Pensaba por aquí

—¡Feliz año!

—¡Pero si estamos a 19!

—Lo mismo da, hacía mucho que no te veía

—¿Qué tal tus fiestas?

—Hasta el higo, ya sabes: todavía tengo en la garganta el tufo del cordero

—Y con poca ayuda, no me digas más

—Poca, poca, ni los niños ya… Antonio, ni te cuento

—Ya, ya… me sé el cuentito

—¿Qué tal te ha ido a ti?

—Normal, familia… normal. Poco dinero, muchas comidas, un clásico de Navidad feliz. Nada que resaltar

—¡Viva Lalachús!

—¡Viva! No todo podría ser un coñazo.

—Y ¿qué tal el año?

—Es demasiado joven para que ya vaya mal. Los niños ya han vuelto al cole, todavía no hemos tenido bronca, el novio de Ayuso va a ir pa´lante, como dice ella y la cuesta de enero se deja llevar

—La economía…

—No vivimos tan mal

—No. Ni tan bien. Pero bueno, hay trabajo, los Reyes Magos se portan bien…

—Serán esos

—Sí, sí, esos, esos

—Porque estoy de la princesa marinera hasta los mismos ovarios

—Es tan mona

—Vamos no jodas, si se parece a Feijóo

—Que no, mujer, que es muy mona

—No importa: se casará con un cocainómano que se descojonará del mundo y aviado

—Dale tiempo. No sé cómo estamos de príncipes azules en las monarquías europeas, pero igual nos da para vivir otro cuento de hadas

—No veo el momento…

—Cómo eres

—Pues republicana, ¡cómo voy a ser!

—Malos tiempos para repúblicas

—Malos. Malos. Pero que por mí como si se casa con Puigdemont

—Jijiji… igual lo peina un poco

—Ni peinado

—Pues con Mazón

—¡Habrá que ser ruin! ¡Pues no suelta el tiparraco que Sánchez le da más dinero a los palestinos que a los valencianos! ¡Que si pides la ayuda en árabe te llega antes, ha dicho el cabrón!

—Y eso ¿es verdad?

—¡Cómo va a ser verdad, Mari, que pareces nueva! El Gobierno ha anunciado una ayuda humanitaria a Gaza por 24 millones, no sé a quién le puede joder eso. Bueno, sí que lo sé. A Valencia hay destinados 16.000 millones y más de 1.400 los han recibido ya. Es ruido, más ruido, mentira, más mentiras… es nuestra derecha, es lo que saben hacer

—A los gazatíes, de todas formas, parece que este año les va a ir mejor: ya hay un alto el fuego

—A ver si no lo escacharran: ahora anda Netanyahu jodiendo con la lista de rehenes

—Pero ¿no lo había aprobado ya el Gobierno israelí?

—Hoy lo vemos. Yo hasta que no lo vea no me lo creo. Tampoco sé qué habrá prometido Trump a cambio, no creo que el acuerdo vaya a salirle gratis a los palestinos

—Oye ¡que no hemos hablado de Trump!

—Ese personaje lo va a romper todo, ya lo verás. ¿Sabes que el anormal ha invitado a Abascal a su entronización y ha dejado fuera al Gobierno de España?

—Lo he leído, sí. Esa lista de invitados no tiene desperdicio. Da pistas

—Lo que le faltaba a la ultraderecha del mundo entero. Nos van a hacer jabón.

—¿Pueden?

—Si es de sosa, sí

—Ya veo. Abascal está llamando a sus fieles a agredir a los periodistas que no le son afines

—Un constitucionalista defendiendo el sagrado principio de la libertad de expresión. Ya te lo digo: nos van a hacer jabón

—Pueden, sí. Hasta los curas se han puesto gallitos ahora que el papa anda regulín

—Los tiparracos andan negándole la comunión a las parejas homosexuales, el ambiente les favorece, se envalentonan

—Van ganando. Vox sube hasta en las encuestas del CIS. ¿Tanto poder tienen las redes? ¿Tanto influyen?

—¡Y tanto! ¡Y más! Pero fíjate: el Diccionario de Oxford ha elegido como palabra el año la expresión Brain rot que viene a significar algo así como ‘podredumbre cerebral’.

—¿… y?

—Mujer, que parece que la sociedad se empieza a concienciar de que a todos estos cretinos digitales que solo consumen productos de TikTok se les ha reblandecido el cerebro… es como el primer paso para ponerle cura ¿no?

—Pues cura yo no le veo: dale un libro a mi hijo y entrará en shock

—Eso es un tratamiento de choque, hija mía, no seas bruta. Habrá que empezar poco a poco. Pero sigo diciendo que es revelador. Por lo menos el mal ya tiene nombre: brain rot lo han llamado. Podredumbre cerebral; el resultado del consumo excesivo de gilipolleces, especialmente en línea. A lo mejor los papás y las mamás nos empezamos a preocupar por la salud del cerebro de nuestros hijos y la nuestra propia, tan preocupados como estamos por la salud del páncreas o por el colesterol… un poner

—Optimista te veo; acuérdate de que aquí consideramos periodista a Vito Quiles, no lo olvides

—Lo sé, lo sé. Y enviamos a un activista de ultraderecha a cubrir la DANA de Valencia, ya lo sé. Pero Trump ha ganado las elecciones a base de bulos y fakes que consumen esos mismos cretinos digitales. A lo mejor se curan ahora que ya saben que lo suyo se trata

—No lo veo… no lo veo

—Ya… ¡Ni yo!

—Feliz año nuevo, querida

—Feliz año, sí.

El dibujo es de mi hermana Maripepa