La presidenta y los paletos

Quienes tenemos ya cierta edad no podemos evitar mirar con un punto de desgana el plantel de primeros espadas de la política que nos va dejando la democracia.

Recordamos aquellos debates parlamentarios en los que se fajaban Santiago Carrillo con Leopoldo Calvo Sotelo o los discursos de Jordi Solé Tura o de Francisco Fernández Ordoñez en los momentos estelares de la construcción de nuestro entonces nuevo Ordenamiento Constitucional. Recordamos las intervenciones de Fernando Morán, ha muerto esta semana, que fuera objeto de todo tipo de burlas (¡cosas!) mientras consolidaba la entrada de España en las instituciones europeas y, con ello, en el concierto internacional. Nos sonroja ligeramente asistir a los encontronazos de polígono en los que se ha venido a convertir la actividad parlamentaria de nuestros días, pero los asumimos como parte del devenir de los tiempos, del fracaso de los sucesivos sistemas educativos o, simplemente, de la vulgarización de las instituciones que trae causa, entre otras, de ambas circunstancias.

Como no podía ser de otra manera, en el panorama político hemos tenido de todo. Ha estado Luis Roldán al frente de la Guardia Civil y Esperanza Aguirre al frente de casi todo lo que un ser humano puede enfrentar en política (ministerios, cámaras legislativas, comunidades autónomas…). Personas de todo pelaje que, en casi todos los casos, nos han enseñado cosas para bien o para mal, siguiendo sus movimientos, sus discursos o sus manifestaciones públicas. Incluso gente siniestra, como los propios José María Aznar y señora, o gente que se oscurece con el tiempo, como se podría observar de la trayectoria pública del presidente González. En fin, de todo.

Sin embargo, el tiempo parece haber jugado sus cartas del revés. Así, en lugar de consolidarse la gobernanza de las instituciones de la democracia con la experiencia y bagaje de los personajes que se han sucedido representándolas, se ha producido una depreciación insólita del capital humano llamado a dirigirlas. Y ello hasta tal punto que ha aparecido en escena Isabel Díaz Ayuso.

Isabel Díaz Ayuso es, simplemente, el horror. Únicamente le falta bizquear de un ojo para que su sola presencia imponga a quien la mira un miedo sobrenatural. Es como Álvarez Cascos, pero sin la presencia corpórea de un cíclope. Armada de un coeficiente intelectual imposible de determinar y pertrechada del atrevimiento que produce, como de suyo, la ignorancia, Isabel Díaz Ayuso dice cosas.

Todo el rato dice cosas.

Cosas y cosas.

¿La nueva? Esta de los paletos.

20200223_012523Si ya resulta sorprendente escuchar hablar de paletos a Isabel Díaz Ayuso (huelgan las explicaciones por su evidencia), aún lo es más si cabe escuchar el ‘razonamiento’ completo, porque Isabel Díaz Ayuso lo que dice es que son paletos (¡paletos!) aquellos que reivindican su origen y se ponen en modo de hacerlo valer. No es que piense yo que haber nacido en Zarzaquemada (Leganés) te convierta en algo diferente al natural de Ponferrada y que esa circunstancia otorgue a unos seres humanos especiales privilegios de linaje sobre los otros, pero ¿paletos? Pues dice la buena señora que es paleto el leonés que reivindica ser de León, el balear que se enorgullece de las Baleares, el catalán o el navarro que pone en valor sus señas de identidad para sentirse parte de un pueblo. Y les acusa, por más señales, de crear ‘falsas identidades’ allí donde no las había. Démosle un poco más de tiempo y sabremos lo que opina sobre gallegos, andaluces o castellanos.

Isabel Díaz Ayuso es la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ella no lo sabe, pero es una persona importante en el concierto de los pueblos de España y representa, precisamente, al que aglutina todas las identidades, las mezcla y las hace convivir en la fabulosa amalgama de orígenes y pareceres que son las grandes concentraciones urbanas. No lo sabe y se viste de chulapa en las fiestas de San Isidro para parecer un poco menos madrileña, supongo. No lo sabe y actúa, presa de su ‘paletez’, despreciando lo que ignora.

Despreciar lo que ignora Isabel Díaz Ayuso debe ser una tarea titánica. Vasta… inmensa.

(Otra: José Luis Martínez Almeida, que es el alcalde de Madrid, ha ordenado retirar los versos de Miguel Hernández del memorial que se construía en el cementerio de La Almudena, después de arrancar los 2.939 nombres de los fusilados contra sus tapias. José Luis Martínez Almeida, otro enorme paleto despreciando la oportunidad de representar la manera de estar en el mundo del pueblo de Madrid. A lo mejor el pueblo de Madrid debería despertarse del sueño profundo en el que está sumergido, pero esta… será otra historia.)

