El obispo auxiliar de Toledo, en su calidad de secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (que son todos los obispos juntos), se inhibe del caso de curita violador de Málaga, este que drogaba feligresas jovencitas y se las follaba, grabando las escenas escabrosas para su posterior disfrute –digo yo–. El obispo auxiliar de Toledo, Francisco Cesar García Magán, se ha mostrado sin embargo competente, alabado sea el poder de Dios, en el controvertido tema de la amnistía.
Y no es partidario.
Al obispo auxiliar de Toledo no le preocupa nada el avance de la ultraderecha a quien solo él y el Señor saben si habrá votado o no. Y en esta situación de ‘normalidad democrática’ estima improcedente la aplicación de tan extraordinaria medida, amén de recordarnos, entrelazando los deditos gordezuelos, la conveniencia de respetar la separación de poderes del Estado.
El obispo auxiliar de Toledo, ya saben, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, no presta demasiada atención a los curas violadores, no parece ser este su negociado, pero le alcanza el tiempo para confundir la velocidad con el tocino y mezclar el Derecho de Gracia con los dictados de los tribunales, como si al Gobierno de España, que este sí es de su negociado, le estuviera vetado su ejercicio salvo siendo a mayor gloria de Dios, esto es, para perdonar a golpistas de 23F.
Y yo me meo en el obispo auxiliar de Toledo, con perdón.
Amén del regocijo interior que me produce el punto de comicidad que vienen aportado las jerarquías eclesiásticas a la política, me escandaliza un poco (cada vez menos, bien es verdad) esta confusión que pretenden crear en la grey intentando hacer ver que una amnistía o un indulto son agresiones al poder Judicial cuando las utiliza la izquierda, porque nada se sabe que digan cuando es la derecha la que acerca o indulta presos de ETA, a golpistas de los de verdad o cuando bloquea el mismísimo Poder Judicial, por poner un par de ejemplos.
Pero dejemos a monseñor García con sus cosillas y vayamos a lo que es determinante en este periodo de ordinaria normalidad democrática.
Un concejal de Madrid propina tres hostiecillas al alcalde en pleno Pleno y dimite por chulo (y por imbécil). La violencia que Sánchez propicia. Un pasajero embravecido increpa y medio agrede al que ha representado al grupo Socialista en el Congreso durante la moción de censura a Pedro Sánchez en la que Feijóo convirtió su no investidura. La violencia que Sánchez propicia. Un obispo con altavoz reniega del Poder Ejecutivo. La lógica reacción: Sánchez lo hizo.
Y luego llega el Abascal este, con su chaquetita estrecha, amenazando desde la tribuna de oradores del Congreso a España toda con el derecho que dice que tiene la ciudadanía, y el deber, de defenderse de Sánchez. “Luego no me vengan con lloriqueos” exclama, “si tenemos que meterles un par de hostias a cada uno”, parece querer exclamar… pero esto es especulativo.
De entre obispos, chulos y matones, emerge el Parlament Catalá con una declaración tipo ultimátum: autodeterminación o nada, parecen decir, pero la redacción es tan alambicada que obliga sin obligar a poner las bases que hagan posible el estudio de unas condiciones previas que sienten las bases un anteproyecto, bla, bla, bla…
Un “sí es, no es”. Vivimos en un “sí es, no es” que ha convertido en grotesco uno de los momentos más críticos por los que ha transitado esta sociedad nuestra, tan rara, que abomina de macarras y vitorea obispos que silencian sus pecados, vota masivamente a Isabel Díaz Ayuso para que ponga macetas en los balcones de Madrid, fibrila cuando aparece el del pelucón (está engordando mucho, no sé si se han dado cuenta) y se escandaliza si le dan tres cachetes al alcalde de Madrid pero abriga la esperanza secreta de que otro día se las den a Pedro Sánchez.
Luego resultará que no pasará nada. Que no se romperán ni España ni la carita aniñada de Almeida, que la ultraderecha se quedará en casa rabiando en seco, que la amnistía de los cojones no costará ni una lágrima, que los obispos seguirán follando pintando monas… que la vida seguirá, respiraremos profundo y nos diremos: chacho, qué rato tan malo…
Lo que viene siendo España.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.
Pensaba por aquí 
Ave María Purísima…
Faltaba, para completar este cuadro de Corrala Celtibérica el irreductible de turno de la ICAR, capaz de visualizar una mota de polvo en pupila ajena y pasar de puntillas por la mugre propia. Cómo se va a comparar a un sacerdote tentado por Satanás que ya estará mortificándose con el cilicio por las violencias cometidas, con el grave resquebrajamiento de la España Una que las izquierdas filoterroristas-independentistas pretenden quebrar… Y, para colmo de las desgracias, a don Alberto le han dado con la puerta de Moncloa en la napia dejando la patria huérfana y, a lo peor, en las garras de quienes se han confabulado para destruirla.
Amén, don Justo. A pasar buena semana.
