La posición de salida de Carles Puigdemont respecto a la negociación para apoyar la investidura de Pedro Sánchez ha encantado a la derecha.
“¡Chúpate esa perro Sánchez!”, parecen haber pensado.
Y no les falta razón.
Feijóo, todo digno y cabal (para lo que le queda en el convento), ha sentenciado: ¡inasumible!
Y no le falta razón.
Que la gobernabilidad de un país dependa de un sujeto de opereta, así con pelucón, a casi nadie nos gusta, pero el arco parlamentario es el que es y el hecho incontrovertible es que (salvo que el Tribulan Constitucional dé la razón al PSOE en el cómputo de los votos nulos de Madrid) a Sánchez le hace falta el ‘sí’ de los siete diputados de Junts (y otro montón más de ellos) para alcanzar la confianza de la Cámara y ser investido presidente del Gobierno.
Puigdemont ya se sabe un actor de la Historia. Y reclama de sus posibles interlocutores el coraje de ponerse a su altura, a la que –piensa– nunca estuvieron, obviar la estructura jurídica del Estado español y someterse únicamente a los tratados internacionales sobre derechos humanos e individuales.
¿Eso es posible? No. Pero es negociable.
¿Lo sabe Puigdemont? Sí. ¡Pero se le veía tan orondo en su rueda de prensa…!

Sus cuatro condiciones del martes, como unas Tablas de la Ley 2.0 recibidas en directo de las manos de Moisés (legitimidad democrática del independentismo, mecanismo de mediación y verificación, abandono definitivo de la vía judicial mediante una ley de amnistía y sometimiento a los tratados internacionales sobre derechos humanos, obviando la legalidad de España), son además previas a la negociación. Son los requisitos que han de darse, como mínimo, para empezar a hablar.
Esos y dos huevos duros más, que esos son para luego.
“Puigdemont aprieta, pero no ahoga” han debido pensar en la fontanería de Ferraz: el referéndum de autodeterminación ya no está en estos cuatro mandamientos esculpidos en el trocito de desierto del Sinaí que el expresident se ha construido en Waterloo. Ya no hay ‘relator’ sino ‘mecanismo de mediación’. No hay un ‘no es no’. Las vías están abiertas: ‘la herramienta es el diálogo y el marco la constitución’, se han hinchado a repetir mandatarios socialistas.
¡Cuidado!
Otro hecho incontrovertible (al menos lo es desde mi punto de vista) es lo mucho que conviene a nuestra sociedad que el Gobierno de la nación siga siendo progresista y consolide los avances que, lo niegue quien lo niegue, se han ido produciendo en la pasada legislatura. Pero cuidado: no a cualquier precio.
Una parte demasiado importante de la sociedad española se remueve ante la idea de que los delitos cometidos como consecuencia del Procés sean, sin más, amnistiados, de tal suerte que parecieran sus protagonistas las víctimas y el Estado el victimario.
Es difícil explicar que la falta de capacidad política del Gobierno de Rajoy diera en los tribunales de Justicia con un asunto que era y es netamente político y que la consecuencia de tal judicialización fuera, ni más ni menos, que la cárcel para sus instigadores.
Aún es más difícil explicar cómo se elevó al de rebelión el tipo penal por el que se juzgó a sus responsables, en lugar de calificar los hechos por el de sedición (por el que finalmente se les condenó), de tal manera que hubiera correspondido al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña la competencia para juzgarlos (el juez natural), en lugar de al Tribunal Supremo, en Madrid, con tal de asegurar una sentencia condenatoria.
¿Justifica esto una ley de amnistía para los responsables de lo sucedido? Pensémoslo.
Porque la amnistía, como los indultos, no beneficia únicamente a los condenados o a las personas que cometieron aquellos delitos. Son medidas de gracia (con perfecta cabida a juicio de muy prestigiosos juristas en la Constitución Española) que se toman en beneficio del entorno social en el que se aplican, como ha quedado patente en el caso que nos ocupa con la normalización de la sociedad catalana después de aprobar los indultos (tan zafiamente criticados por la derecha española) a los condenados por el Procés. Como así sucedió con la Ley de Amnistía de 1977, que tenía por objeto la pacificación de la sociedad de un país que transitaba hacia la democracia.
Con todo, plegarse a las condiciones abusivas que imponga la parte más pegada a la derecha independentista catalana que representa el partido heredero de Convregència Democràtica de Catalunya para conseguir la investidura nos puede ofrecer cuatro años de gobierno progresista (si hay quien aguante esos cuatro años de griterío) seguidos de cien de gobiernos de ultraderecha que bien se encargarán de enmendarle esa plana al progresismo.
