Algunas cosas que importan

Cosa importante número 3

El Plan de pensiones sale a la calle.

Loco de contento (como no podía ser de otra manera), cuento que gracias a Trocaletras ediciones está ya en las librerías El plan de pensiones, mi última novela.

Nada que ver con los planes de pensiones entendidos en la forma habitual. Es novela en estado puro:

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La lectura del testamento  de Jesús Marco, un empelado de banca con la vida destrozada por la mediocridad y los sueños incumplidos, da noticia del desfalco monumental  que había perpetrado antes se largarse a dar la vuelta al mundo en un velero.

Antes de morir revelará las claves de su tropelía a un periodista amateur, Roberto Atienza, al que lanzará junto a su sobrina, Ascensión Marco, a la tarea de reconstruir su historia para contarla y localizar a los amigos con los que había compartido su vida para hacerles entrega de su inmenso legado.

La historia de Marco revivida por disposición testamentaria, su vuelta al mundo durante más de 30 años, su muerte en algún lugar indeterminado del océano, sirven para contar una realidad tortuosa: la de la angustia de las clases medias de nuestro país en las postrimerías del siglo XX e inicios del XXI, en los que todos éramos presos de una sociedad de consumo que no había contado con el género humano en sus cuentas de resultados.

Conseguidla, leedla, regaladla por reyes a esa cuñada que ya no sabe qué leer… Estoy seguro de que no os defraudará.

 


Cosa importante número 2

Cumplimos un año entero

La entrada de este domingo completa un año entero de opiniones en este blog. Lo han sido sobre los temas más variados, algunos de la actualidad, otros no tanto, algunos de política, otros de la misma vida.

Desde el principio me acompañan los dibujos de mi hermana. Ella es capaz de dibujar en cinco minutos todo lo que yo tardo una semana en parir… Y, encima, lo cuenta mejor que yo. Por eso me cae tan gorda, porque tiene todo el genio que a mí me hace falta. Esta es la razón de que me haya asociado con ella en esta aventura extraña… Yo  cuento, ella dibuja.

y también desde el principio, cada domingo me habéis acompañado en estas reflexiones. Diez o doce por aquí mismo, discutiendo, estando de acuerdo o en desacuerdo con mi posición sobre las cosas, que nunca es dogmática (o al menos nunca lo pretende ser) y que se hace más rica a medida que más se discute. Otros tantos por WhatsApp o por correo electrónico. Aun otros tantos simplemente en persona, charlando sobre los temas tratados y oponiendo argumentos que debí haber tenido en cuenta.

Hacer criterio sobre las cosas es lo más difícil del mundo y todas las opiniones que se han vertido por aquí ayudan mucho.

Ahora soy un año más listo (claro), pero con un punto más que por el mero transcurso del tiempo y de la experiencia. Soy un año más listo ayudado por todo lo que he leído por aquí, pensando por aquí, de las opiniones de todos. Eso es lo que te hace más listo: la oportunidad de contrastar tu opinión con la de muchos. Con eso es con lo que se hace criterio sobre las cosas.

GRACIAS POR ESO.

Seguimos en ello.

 


Justo García SorianoQuién dice que en agosto no pasa nada. Hace unos días me llegó la feliz noticia (al móvil, por supuesto) de que, una década después, Justo García Sorianoha reabierto su bitácora.

Tuve la suerte de conocer a Justo hace algunos años. Para los que no tengáis el placer, os diré que es un escritor madrileño afincado en Picón que ejerce de secretario en los ayuntamientos de Ballesteros y Alcolea de Calatrava.

La bitácora lleva por nombre La Elipa, en homenaje al barrio madrileño del que Justo fue vecino, y en palabras del propio autor: «es un cuaderno para impresiones, literatura y alguna ciber-copa».

Tico, como le conocemos sus allegados, inició el camino de autor eportada.jpgn el teatro, y dio el salto a la narrativa con La casa de Juanes, obra realista y costumbrista en la que muestra con gran acierto la brecha que existía entre la España rural y la urbana a principios de los ochenta. Ambientada en la provincia de Ciudad Real, La casa de Juanes relata una historia familiar de reencuentros y enfrentamientos con un lenguaje realista autorreflexivo y personal. Es el testimonio literario de una batalla final sin más armas que la tierra y lo que esta esconde. Podéis adquirirla, y deberíais hacerlo, en La casa del libro.

Y, otra gran noticia, Justo García Soriano no solo vuelve a la carga con su bitácora, está finalizando las correcciones de su segunda novela. En ella mete mano a las grandes corporaciones bancarias, y, como lector beta que he sido, os garantizo que dará mucho que hablar.

Por último recomendaros que, si os queréis deleitar con una prosa mordaz, brillante y honesta, paséis por La Elipa y por su página de Facebook: Pensaba por aquí.