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

16 respuestas a “La presidenta y los paletos

  1. Por desgracia la politica hoy en dia se parece mas a esas peliculas que salieron y que salen representando 30 años en el futuro siendo un caos la humanidad, en este caso pienso que hemos vuelto al planeta de los simios ,esa imagen dan estos tipos de gobernantes pero yo sigo con lo mio en ese antiguo partido ( bueno no tanto primero alianza popular, luego lo suavizaron con ucd despues pp y pronto sera ciuda-pp o vox-ciuda-pp) no hay nadie que tenga una poca cordura y le diga a esa señora lo que le dijo el Rey Juan Carlos a Chaves ¿ por que no te callas? por que dan la impresion de ser tan fieles a sus siglas que todo lo que sale de sus bocas suena a gloria.

    Tenemos que reconocer que nuestros primeros politicos de la democracia de los dos bandos trabajaron sin tantos masteres por crear una España fuerte, pero lamentablemente la realidad de hoy es que tenemos demasiados politicos con masteres que no se si se dice asi, que son demasiado LISTILLOS que tienen solo una meta, pan para mi que los santos no comen.

    Tenemos una serie de television que se llama la que se avecina, pues la que se nos avecina a los Españoles es una muy gorda.

    Bueno estamos de carnaval y todo pega buen domingo y a disfrutar en Palma.

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    1. Eso es: ¡Carnaval! Personajes insólitos bagando por las calles como en The wlaking dead, pero que llegan a las instituciones y las ocupan… En lugar de a las calles de Nueva York, han llegado a la Carrera de San Jerónimo, a la Puerta del Sol, al palacio de San Telmo y bailan allí sus danzas macabras.

      ¡Carnaval! Esa dura experiencia de alcohol e impostura, de disfraces y risas, en la que parece que lo hemos convertido todo.

      Lo malo de esa evolución a la que te refieres, desde AP hasta PP-C’s-Vox, es que en ella solo hay involución. Al revés que en el mundo… O como en el mundo…

      Espero que tu disfraz de mejicana no haya dejado demasiada documentación gráfica. Pero, con todo… ¡a disfrutar!

      ¡Fuerte abrazo, amigo!

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  2. Pues mira, soy valenciano, de los que cree que ser mallorquín, catalán o del Roselló, creer que hay más cosas que nos unen que nos separan no me hace perder una pieza de ser valenciano y ya que estamos de ser español, ni dejar de ser tan manchego como el queso. En fin un paleto con todas las letras, pero vamos, con boina y todo, tipo Paco Martínez Soria.
    Sabes lo preocupante que dejamos correr esos discursos. Esos y otros. Los trivializamos, empiezan a ser como el hilo musical, ya ni les prestamos atención.
    Ya no tenemos ni memoria. Hoy es 23f. Hace 39 años estaban ahi, hoy siguen estando, sin tanques pero con ideas tan demoledoras como uno. Yo pasé esa noche en la Valencia de los paletos. Tuve miedo. Cuando oigo cosas, lo recuerdo.

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    1. En efecto, 23 de febrero.

      Es verdad: dejamos de hacer caso a determinados discursos (por aberrantes) y nos acostumbramos a ellos. Ya ni nos hacen daño a los oídos. Como bien dices, como el hilo musical.

      Los discursos y la plumas son más mortíferos que los tanques y las pistolas. Matan tanto como las guerras, y la desidia los hace crecer y expandirse hasta que toman la apariencia de ser de todos.

      Me niego a dejar pasar ni una sola de las aberraciones de la ultraderecha, ni una sola de las afirmaciones de personas como Ayuso que, como parece tonta (igual no es muy muy lista), se dejan correr, crecer y multiplicarse.

      En esa Valencia de los paletos Milans del Bosch hizo salir los tanques a la calle. Ahora los abascales, los martínez almeidas y las ayusos sacan tanques a la calle todos los días… Y no hay que dejarlos pasar.

      Un abrazo, amigo. Yo también tuve miedo.

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  3. A la política también ha llegado la configuración de obsolescencia.
    He trabajado en dos Colegios Profesionales, he tenido de compañero al jefe de protocolo del CSD. El protocolo es esa norma que te permite o permitía saber si el politico era imbécil o se volvía con el tiempo. Aquello de: el poder corrompe. A veces es duro conocer a los políticos cuando no los están mirando.
    Y llegan a la política porque obviamente la abstención en las elecciones es solo una resta en la participación. Creo que se me entiende.
    Ayuso es como una tia mía, ya fallecida. Se llamaba Marciana; pues eso.
    Martinez A. Ese que le pegó un balonazo a un niño en toda la cara y se quedó tan ancho.
    Otro: Tony Cantó y sus twitts, se pone a criticar al PSPV por el estado de las playas de Alicante y resulta que el responsable de la gestión es su propio partido. Eso es estar encima de la gestión.
    Y allí siguen..y cobrando todos los meses a base de gastar Portland en la cara, algunos mas azufrados que otros (tratamiento que lleva el cemento)
    Feliz domingo.
    Pd: Ayer vi la caja de un Ampli (música) y la marca era VOX ¡¡¡ vamos a morir todos !!!