No a cualquier precio. Tomar decisiones frontalmente en contra del sentir mayoritario es sumamente arriesgado y hay que contarlo muy bien a riesgo de perder todo lo avanzado.
Porque en el relato ellos siempre nos llevan ventaja.
El dibujo es de mi hermana Maripepa
Manda huevos que este individuo, cuyo partido ni en la propia Cataluña hizo pleno, tenga en sus manos a todo un gobierno que ondea la bandera de izquierdas. Ni él podía llegar a más ni el PSOE a menos. Como bien apuntas, aceptar ese infame mangoneo puede suponer un suicidio. No hace falta hacer ningún referéndum para constatar que una gran mayoría de personas de izquierdas no tragan a este botarate; habría que preguntarse. ¿vale todo para seguir en el poder? ¿Incluso perder la dignidad?
Salud.
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En esa jodida tesitura estamos.
Y yo creo que no. Y creo que demasiada gente piensa que no.
Y no es solo por la amnistía de un asunto que jamás debió llegar a los tribunales. Es por lo que conlleva estar en manos de un sujeto como este, que representa un puñado de votos y se cree la reina de los mares, que sometería al Estado a una extorsión insoportable para no llegar nunca a su aspiración última…
Es pagar un precio que no se puede pagar. Sería carísimo en confianza de demasiados…
De acuerdo contigo.
¡¡¡GRACIAS!!!
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Gobernar si, pero no a cualquier precio, no podemos pactar con el diablo para gobernar por que eso es una muerte anunciada, y es preferible ponerse un tratamiento aunque sea doloroso y una vez recuperado salir con mas fuerzas que nunca a gobernar España, yo estaré equivodado seguramente como casi siempre pero al profugo ni agua, al profugo carcel y que pague su delito.
Y otra cosa a tener en cuenta, que como se empiece el melon ya no vamos a tener solucion por que en pactar con los independentistas que tenemos mas los que van a surgir si nos bajamos los pantalones va a ser la ostia,
mi opinion ayuda de puigdemon si pero a cambio de unos chuches.
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Ese es el enorme riesgo que Sánchez tiene que valorar.
Tomar según qué decisiones en contra del sentir de tantos puede conllevar desaparecer en las siguientes.
No me daría ningún miedo la amnistía (con todas las reservas) si fuera por lo que viene después: esa prisión permanente en manos de Puigdemont sería insoportable para un gobierno progresista.
El momento es muy crítico. Junts nunca dejará de pedir y sabe que si dejara de hacerlo quedaría en la irrelevancia.
Derecha independentista. Muy peligroso. El PSOE ha ganado en Cataluña y ellos lo saben. Tienen que resolverse. Pero lo pagaríamos todos. Y muy caro.
GRACIAS, AMIGO
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Bueno, primero vamos a pasar la investidura de Feijóo que ésta gente tiene el dinero de su parte.
Si en Madrid cuatro ricos se han ahorrado 1200 millones de euros gracias al gobierno de la ultraderecha, no creo que haya sido gratis, no se van a quedar mirando como una liebre los faros. Ya han sacado a los comandos, don señor X alias cal viva y don yo inventé la oficina de corrupción familiar. Dos buenos ejemplares de «sociolistos»
El referèndum, obvio que no lo pide. Saldría no y por una temporada larga el separatismo dejaría de estar en la agenda política. Creo que no votarían ni los separatistas de toda la vida, se quedarían en casa, como con el Estatuto. Están muy cabreados tanto con Junts como con ERC.
La amnistía, hemos tenido dos, ambas vergonzosas, en la primera la ultraderecha coló todos los crímenes que cometió durante cuarenta años. Yo desde luego no la pedí para eso.
De la de Montoro que decir, ofende igual que la otra.
A mi no me ofende que amnistien a Puigdemont, por mí como si le pintan un cuadro, no es que me guste, el y Comin me caen como el culo. Creo que amnistiados y con sus resultados electorales se vuelven irrelevantes. Y en la legislatura con lo que va a rugir la ultraderecha, dudo que se unan a ellos para votar contra el Gobierno.
Las negociaciones, tomemosla como una partida de Texas Holdem,
en el reparto al jugador Puigdemont le han salido dos ases, envida en el preflop y le sale bien (presidencia del Congreso, consigue formar grupo parlamentario).
Sale el flop, en ella hay un 3 .. bien sigue teniendo la pareja más alta de la mesa. Apuesta por todo lo que hay excepto el referèndum ( la CUP se ha ido al carajo y a ERC le duelen los golpes recibidos, pero es de izquierdas, no se puede permitir otra cagada como la reforma laboral)
Sale el turn, un rey, Puigdemont está tranquilo sigue teniendo la pareja más alta, envida para engordar el bote y su oponente lo ve.
