La vejez del pensamiento único

No hay pensamientos únicos en la izquierda. Ni falta que nos hacen.

La lucha feminista se separa de la lucha por la igualdad. Y tampoco pasa nada.

La gresca, por lo demás, no está en la calle. Es una pelea de políticas y periodistas. Una pelea entre el feminismo clásico y la lucha por la igualdad 2.0, que trasciende del sexo y se eleva al género.

Pero insisto en asegurar que esta lucha se libra en el parlamento, entre los socios y la socias del Gobierno, en las portadas de los diarios y en las tertulias de televisión donde, con mayor o menor acierto, los participantes escudriñan cuál es la edad en la que una persona puede decidir sobre su género y vivir conforme a él.

Es algo muy similar al debate que se vive en la Real Academia Española de la Lengua sobre la tilde diacrítica (al fin un debate de cierto nivel): debemos acentuar ‘solo’ sólo cuando funciona como adverbio. Pero ¿siempre? O ¿sólo si hay lugar a ambigüedad y se puede confundir con el adjetivo? Pues la Real Academia Española de la Lengua, después de haberlo hecho desaparecer y aparecer, acuerda esta segunda opción tras sesudas deliberaciones. Las demás personas sin embargo, permanecemos ajenas a la cuestión y escribimos ‘solo’ como nos da la gana, a pesar de que yo recomiende vivamente seguir las indicaciones de la Academia y colocar la tilde sobre la primera o solo cuando toque.

Recomiendo vivamente, además, no rasgarnos las vestiduras excepto cuando sea estrictamente necesario. Una reciente encuesta aseguraba que los varones españoles solo (aquí no toca la tilde) nos sentimos feministas en un 25%, pero creemos en un 50% en la igualdad de derechos de mujeres y hombres. Y eso es una gilipollez, porque la lucha feminista no busca otra cosa que la igualdad real entre hombres y mujeres (lejana todavía, pero menos).

Es verdad que la insolencia y la actitud supremacista de Irene Montero e Ione Belarra toca mucho los cojones y parece empíricamente demostrado que aleja de las posiciones feministas, no solo a los hombres que lo somos, sino también a muchas mujeres. Pero tienen razón ellas, aunque lo cuenten tan mal a mi juicio, porque su lucha no se circunscribe al feminismo, sino a la igualdad de derechos de todas las personas: también las trans, las gais, las bisexuales, las asexuales, las androginosexuales, antrosexuales, demisexuales, ginosexuales (y así hasta 37) que no son sujeto del feminismo en sí, pero sí de la lucha por la igualdad, por la visibilidad, por el orgullo y, en definitiva, por la extensión de los derechos de la mayoría a la totalidad.

Dejando a un lado a ese 50% de hombres no se muestran partidarios, ni del feminismo, ni de la igualdad real de hombres y mujeres (que, recordemos, son la misma cosa), esto es, dejando a una lado a los machistas recalcitrantes que ya se ven suficientemente representados por nuestra derecha, y a las mujeres que sufren del mismo padecimiento, que no son pocas, nos toca ahora a las personas normales (los que no sufrimos la degeneración que supone el machismo, quiero decir, o sea, a las personas normales) dejar de rasgarnos las vestiduras por la semántica y apostar por la igualdad.

Es LGTBIAQ+37. Sin escándalo, sin aspavientos. Nos asusta por desconocido, como parece que nos inquieta todo lo que no es igual (sea negro, marica, gordo o más feo de lo convenido en nuestros viejísimos patrones estéticos), pero no da miedo. Ningún miedo que cada una, cada uno, se sienta como prefiera en su género y en su orientación sexual y lo exprese sin más limitación. Igual que no asusta encontrarse un ‘solo’ sin tilde o con tilde.

El actual debate en las filas del feminismo solamente enriquece, hace avanzar en derechos, nos ayuda a reconocernos como una sociedad plural. Ya hemos aprendido que machismo no es lo contrario de feminismo: solo los idiotas (va sin tilde porque no hay lugar a ambigüedad: son los idiotas) creen que el feminismo pretende que la mujer sea superior al hombre, como el machismo viene predicando la superioridad el hombre a la mujer. Solo los idiotas y alguna persona muy interesada en mantener el estatus quo tal y como está. Aprendido esto, ahora nos toca aprender la siguiente lección: no hay un feminismo único, ni un pensamiento único a su alrededor, no hay una única categoría de luchadoras y luchadores por la igualdad. Además del sexo está el género y esta es una idea que no podrá procesar quien no sea capaz de racionalizar pensamientos complejos.

No encuentro la manera de explicar a según quién que una persona transexual forma parte del conjunto de las que conforman esa patria a la que tanto aseguran amar, les guste más o menos cómo haya elegido vivir.

No. No cabe el pensamiento único. No en la izquierda.

