Habíamos hablado de la xenofobia ambiente y de la desafección que producen los montoros de turno y los cerdanes (una lectura poco agostí, donde las haya).
Luego vino el fuego. Y España ardió por los cuatro costados.
Parece algo bíblico, joder.
Arden los pueblos, las vías de los trenes y el asfalto de las carreteras. Arden los ojos de los que miran sus casas calcinadas y sus calles negras.
Ardió la vieja panaderia.
Montoro no arde. Se ríe. Aún se ríe de usted y de mí. De quienes padecimos las subidas de impuestos que ingenió para que sus clientes soportaran menos presión fiscal. Basura. No arde. Esa basura no arde. Arden las casas de los pobres… que miran a Vox.
¡Oh prodigio!
El fuego purificador nos traerá a Vox y, con Vox, a los montoros que manipularán al Estado a mayor gloria de su clientela, sin un manchurrón de ceniza que sacudirse del traje de tres mil euros.
Porque ni aquella desafección ni las catástrofes (naturales o provocadas) que derruyen nuestras casas afilan nuestra inteligencia: nos embrutecen.
Si es verdad que la socialdemocracia ha muerto (verdad esta que solo parece habitar en mi interior), solo falta que el bipartidismo fracase para que la polarización destruya lo que conocemos de nuestra sociedad.
A mejor o a peor, que esto nunca se sabe, lo cierto es que a medida que los que nacimos por los sesenta del siglo pasado vamos abandonando el espectro del poder, las franjas de edad que se encaraman se han socializado en el descontento, en la crispación, en la dificultad para encontrar vivienda o en la desesperación de un salario que no permite formar una familia. Las desaparecidas clases medias en las que tan cómodamente nos veíamos instalados se sustituyen por generaciones marcadas por la “pobreza laboral”, un concepto emergente que agrupa a cuantos, aun cumpliendo su jornada laboral de cuarenta horas semanales (o treinta y siete y media), se ven obligados a compartir una habitación con derecho a cocina si quieren huir de la norma paterna.
Y la ultraderecha lo sabe.
Lo supo también Podemos allá por el 2011, pero para entonces aún estaba vivo el espíritu del 78 y la generación del Baby Boom todavía fuertemente asentada, sin ganas ningunas de dejarse vencer.

Así que después de este fuego purificador, Vox, sentado sobre sus tres grandes piedras angulares, emerge de entre las llamas para convencer a las clases más desfavorecidas de que el Estado ha fallado, el bipartidismo ha muerto, la Conferencia Episcopal ha abrazado el wokismo y Abascal y solo Abascal puede conducir a este pueblo a la victoria.
¿A qué victoria?
¿Sobre qué sillares?
Los apoyos de la ultraderecha (siendo que el discurso político apenas brilla siquiera por su ausencia) son, a saber, la estulticia de Feijóo (por cuya larga vida deben tener ocupadas todas sus oraciones), el descontento generalizado de las clases menos favorecidas (Vox se impone en las franjas salariales más estrechas) y el vocingleo sobre la preservación de la cultura hispana frente a la teoría del “gran reemplazo” para el que algunos iluminados han fijado ya fecha (2044).
Y es brillante.
Porque poner al penúltimo frente al último (al desheredado frente al inmigrante, que ese sí que no tiene herencia) funciona. Y funciona muy bien.
Y esa es, así mismo, la batalla que solo Abascal librará con éxito, la de la España, la de las Españas, la de la patria, la de las patrias, que significar, lo que se dice significar, no significa nada, pero que llena el intelecto hueco de esas personas para las que ser español representa el principio y el fin de las aspiraciones ideológicas que se permiten.
Como en el resto de Europa, como en el resto del mundo, el fenómeno se extiende también por aquí.
¿Por qué el inmigrante guatemalteco en lucha por conseguir sus papeles apoyó a Donald Trump pensando que el anti-estado sería el que resolvería todos sus problemas? ¿Por qué se extrañó cuando lo metieron encadenado en un avión con un destino incierto para sacarlo definitivamente del país?
Estos jóvenes que luchan por labrarse un porvenir en una España más justa ¿de veras piensan que es fuera del sistema como lo conseguirán?
El discurso anti-sistema está de moda. Fue el discurso de la extrema izquierda. Ahora lo ha adoptado la extrema derecha.
Hoy un “cayetano” es un revolucionario.
¡Bendito sea el Señor!
