Jaque al Rey

A la sociedad española le ha dado un infarto.

Bueno, quizás una angina de pecho, que suena menos a mortal de necesidad. Una angina de pecho.

Por lo que tengo leído y escuchado, cuando uno sufre un accidente de esta naturaleza aprende cosas. Aprende que fumar no es bueno, que un coche tan grande no vale para mucho, que hay algunas personas con las que no merece la pena gastar demasiado tiempo o que con la tele que hay en el salón, aunque no sea 4k, le sirve de sobra para ver el Sálvame de luxe ese de los cojones. Aprende, en definitiva a disociar lo que importa de lo que no importa y a prescindir de esto último, porque valora demasiado lo primero.

Pues a la sociedad española, con esto del COVID-19 y del confinamiento que ha supuesto el estado de alarma decretado por el Gobierno, es como si le hubiera dado un infarto.

Miramos a nuestro alrededor y comprendemos la cantidad de sujetos y de adminículos superfluos de los que estamos rodeados en nuestra vida cotidiana. Nos preguntamos, por ejemplo, qué coño pinta sobre el aparador ese humidificador de puros con cinco Farias despeluchados y resecos, cuando se sabe perfectamente que nadie los fuma en casa. No los fumará… o al menos no esos.

Demasiadas cosas no nos hacen falta. Es la opulencia.

Perdido en estas divagaciones, obligado por el aburrimiento de estar encerrado entre cuatro paredes, en su televisión no 4k aparece el Rey. Y habla.

20200321_202315El Rey no habla de lo suyo, porque bastante tiene con sufrirlo para sí. No habla de lo de su padre, porque le da una vergüenza que se muere. No habla del coronavirus porque no tiene ni puta idea de qué decir sobre eso. Tampoco habla de España, porque ignora  a qué tendría que referirse exactamente, ni de los españoles, porque no sabe quiénes somos.

El Rey habla de nada.

Por detrás de su discurso hueco se escucha la cacerolada que se está produciendo simultáneamente en las ciudades más importantes del país. La gente ha añadido una ruidosa manifestación de desagrado a su majestad al aplauso diario a los profesionales sanitarios.

Mientras suenan las cacerolas, él, con el gesto sereno, la barba cuidada, la mirada perdida en el mar cristalino de algún paraíso fiscal y el porte impecable, irrumpe en nuestro comedor, agradece lo que ya todos agradecemos (solo faltaría que, encima, no lo hiciera) y lanza un ‘mensaje de esperanza’ que a nadie le importa un pimiento. 

Entonces usted mira al Rey, tuerce la vista hacia el viejo humidificador de puros y se dice: verdaderamente, hay algunas cosas que no sirven para nada.

Debe ser la opulencia.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

13 respuestas a “Jaque al Rey

  1. Antiguamente, hoy ya no cuando uno se casaba y ponia su casa en el salon se colocaba el mueble bar, que tenia de todo hasta un apartado para botellas ( por eso lo de mueble- bar) y por eso se decia tienes mas tonterias que un mueble bar, pues eso cosas inutiles , la casa del rey un mueble bar.

    buen domingo .

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    1. Jajajajajajajaja

      Con su apartado para botellas y todo.

      Otra institución superflua que algún día tendremos que repensar.

      Ahora no es el momento. Ahora todos a una a intentar acabar con esto. Pero con las menos gilipolleces posibles, que bastante tenemos ya con lo que tenemos y no nos hacen falta los ánimos impostados de su majestad.

      Un abrazo. Y ¡que llueva! Que eso sí nos hace falta.

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  2. Buena reflexión sobre lo superfluo, si realmente una monarquía no nos la podemos permitir, cómo nos dijeron los del P.P, hemos vivido con instituciones por encima de nuestras posibilidades, nos sobran organismos y nos faltan políticos, los últimos no en cantidad, que de esos tenemos, sino en calidad.
    Ya puestos también podríamos quitar algunos curas.
    La monarquía, nos costará más porque las infantas les salen monas ( hasta que crecen) y existe el Hola y Jaime Peñafiel.
    Desde el encierro, que ya no sé si estoy pasando una cuarentena o el Ramadán.
    Un abrazo a todos y fuerza.
    No os dibujo un arco iris porque estoy un poquito hasta el gorro de gilipolladitas.

