
Justo Javier García Soriano (@justogarciasoriano en la versión informática).
La foto de la portada es del cabo de Palos. La tomé este verano (2016) navegando rumbo al estrecho de Gibraltar, a dónde no llegamos. Sé que está borrosa, pero si el mundo en general lo está en algún grado, no me pareció mal elegirla para ilustrar estas páginas.
Empecé a escribir en este blog hace pocas semanas, traspasando algunas entradas del que ya tenía (La Elipa), porque me pareció esta una herramienta un poco más profesional.
Esto siempre produce algo de pudor, me refiero a pensar que lo que uno tiene que decir pueda interesar a alguien, pero después de meditarlo un rato (tampoco soy yo de estos que le da demasiadas vueltas a los asuntos) resolví que las cosas que uno piensa es mejor decirlas que no decirlas. Y puestos a decirlas, mejor en voz alta.
No tiene pretensiones literarias, ni de convertirse en corriente de opinión. Solo pretende dejar por escrito el caudal de sensaciones que uno va percibiendo de la actualidad en la que no le está permitido participar. O de la realidad pequeña en la que sí participa.
Por lo demás, mejor cuántas más opiniones, mejor cuántas más críticas, mejor cuántas más personas se animen a dejar aquí dicho lo que piensan. Que, a pesar de que las redes sociales parecen haber resuelto esto, son pocos los espacios que uno tiene para opinar sobre las cosas.
Muchas gracias por leerme. Muchas gracias por opinar conmigo o en mi contra, muchas gracias por participar en este modestísimo proyecto de página de opinión. Vamos a intentar que se sepa que la opinión publicada no es la opinión del público. Y que la nuestra, en concreto, se pueda leer en algún sitio. Si además compartes todo esto por esta vía o vía Facebook (Pensaba por aqui), pues mejor que mejor.
Una vez más, muchísimas gracias.
El autor, con todo respeto.