Las diversas formas de entender la lucha por la igualdad de las personas no puede generar desunión, sino riqueza. Y lo que hay en frente es el machismo. Y no hay equidistancia entre estas dos formas de entender la sociedad: simplemente, el feminismo no mata. Y esa es la tilde diacrítica de este debate.

Continuemos.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.


8 respuestas a “La vejez del pensamiento único

  1. El feminismo no es sino la equiparación en oportunidades, derechos y obligaciones, se sea hombre o mujer; luego, partiendo de allí, cada cual elige su camino. Pero últimamente se están confundiendo términos y metiendo en la saca feminista diversas maneras de entender la sexualidad que no son, exactamente, vindicaciones feministas y eso está fomentando un falso debate. O, al menos, un falso debate sobre el feminismo que lo desvirtúa. Y es lógico que las feministas setenteras, las que tomaron el relevo de las feministas republicanas, hayan llegado a ese punto de cabreo. En esta tesitura, que se acuse a Lidia Falcón de fascista, me resulta increíble; a ver si ahora nos van a repartir «carnés de» las señoras del gobierno en aras de un protagonismo que más se asemeja a una chirigota carnavalera.

    Buen domingo, compañero.

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    1. Sobre las formas insolentes de las ministras de Podemos no hay duda ninguna. Tampoco la hay sobre el sujeto del feminismo, ni sobre los objetivos que persigue.

      Podemos ha elegido el camino más difícil y todos lo podríamos llegar a entender si no fuera por la suerte de supremacismo progresista que exhiben estas dos señoras y esta que sube a la red videos sobre la conveniencia de haber abortado a Abascal.

      Es un falso debate, tal como dices, y no son avances de la órbita del feminismo las que vindican. Están en el siguiente paso, reivindicando la igualdad de derechos para todas las personas, añadiendo la condición de género a la lucha.

      El feminismo clásico no tiene por qué ofenderse por ello, su lucha sigue intacta salvo algunos matices (la transexualidad) en los que será necesario debatir mucho más para avanzar.

      Si alguien le quiere quitar carné de luchadora a Lidia Falcó, tendrá que demostrar demasiadas cosas que, desde luego, Podemos aún no ha demostrado.

      Hay que hacer de este un debate en positivo. Uno que permita avanzar en derechos. Lástima que para eso las ministras se tengan que olvidar de que en diciembre hay elecciones.

      GRACIAS, AMIGO

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  2. Tengo una amiga transexual desde hace muchos años. Puedo decir que se ha quedado con lo mejor de los dos sexos. Es mi compañera para ir al teatro, afición que compartimos.
    Por todo lo que me ha contado ella a lo largo de los años, entiendo perfectamente ese rechazo virulento de determinados «señoros».
    Mi heterosexualidad también tiene un rádar que permite detectar ciertas actitudes, esa camaradería de la que hace gala la ultraderecha (yo tenía un camarada entre todos el mejor) ese pecho palomo, siempre me ha sonado a «chupamela maricón» pero en privado.
    Alguien debería estudiar ese odio contra todo lo que sea diferente en materia de género y sexualidad. Un ejemplo: cierto general de la Guàrdia Civil, presuntamente comisionista, y su «curiosa forma» de cobrar sus favores con otros favores. Algo que por poco conveniente, supongo, no se le ha dado mucho bombo. Personas que no están muy cómodas con la opción sexual que la presión social les obliga a adoptar.
    Para no fijarnos en esos detalles SOLO tenemos que desviar la mirada hacia la RAE y sus tildes pasando de puntillas sobre esas cuestiones. Bueno menos si se trata de investigar algún periodista incómodo.
    No estoy de acuerdo, para variar, que las ministras de Unidas Podemos se expliquen mal. Ayer tuve la oportunidad de escuchar la intervención de Irene Montero en el Congreso el ocho de marzo, completa, sin ser manipulada recortando frases, totalmente contextualizada; se explicaba muy muy clarito. Luego ya ciertos medios lo cocinan como a ellos les interesa. En las manifestaciones del 8M qué fué lo importante para los medios, que un pequeño grupo pidiera la dimisión de la Ministra, lo que no muestra es que la mayoría las hicieron callar inmediatamente. O rizando el rizo que un grupo de chicas hablaran de Abascal, su madre con su derecho a abortar. Es gravísimo que una secretaria de estado se hiciera un selfie 🤳 con ellas; hay que escuchar ciertas intervenciones como las de Díaz Ayuso para comprender para que sirve la palabra cinismo. No sé si la madre de Hitler hubiese ejercido el derecho a abortar como sería el mundo. O mas cercano si la madre de Díaz Ayuso hubiese ido a Londres, la moda de la época, en lugar de ir a la Milagrosa a parir, qué habría sido de esos siete mil doscientos noventa y un ancianos fallecidos.
    En todo éste tiempo nadie se ha preguntado o no han querido exponerlo, que es posible que tengan razón.
    En aquellos primeros días de «efectos no deseados» se generó un ruido enorme. Luego resulta que solo ha habido reducción en las condenas mínimas. No sé si lo he comentado el caso de Lleida con la alarma generada por los Mossos al haber soltado a un violadot (siete violaciones) luego vas al mollar de la notícia y resulta que al violador le habrían soltado sin cambios en el CP en julio de éste año.
    Entonces es justo preguntarse, si son delincuentes tan peligrosos, una diputada del PP hablaba hasta de pedófilos que hay que tener cuajo teniendo el clero como lo tenemos, poniendo ellos sus mesas de propaganda en las puertas de las iglesias, porqué les aplicaron penas mínimas. Que clase de juez hace eso. Un delito sexual en si mismo es un agravante, nunca se debe aplicar una pena mínima. No hace tanto tiempo a los gays se les castraba químicamente, ni se lo pensaban. Parece que con las agresiones a mujeres no se usa la misma vara de medir.
    Y efectivamente nos vamos a la heridita que decía la ministra de Justicia, si además la agredida, abusada o violada se puede llevar ADN en las uñas mejor, ojo sin apretar mucho, no sea que algún juez, harto de porno, piense que es una parafilia de la víctima y deje suelto al violador o le aplique la mínima.
    En fin…
    Feliz domingo paellero. Abrazos.