Y por fin sale el River, otro 3. Puigdemont cree tener una doble pareja, sin embargo su oponente ha visto sus envites con toda tranquilidad.
Si su oponente tiene uno o dos treses (trío o poker) y Puigdemont lleva su apuesta hasta el final se repetirán elecciones, algo que a mí me parece muy poco democrático. Es muy probable que Puigdemont pierda diputados, incluso en favor de ERC. Si no envida y se queda en un… Bueno ya veremos, puede que la democracia gane la partida. Puigdemont siga en Waterloo tan irrelevante como hasta ahora.
En la cárcel sería un héroe, algo que nunca ha sido. Con la cara de cabreo que tenía Junqueras cuando comparecieron el uno de octubre, pareciera que el sacó la pajita más corta y le tocó quedarse a dar la cara.
Creo que quienes deberían estar procesados y no amnistiados, son los que provocaron que todo aquello pasara, el gobierno de M.Rajoy. Unos señores elegidos para hacer política, no para provocar a toda una Comunidad Autónoma y fomentar el separatismo porque eso les daba rédito en el resto de España. Aparte de apalearlos brutalmente por ir a votar hay que ver a qué se dedicó ese gobierno visto todo en su conjunto.
Quien tenga memoria recordará que aquello fué el «a por ellos» y la exaltación de un nacionalismo rancio del que se ha aprovechado muy bien la ultraderecha.
Ah el TC se llama ahora Tribunal prostitucional, dicho por el borracho violento que fué portavoz del PP y ahora disfruta de los precios del bar del Senado.
En ese nivel estamos, que les pasará a esos 30.000 votos nulos para armar tanto ruido en la ultraderecha. No serà que hay algún pufo. Es curioso que más del 10% de los votos nulos pertenezcan a Madrid. Ya nos enteraremos.
Feliz domingo y un fuerte abrazo
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Pues, a pesar de no haber jugado en mi vida al texas holdem, ni de tener idea alguna de lo que es el preflop, creo haber entendido el ejemplo.
Fuera de él, completamente de acuerdo contigo. Conducir a Puigdemont a la irrelevancia en la que ha estado instalado en su mansión de Waterloo hasta hoy en día, me parece la estrategia más inteligente. Y para ofendernos, ya están la amnistía de 1978, que trató de igual manera a víctimas y victimarios y la de Montoro, que facilitó capitalizarse al capital con pulcritud de quirófano.
Sin embargo, no creo que el motivo de no pedir en este momento el referéndum de autodeterminación tenga que ver con su seguridad de que el resultado sería NO.
Esto es irrelevante, porque sabe que el referéndum pactado nunca se celebrará: implicaría el reconocimiento de la posibilidad de una independencia que no cabe.
No lo pide porque sabe que es imposible, por la misma razón, acceder a él y quiere poder negociar la investidura para, entonces, volverse a investir él mismo como salvador de su patria pretendida y empezar a dar el coñazo otra vez: volver a la relevancia.
Los tres millones de euros que su formación cobra al año del Congreso por haber conseguido constituirse en grupo político, con escaños prestados, también están en juego.
Cierto que que han sido, el PP primero y el Gobierno de Rajoy después, quienes más han hecho por el independentismo catalán, y que cabría considerarlos como victimarios y a los indepes como víctimas, No me dolerían prendas.
El terrible problema es el coste.
Un abrazo, amigo. Gracias por tu reflexión.
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El Texas Holdem es como la vida. Cuando te crees que eres el rey del mambo, es cuando te llevas la sorpresa y te pegan el palo.
Un buen jugador es el que sabe leer las señales y renuncia a tiempo.
Es muy tentador tener dos ases y creer que eres el amo del juego, cuando dos humildes treses te van a llevar a la ruina.
El Texas se juega con dos cartas en la mano, ocultas, y cinco en la mesa que permiten multitud de combinaciones. Salen en tres tsndas, flop (tres cartas), turn y River. Ésta última puede hacer que todas las combinaciones cambien.
El preflop es apostar antes de que se muestre ninguna carta. En ese momento la mano de Puigdemont es la ganadora.
Ah, los tres millones se los queda el partido, los demás también. Por eso, entre otras razones, es tan poco democrático repetir elecciones.
Vox en 2019, de repente se encontró rico. Y el PP en la primera convocatòria el primer movimiento que hizo fué despedir a las secretarias que tenía en el Congreso… Con la segunda convocatoria salvó un poco los muebles, con la tradicional abstención de izquierdas.
Por desgracia en todo ésto hay algo más que los propios intereses de los ciudadanos. Hay mucho mar de leva ajeno a la sociedad y la democracia.
Feliz semana, abrazos.
Pd. Dimitió Rubiales.
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