde una votación; otro parece que quiere ganarla; otra cuelga un lazo y dice que ni sí ni no; ese que manda en EEUU prepara una guerra que será total;  otra niña se queda huérfana porque su padre necesitaba dar suelta a su ira y se descerrajó un tiro después de matar a la que había sido su compañera. ¿Ve? La vida sigue.

¡Ni una menos! Con pancarta o sin pancarta, ¡ni una menos!

Y por si la ultraderecha de este país (recuerde: PP, Ciudadanos y Vox*) continuase con su relato sobre esa suerte de “justicia” que predica, piénsese, simplemente, que la igualdad consiste en considerar desigualmente las circunstancias que son desiguales y que, se pongan como se pongan, lo argumenten como lo argumenten, mil una mujeres no han asesinado a sangre fría a sus parejas o ex parejas.

Y mil un hombres, sí.

¡Ni una menos! Grábeselo en la frente, porque los carteles que llamaban a la cordura ya los han quitado de las fachadas de los edificios.

(*) Un no tan viejo proverbio alemán reza: ‘Si en una mesa sientan diez hombres y un nazi, en esa mesa hay once nazis.’

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

8 respuestas a “Y mil

  1. Ni una más , yo en estos casos doy mi opinión y seguro que no acierto , seguro que alguien no la comparte el que matase una mujer directamente a a la carcel para toda la vida, sin revisión ni ostias , porra y piedras que os falta mucha zahorra páralas carreteras, y esa sería la sentencia mas benévola. Y al violador cortarle los huevos y meterlo en una carcel con el negro el wasap, pero. claro está mal dicho, entonces nos ponemos a su altura , manda cojones con lo de ponernos a su altura , en fin vamos a dejarlo así que estoy si dormir por las alfombras y no pienso bien .
    Y ahora ni más ni menos que procesión con traje y solecito.

    Buen domingo

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    1. A eso llamamos «despacharse a gusto»

      Y no digo yo que no den ganas. Pero como bien dices eso sería ponernos a su altura y el Estado de Derecho, con sus garantías y sus normas de ‘proporcionalidad’ debe prevalecer.

      Ganas… lo que se dice ganas… Sí que dan, sí.

      Ya he visto las alformbras para este mediodía… Preciosas, como siempre. Feliz día del Corpus, amigo.

      Gracias, Juan Carlos. Y duerme… que se ve que te hace falta.

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  2. Iba a protestar por el «Y» del título, me sonaba a «mil y se acabó» pero no..no…mil y subiendo, últimamente de forma muy acelerada. Aquellos tiempos en que se decia a las cámaras de tv: «pues parecia muy educado/normal/tranquilo. Así como algo extraordinario. No sabiamos el cáncer social que teníamos y lo que nos queda.
    El profesor ese que han matado esos niñatos de Llanes es el mismo problema, los actores son los mismos, al parecer la sociopatía les viene de serie, que ha sido de esa educación y respeto que se les supone. Es cierto que las condenas de cárcel son necesarias e incluso puede que gratificantes pero solo enmascaran el problema.
    La sentencia de la manada está haciendo aflorar verdaderas «joyas»
    Por cierto ayer pasé por una calle, lo hago todas las semanas, mismo día misma hora, y la encontré extremadamente sucia, acera y bancos llenos de restos de comida. Será que ya se nota la mano del nuevo Ayuntamiento y las empresas contratistas van aflojando…
    Ánimo que es verano y es lo importante, feliz domingo.

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    1. He seguido con estupefacción las declaraciones del exjuez que es jefe de Vox en Andalucía…

      Lo mejor de cada uno: como bien dices, la sentencia de La Manada está sacando las esencias de cada quién.

      Da un poco de vergüenza todo esto. Y puede que sea verdad que las condenas no hacen más que maquillar el problema.

      Esto de la educación parece que no se lo termina de creer nadie. Y no se me ocurre ninguna otra solución para el cáncer más grave que tiene la sociedad española…

      Seguiremos asistiendo a más asesinatos y seguiremos, desde según dónde, intentando que no parezca violencia machista, sino simple violencia… Entre tanto mil una.

      Un abrazo, amigo. Muchísimas gracias.

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  3. No se si caben comentarios. Mil una, mil dos…, y subiendo.
    Abruma tanto la cifra que ya no valen ni las pequeñas victorias. Ni siquiera indignan las estulticia de todos y todas esas y esos que claman por la violencia intrsfsmiliar para negar los hechos.
    Mil una…

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    1. Y ¿qué pretenderán escondiendo el problema? ¿Será que son ellos? ¿Que se vacunan por lo que les pueda corresponder en su tanto de culpa?

      No alcanzo a entender la lucha que han emprendido contra la defensa de lo que solo cabe defender. No sé que ganan. Solo me sale ponerme en lo peor: ¿es que son ellos? O ¿es que no les parece tan mal?

      Estoy demasiado mayor para intentar comprender.

      Un abrazo, José Ricardo. ¡GRACIAS!

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