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    1. La ministra Montero tiene un verbo fluido y convincente. Es su actitud de única poseedora de la verdad lo que toca los cojones. Y el hecho de meter en el Gobierno con calzador y jugando a la grande una disputa que no estaba aún en la sociedad es lo que ha tocado los cojones a una gran parte de los machos que habitamos las izquierdas. No es mi caso, ya lo avanzo.

      Anticiparse al pensamiento común es loable, la lucha por la igualdad de todas las personas es loable, conseguir que sean para todos los derechos de los que disfruta la mayoría es loable y, en política, las formas son imprescindibles.

      Una secretaria de Estado no habla de los abortos que hubieran podido ser, no porque no hubieran debido ser (de algunas nos hubiéramos librado), sino porque es una secretaria de Estado y para eso están los grupos de presión y no los partidos políticos. Desde el Gobierno se gobierna, no se inflama. Entender eso es crítico para gobernar, incluso en coalición.

      En fin, completamente de acuerdo con tu posición pero, cuidado, no sea que darle demasiadas armas al enemigo nos haga perder la verdadera batalla. Y se las estamos dando.

      GRACIAS, JAVIER. Fuerte abrazo.

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  3. Entiendo poco de feminismo, la verdad, sólo para salir del paso. Si me interesa l9que supone de lucha por la igualdad.
    No puede, por lo tanto, a mi juicio, desligarse del conjunto de luchas por la libertad personal o, si mejor se quiere por las libertades de cada una de las personas que conformamos esta sociedad que pretendemos justa e igualitaria.
    Es verdad también que es una lucha que se presta a la manipulación, a un lado y al otro, de los que bien quiere perpetuan un modelo patriarcal, y por ende represor, y los que pretenden avanzar.
    No gastaré palabras, Ayuso es un claro ejemplo de los primeros y de cómo manipular esos avances, pero si, en relación a los segundos, hay una cosa que deberían pensar, y no niego razón a las ministras de UP, pero si les pongo en su debe su falta de pedagogía a la hora de llevar al convencimiento al conjunto de los ciudadanos. No vale solo su convencimiento, no vale sólo su certeza de que ese es el camino y no lo vale porque dar la imagen de ser una élite en posesión de la verdad no sólo no nos hace avanzar sino que nos hace retroceder.
    La verdad lo es tanto la diga Agamenón o su porquero….. ¿cuál es la verdad del porquero?.
    A veces es conveniente pararse, oír y tomar impulso…..no hacerlo es dar pie a que, no entendiendo, sea más fácil oír el chiste y al oírlo no sólo nos reímos de él sino también de los que sufren tras él.
    La verdad es la que es pero la política no sólo es hacer leyes sino que es la obligación de que sean creíbles.

    Un abrazo

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    1. Completamente alienado.

      A veces me recreo en aquella frase lapidaria de que la política es el arte de lo posible.

      Si tenemos tantísima razón que perdemos el respaldo de la mayoría, habrá servido de muy poco tenerla. Y leyes cambian leyes, como decía tanto González, y cambiar las nuestras les va a costar un periquete y el aplauso de muchísimos.

      Pedagogía, tú lo has dicho. Imponer la verdad por cojones conduce a pocos sitios. A muy pocos. Y ninguno bueno.