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    1. jajajajajajajajajaja

      Agracemos desde aquí el detalle de omitir el arco iris… de corazón

      El Gobierno ya ha solicitado al Congreso la prórroga del estado de alarma, a ver para cuánto tiempo va a ser esto, pero se va pareciendo a nada de lo que hubiéramos vivido.

      Tiempo para reflexionar lo superfluo de las cosas. De tantas cosas.

      Luego, si tal, hablamos un ratito del Senado de España.

      ahora solo a aprovechar el tiempo y a mirar el Hola, a ver que nos van contando de la realeza y eso. Nobleza, famoseo… nos entretendremos con esto.

      Un abrazo, amigo.

      Suerte con estos días de zozobra intelecutal.

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  3. Sí, la verdad es que el «pobre» ha demostrado para lo poco que sirve. Y mira que su madre es la que mejor me cae de toda la familia. Creo que ha aprendido muy poco de ella.
    Si te pones a mirar las instituciones ves que hay una que flota como uno de esos globos brillantes. Brilla pero no pesa nada y se pierde en el aire. No afecta a nuestra vida del día a día.
    Hasra Isabel de Inglaterra, al menos, transportaba heridos en una ambulancia.
    En fin.. a escuchar como dicen números estadísticamente fríos.
    Acabo de ver una foto de unas manos ancianas, venosas, con manchas en la piel. Con la vía en la muñeca y el medidor de oxígeno en sangre en la otra, su peor «enemigo» cuando los números no son buenos.
    Paciencia y en casa.
    Suerte para todas y todos.

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    1. Para ti también, amigo.

      Esos globos brillantes de los que hablas debería, al menos, repensar el papel que les toca en la sociedad del siglo presente, porque cada día se parecen más a lo que heredaron de sus antepasados.

      ¡Un mensaje de ánimo! A estas alturas… sin un dato, sin una decisión, sin una referencia veraz a lo que está pasando en Europa y en el mundo… No es, simplemente, de recibo.

      Mucho que repensar después de esto. Pero, durante esto, mucho ánimo y mucha fuerza, que la sociedad española la va a necesitar.

      Un abrazo enorme y virtual, Javier.

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  4. Me quedo con el símil del mueble bar… Porque todos hemos vivido la amarga experiencia de ir a coger una botella de él (alguna de ellas llevan en casa desde que me case, hace 35 años), y encontrarlas vacías, evaporadas…. Eso mismo es lo que le pasa a esta monarquía…. Cuando hace falta esta vacía
    Cuidaos mucho, aguantad. Un abrazo

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    1. No puede ser mar gráfica.

      Y, completamente de acuerdo. Es esa botella que, cuando va y la necesitas… estaba vacía.

      Ahora nos damos cuenta de que no la necesitábamos tanto…

      Fortísimo abrazo, amigo. ¡Cuídate mucho!

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  5. Justo, me alegro de que estés bien. Lo que más me ha gustado es lo del Salvame. Nada imprescindible en esta sociedad ni en una televisión que se aprecie. Gracias por tus aportaciones en esta cuarentena. Un fuerte abrazo. Cuídate!!!

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    1. Gracias a ti, Santiago.

      En este rato tan extraño solo podemos aspirar a mantener la cordura, permanecer lejos de la enfermedad, ser tan solidarios como podamos y, puestos a verle el lado positivo, pensar en cuanto nos es prescindible y el tiempo precioso que gastamos en conservarlo.

      Espero que también tú estés bien.

      Un fuerte abrazo, amigo. Nos debemos ese café.

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      1. Amigo Justo, eso está hecho (ya sabes por dónde paro, sólo tienes que darme un toque), pero seguro que con un café solo no tenemos tiempo suficiente para comentar todo lo que habrá que comentar después de esta pandemia. Un abrazo

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