El dibujo es de mi hermana Maripepa
no tendrá algo que ver Feijoo en esto de los incendios? espero que no que solo intente aprovecharse políticamente echándole las culpas al psoe, lo cierto es que estamos quemando la política y al final pasara que llegara Abascal con el caballo y espada en mano y dejara España como va quedar la parte desafortunada de los incendios solo ceniza, pero bueno esto es así tenemos que sufrir las consecuencias de todos aquellos que tienen nublado el sentido (creo que por la fumigación a la que seguro nos han sometido) pero lo cierto y verdad que esto va mal, pero aunque veamos lo que ocurre en otros paises no pasa nada, como bien dices Trump gano las elecciones apoyado por la clase trabajadora que se estaban labrando un futuro en Estados Unidos y una vez apoyado y conseguido la victoria , cogió la escoba y barrio o esta barriendo a la mayoría de los que le votaron, con la esperanza que no iba a dejar de entrar a nadie mas, sin pensar que ellos también iban a ir fuera, pues eso, cuando las barbas de tu vecino veas cortar ya sabes…
buen domingo.
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Aquello del obrero de derechas ya no funciona. Ahora lo que no hay son obreros de izquierdas.
¿Estarán todos equivocados menos nosotros? O ¿nos mereceremos este futuro que auguramos tan negro?
Corren estos tiempos por el mundo. Y nos andábamos librando… pero no parece que ya vayamos a tener escapatoria… Corren esto tiempos. También por casa.
Abrazo amigo. GRACIAS
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Pues sí, se quema España, pero no toda, solo la España autonòmica del PP. Raro que en Valencia no arda nada, será que está todo aún muy húmedo (ironía a lo Óscar Puente, ellos ya tienen su zona catastròfica, Mazón ya está en la «reconstrucción» regar pasta que le permita una nueva mayoría, solo o con Vox) Lo llamo el EFECTO PRESTIGE, catástrofe, regar pasta y mayoría absoluta. Que se lo digan a Núñez Feijóo.
A Mañueco también le funcionó con la sierra de la Culebra. Un chaleco comprado en Decathlon y cuatro insultos bien vale una misa, en su caso comilonas y sueldazo. Eso sí comparecenos en un pueblo donde no hay incendio y manda el PP. Usando para la foto maquinària que se estaba usando para combatir el fuego en un pueblo donde manda el PSOE. Esta gente del PP para cumplir la Constitución o para comprobar currículums no sirven, pero para mentir y sembrar mierda son únicos. Adivina donde no manda ni el PP ni Vox. En Tarifa, mira tú qué casualidad. Por eso no aparece Juanma, no sea que le llamen hijo de puta y le creen un trauma.
Nuñez Feijóo pidiendo la intervención del ejército, como si la UME fueran churreros. Pero no lo pide diciendo: estos gilipollas de presidentes míos no piden el nivel 3:de emergencias (porque yo, que soy un astuto gallego y narcotraficante les he prohibido pedirlo) pero jodo a Sánchez a ver si se lo creen y rasco votos que Vox me come la tostada.
Me niego a esa equidistancia entre ultraderecha y ultra izquierda. En España no hay ultra izquierda, quizás alguno de esos que aparecen al final de los listados y que sólo sirven para quitar votos a otras izquierdas.
Vamos a colocar a cada uno en su sitio.
Vox ultraderecha racista y xenòfoba, el brazo armado del PP
PP Ultraderecha franquista de toda la vida. A los que le dejaron atado lo que importa. Ibex, Ejército, Monarquía y Justicia.
PSOE, como lo configuró Felipe González, derecha moderada. Contratos basura, educación concertada+concordato con la iglesia católica, ejército y jueces, un lavado de cara superficial y a funcionar. CFSE cambio de uniforme (tres) pero la pegatina con la bandera y la gallina en la culata de la pistola. Tres legislaturas tuvieron para hacer verdaderos cambios.
IZQUIERDA Aquí nos encontramos con algo muy español la naranja. La izquierda es eso una naranja dividida en gajos incapaz de unirse y entenderse entre ellos. Podemos tuvo su momento pero… Les dieron hasta en la madre, además del comportamiento de algunos como el gilipollas de las dos Coca-Colas en la bandeja de la comida en plena huelga de los trabajadores. Por no hablar de Errejonees. Eso la hace mucho daño. Igual que el PSOE, supuesta izquierda, mirando para otro lado en pleno lawfare a Podemos o IU. (Eso es imbatible) que coño le pasaría a Sánchez por la cabeza para decir semejante gilipollez.
De todos esos polvos esos lodos de los que te quejas Justo. Te dejo un video que habla de unos super mega ricos tecnológicos (creador de PayPal entre otras cosas) con su visión y futuro del capitalismo. A ver qué te parece.
Por cierto… Lo de Trump esperando a Putin en la alfombra roja y la posterior entrevista en Fox. Para que ir a ver las películas de Marvel si la realidad le supera. Por cierto sabes porqué entramos en la OTAN, si no lo sabes vas a flipar.
Feliz domingo playero, abrazos.
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Desde luego no seré yo este de la equidistancia entre la extrema izquierda y la extrema derecha.