      GRACIAS, JOSÉ RICARDO. Un abrazo muy grande.

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  4. Una «sola mente» (muy ocurrente el dibujo de Maripepa) suena a totalitarismo, suena a fascismo, suena a imposición. Una «sola mente» suena a aburrido y suena, intelectualmente, a pobre, muy pobre, paupérrimo. No hay riqueza ninguna en una «sola mente» pero, sobre todo, una «sola mente» es imposible.
    Leo a Justo, atiendo a Una mirada, pienso en lo que dice Javier y encuentro muchos matices, semejanzas y diferencias, reflexiono y me doy cuenta de que estoy de acuerdo con todo. ¿Tan difícil es ?
    Leo «Es verdad que la insolencia y la actitud supremacista de Irene Montero e Ione Belarra toca mucho los cojones y parece empíricamente demostrado que aleja de las posiciones feministas, no solo a los hombres que lo somos, sino también a muchas mujeres. Pero tienen razón ellas …» y es verdad, así me lo parece. Luego leo «No estoy de acuerdo, para variar, que las ministras de Unidas Podemos se expliquen mal. Ayer tuve la oportunidad de escuchar la intervención de Irene Montero en el Congreso el ocho de marzo, completa, sin ser manipulada recortando frases, totalmente contextualizada; se explicaba muy muy clarito. Luego ya ciertos medios lo cocinan como a ellos les interesa.» Totalmente de acuerdo pero antes he leído «Pero últimamente se están confundiendo términos y metiendo en la saca feminista diversas maneras de entender la sexualidad que no son, exactamente, vindicaciones feministas y eso está fomentando un falso debate» y me parece un comentario muy acertado. ¿Tan difícil es?
    No, no es tan difícil, no lo es para cualquiera que piense por si mismo. He ahí el problema: pensar por uno mismo. Hay tanto, tanto, tanto comentario interesado, tanta tergiversación, tanta manipulación, tanta gente dedicada a todo esto, a tanta cosa mala, que cualquiera que no piense por si mismo es presa fácil y con lo mucho que nos gusta a los españolitos darle a la lengua en la tasca o en la portería … el lío está montado, cuando en realidad lo más fácil e inteligente es, como bien ha dicho Justo, no rasgarse las vestiduras (deporte nacional). Serenidad.
    La lucha feminista es de justicia, está muy claro. La lucha por la identidad sexual es de justicia, está muy claro por mucho que nos choque. Que las mezclen, o no, que así deba ser, o no, es asunto de intereses políticos, partidistas, mejor dicho, nada más.

    Sobre la tilde: el mejor invento de la historia de la escritura.
    Que con algo tan simple, tan sencillo, uno sepa cómo leer o pronunciar toda palabra que se encuentre … eso no tiene precio. La tilde diacrítica ayuda, permite distinguir palabras que se escriben igual pero que tienen significados distintos. ¿Qué más queremos?
    Pero con esto me pasa igual que con lo anterior. Escucho a Serrat cantar que prefiere las voces de la calle a las del diccionario y me parece bien, me gusta, el idioma nace en la calle. Pienso después en lo importante que es para una mejor comunicación que todos sigamos las mismas reglas y entiendo la necesidad de una autoridad académica que nos guíe y aúne. Que nos aúne, eso es lo verdaderamente importante pero no hay que confundirlo con una «sola mente», ha de haber debate, ha de discutirse cada asunto. Hágase. Sin rasgarse las vestiduras ni en esto ni en lo otro.

    Un saludo a todos. A disfrutar de un buen día, que ya se aleja el invierno.

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    1. Razón. Más que verdad, razón. Y cada uno tenemos las nuestras y tratamos de exponerlas en un clima de aportar para mejor hacer criterio sobre las cosas. Tal y como te preguntas, no es tan difícil: esa es mi respuesta.

      En mi opinión (que no es una verdad) el debate que debería servir para mejor hacer criterio sobre algo tan tortuoso como la igualdad, se ha encrespado por razones espurias: a Podemos le hacía falta diferenciarse, al PSOE, le hacía falta reivindicarse, a los medios les interesaba mucho aflorar las desavenencias de la coalición, unos por vender, los otros por hacer el trabajo de sus jefes y debilitar al Gobierno lo más que sea posible.

      El debate es necesario en este punto. La gresca es la que lo desvirtúa hasta hacerlo perjudicial. Nada más sencillo que convertir en riña un debate. Y nada más provechoso, en este caso, para quien realmente está enfrente: el machismo más retrógrado y los partidos que lo representan.

      Ellos ganan. La sociedad pierde.

      Gracias, Sinmote. Tendrás que identificarte un día para saber al menos si eres hombre, mujer o pájaro, aunque en este orden del pensamiento poco importan cualquiera de las tres condiciones.

      Un abrazo fuerte.

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