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    1. Vox ha sido siempre una editorial dedicada a los diccionarios. Y dentro de nada necesitaremos uno que traduzca del extremoderecha al castellano y del castellano al extremoderecha.

      Debo decir que me cuesta muchísimo criticar a la clase política en su conjunto. En absoluto creo, ni que sean todos unos corruptos, ni que sean todos unos imbéciles, lo prometo. Estoy seguro de que hay gente valiosa en todas las formaciones y sostengo que todas las ideologías, cuando lo son de verdad, son respetables. Incluso juzgo inapropiado prohibir la apología del franquismo…

      Pero no puedo soportar que el discurso se vaya degradando como se está degradando, que a la política llegue cada vez gente más mediocre que, encima, tapa a la más brillante…

      No sé qué arreglo tiene esto. Pero hay que ponerse a ello urgentemente y quiero pensar que una de las maneras es no permitir que discursos como el de Ayuso campen por sus respetos sin que nadie diga: señora mía, eso es una rotunda gilipollez.

      Un abrazo, amigo. Sigamos hablando todo lo alto que nos dejen… sin gritar.

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  4. Compadezcamos a la doña, sitiada por la avalancha de iniciativas de sus socios y los logros funerarios de su colega Almeida, clasificador de cadáveres. ¿Cómo iba a quedarse ella sin esos minutajes mediáticos que ponen leds a su castiza filiación cuando la arquitecta del pin-pin-pin y el limpiador de poemas mugrientos se habían asentado en la mediateca merced a sus aguerridísimas propuestas? Pues eso. Paletos. Paletos leoneses, oigan. Y a protagonizar telediarios, diatribas en las teles bermellonas y aplausos de los camisasazules, que no ganaron la guerra para que encima se les desmande también el reducto peninsular interior.

    Si Teruel Existe, las patochadas de doña Isabel, también.

    Abrazos y a seguir disfrutando de la buena tarde dominical.

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    1. ¿Crees que las pesudo-declaraciones de esta mamarrachilla se deben a una estrategia de presencia en medios?

      Si fuera así me devolvería la fe en la clase política ¡Una estrategia de comunicación!

      Admiro tu fe.

      Bromas aparte, esa sucesión de mensajes simplones y recurrentes que constituyen el populismo de cualquier género llamando a los instintos más primarios del ser humano, sí constituyen una estrategia de comunicación. Y es devastadora para la inteligencia.

      No tenemos más remedio que hacerlas notar, mejor cuanto más contundentemente, de forma que nadie se pueda llamar a equívoco. Al menos, nadie que no esté verdaderamente empeñado en llamarse a equívoco.

      Gracias, amigo. Besos y besos, leoneses, marcianos, belgas, madrileños, murcianos y catalanes… besos y besos

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      1. No, no. No lo creo. Ni para diseñar estrategias es válida. Esta lerda tiene la capacidad justa para desenvolverse a trompicones en las cuatro reglas. Bebe de las mismas fuentes que Almeida, las de la memez. Pero sí creo que las vomitonas de sus compis ejercen un efecto que la impulsan a querer ser más bocachanclas que nadie. Otra cosa es que, quienes votan a semejantes calandrajos, quieran darse cuenta y actúen en consecuencia. Que tampoco lo creo; soy un optimista bastante prudente.

        Besos recíprocos.

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      2. Aquí yo más bien me muestro pesimista… sus votos van a seguir fieles por mucho tiempo, me temo.

        Otra cosa es que los demás, que seguro somos más, nos animemos a ir todos a las urnas a impedir que sean ellos los que ganen…

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  5. !!joder soy manchego de nacimiento y Turolense de adopción!! Y si yo soy un paleto , de lo cual me alegro ,por eso me siento aludido por la Sra de los concebidos no nacidos ,la amante de la contaminación y los atascos , me gustaría que este apunte le llegara a su corto entendimiento, sabiendo que no será así no me resisto a descojonarme ante semejante individua es uno de los pocos placeres que puedo permitirme, además en mi condición de PALETO , también puedo permitirme el aire limpio de los montes de Teruel y de mi pequeño huerto ecológico y familiar , ojalá señora secretaria de «pecas» no la veamos nunca por aquí , recuerdos para su compañero , salvador de Norte Dame , goleador en la cara de los niños y cohibido de profesión ante Ortega y Smith, por favor sigan siendo del PP por siempre ,tal vez algún día lo madrileños abran los ojos y les manden ….a la mierda ,feliz domingo de carnaval y del 23 F , creo que ya estamos vacunados

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    1. ¿Paleto? ¿Manchego y turolense? ¿Paleto? ¡Eso es más que paleto! ¡Hijo del queso de mezcla y del gazpacho de pastor!

      Pobre mujer… ‘buscando identidades dónde no las hay’ se ha pensado que no hay otra identidad que esa en la que milita… (por obvia la omito).

      Esos personajes siniestros de la política, todos esos que citas, viven en la convicción de que solo su linaje es puro…

      Y dan un asquito…

      Gracias, amigo Julián. Un fortísimo abrazo.

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