Dos razones: en España nunca hubo extrema izquierda, una. Otra: esa supuesta extrema izquierda nunca ha pretendido quitarme nada, me ha dado cosas (eutanasia, ley del solo sí es sí, SMI…) mientras que la ultra derecha pretende quitarme lo que ya he conseguido gracias a la izquierda.
No obstante, no comparto en absoluto tu visión sobre el PSOE. No es un centro derecha moderado (aunque muchos hubiéramos querido que fuera más izquierda). La inmensa mayoría de los avances sociales de los que hoy disfrutamos se deben al PSOE e ignorar esto es mucho ignorar. Soy crítico con algunas de las decisiones del PSOE y con alguna de las omisiones, pero no se puede tachar al partido de derechista.
Tampoco ganamos nada gajeando aún más la izquierda. Yo más bien tiendo a criticar a la derecha. Mis opiniones sobre las meteduras de pata de Podemos las tengo en el armario, aunque solo sea porque ya hay mucha gente aireándolas y no hace falta uno más. Haberlas… las ha habido.
La unidad de la izquierda no es solo que Sumar y Podemos dejen de hacer el gilipollas. También se trata de aunar voluntades entorno a sí misma, con independencia de que ninguna de sus manifestaciones organizadas nos convenzan cien por cien.
Un abrazo, amigo. Gracias, como siempre, por tus aportaciones a esta página.
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Que es ser de izquierdas. Es ser una persona qué, aún teniendo solucionada la vida, tiene un valor, uno solo, que los demás tengan las mismas oportunidades de que ha gozado el. Quién se apunta a la izquierda porque le han jodido no es de izquierdas, en realidad lo divido entre gente decente e indecente. Ese «obrero» que vota a vox es un «qué hay de lo mío» que en cuanto lo tiene sale por patas y le importa un carajo los demás. Andalucia, los eres, cuánta gente que sin haber tenido derecho a sus beneficios votan al PP o vox y llaman corrupto al PSOE.
Felipe González era un profesional de la política como podía haber sido lampista. Pero de izquierdas ni era ni es. Eso no quiere decir que los militantes del PSOE no sean de izquierdas. Luego a la hora de votar qué haces, votas al capullo de la Coca-Cola o te vas a lo seguro, votas al PSOE y dejas que la izquierda se caiga. Cosa que ya sabe ella hacer muy bien sola.
lo de la entrada en la OTAN tiene que ver con el chantaje/amenaza de promover la independencia en Canarias. Jugarreta que nuestro: un aliado, un siervo un amigo, ya nos ha hecho otras veces con lo que pilla lejos de la península. Cuando me enteré me quedé flipando y diciendo eso de… No se puede ser más hijo de puta.
Política internacional, ya tú sabes brother. Deberíamos pedir a Cuba y Puerto Rico que se unieran a una especie de federación hispana, para tocar un poco los ous más que nada. Por cierto Canadá y México están firmando acuerdos. Mira el discurso del representante canadiense (Angus) en la reunión Panamericana.
Abrazos.
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En desacuerdo.
No creo que Felipe fuera un rojo peligroso (ahora ya sí que no), pero no era un hombre de derechas.
No se puede juzgar la transición con la cabeza del siglo XXI: ocurrió en el XX, último tercio. Perfecta no fue, obvio, pero la izquierda jugó su papel y lo jugó bien. Y a la izquierda debemos una sociedad que, no siendo perfecta, resulta muy vivible para muchos. Aunque aún no sean todos.
Lo de Canarias… no me lo sé.
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Aunque yo soy de la época de los 50 ,y recuerdo mayo del 68.creo que podemos hacer mucho ,muchísimo para revertir este desastre. Nos podemos LEVANTAR . Somos muchos.Podemos organizar nuestro mayo del 26. El problema solo es la pereza.
Enviado desde mi iPad
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Pasan más cosas, Chelines: en el 68 había clases proletarias y clases medias dispuestas a acabar con la falta de libertades y con la explotación laboral.
En el 2025 no hay clases proletarias ni clases medias con conciencia de clase, no hay falta de libertades y no hay explotación laboral tal y como estaba entonces concebida.
Es muy difícil mantener esta lucha viva en estos tiempos, por el quiénes y por el por qué, porque por más que se empeñen en vendernos una sociedad fallida, lo cierto es que vivimos en una sociedad francamente avanzada.
También es cierto que no todo está resuelto y que el descontento de las clases menos favorecidas es legítimo y hay que pelearlo. Pero lo que sí es seguro es que no será Vox el que venga a remediar las carencias de los que menos tienen.
Me ha encantado tu reflexión esta de que «El calentamiento global es debido al exceso de almas pecadoras quemándose en el infierno ya que, al ser la tierra plana y estar el infierno debajo de ella, se produce el efecto sartén»
Me la quedo.
UN BESO ENORME
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