Castizadas
Esto de Madrid va clamando al cielo.
Lo de la villa y corte va quedando en evidencia como lugar de consentidos y conentidas, prisioneros de las formas de una burguesía decadente que se niega a perder la preponderancia que sabe que le corresponde.
Lástima que la democratización de los medios de comunicación (no siempre loable) ponga en evidencia tan descarnada lo ridículo de esa sociedad que se cree dominante.
Burlesque en estado puro, este Madrid patoso y engreído que se cultiva ahora como si fuera cosa de la modernidad.
Pena de lo que fue. Más pena de en lo que lo andan convirtiendo.