P.S.1- Me asquea Puigdemont, no soporto a Junqueras y empieza a caerme gordo Rufián.
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jajajajajajajajajajajaja
Parece que ninguno de ellos durará mucho más allá de lo que dure la amnistía (presunta y pecaminosa) que desinflame el ardor independentista. De momento, los 3.000.000 de euros que vale cada uno de sus grupos políticos harán decaer el ardor guerrero.
Y, entre tanto, el bueno de Feijóo haciendo las maletas y rogando que un hombre de bien (aunque venga de la clerecía) le dé una patada o un espaldarazo que lo libre de todo mal, incluyendo el procesamiento por el delito de deslealtad institucional que él mismo quería promover.
Y España sin romperse, y Feijóo soportando la humillación de no haber conseguido derogar el sanchismo y Sánchez fumando en pipa con sus negociadores en ristre y sin despeinarse.
Cosas tiene la política en estos días tan tontos… y tan divertidos…
Fuerte abrazo, amigo. GRACIAS
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La verdad, el curilla ese lo pone tan sumamente fácil que da hasta un poco de vergüenza contestar. Pero éste tío, jefe del negociado del perdón, penitencia y arrepentimiento se atreve a abrir la boca para hablar de éstas cosas. A la institución de la iglesia se le atribuye una gran inteligencia por mantenerse por más de dos milenios. Creo que se ha mantenido gracias a haber acaparado ciència y cultura (El Nombre de la Rosa, Humberto Echo) y procurar mantener en la ignorancia de todo tipo a la mayoría de la gente.
En nuestra guerra civil perdieron los maestros y ganaron los curas. Aquello de que la gente estudiara y se informara no era «santo de su devoción».
Ésta noche estuve viendo unos capítulos de una serie antigua de RTVE; Turno de oficio (1985) Concretamente el capítulo tres, estaba flipando, creía que estaba viendo a Irene Montero. Lo recomiendo absolutamente. No sé en qué momento caímos en el pozo, lo atribuyo al shock producido por la burbuja inmobiliaria. Aquello generó una enorme cantidad de desertores de la ESO que luego se dieron un enorme batacazo. Son esos que ahora tienen a gala no leer ni los carteles y eso tiene un efecto contagio. (La última intervención en TV de El Loco de la Colina).
Lo que dijo Abascal creo que es un delito.
En cuanto a la moción de censura, perdón, la investidura, pues que decir, toma los dos items anteriores y resulta más fácil entender como los españoles somos capaces de hacer el imbécil. Un percebe que sabe perfectamente que no tiene los apoyos para formar gobierno, gastando dinero de los españoles para promocionarse en su partido, como remate del año que llevaba.
Si cuando los diputados se pusieron a patalear e insultar a Sánchez, la presidenta del Congreso hubiera actuado con la misma rapidez que en el Ayuntamiento de Madrid, expulsandolos, creo que tendríamos una legislatura que no de vergüenza ajena.
Lo de la entrevista en TVE hecha en la calle al que justificó la violencia ejercida sobre el «Sr Feijóo, de ganador a ganador» diciendo que Sánchez prostituye la democràcia porque no vota a Feijóo para presidente,, precisamente para que derogue todo lo que ha hecho Sánchez, parece que vive cabalgando en flipy. Igual que la imagen de Cuca Macarra con la barbilla rozando el suelo, justifica bastante lo que hace y dice ésta gente.
El problema en realidad, no són ellos, son los once millones de personas que votarían a Feijóo o a una bombilla, lo que les pongan.
Puigdemont me cae como el culo. En general la alta burguesía catalana, separatistas desde sus tiempos de Cuba. No he tenido buenas experiencias con ellos. Ya lo dije, donde viva Puigdemont me trae al pairo. Que se les amnistíe me parece bien. Sobre todo para evitarnos ese cuestionario incómodo, del que nadie habla, que el TSJE ha enviado al gobierno preguntando sobre el Procés.
No es la primera vez que éste tribunal tumba a todos los tribunales españoles como si fueran fichas de dominó.
Y entonces si se nos iba a poner a todos cara de imbéciles, incluido Felipe y su discurso insultando a los catalanes el tres de octubre. Que ya lleva unas cuantas meteduras de pata el gachó.
Volvió el verano, feliz domingo
Abrazos.
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Los poetas también la perdieron.
El momento histórico que el obispo no entiende (¡claro que no lo entiende!) va de evitar que él mismo y los de su puta cuerda vuelvan a apoderarse del poder político. Del otro no se desprendieron nunca.
No lo ve, pobre miserable, porque ha estado a punto de recuperarlo todo y el país le ha parado los pies dándole una patada en el culo de Feijóo.
El atrevimiento de afirmar que estamos en una coyuntura ordinaria que desaconseja intervenciones extraordinarias es como el intento de Feijóo de convencer a los españoles de que no gobierna porque no quiere. Mentiroso, chamullante, embaucador… ¿a cuántos habrá convencido de que es verdad? ¿Alguien cree que Abascal le hubiera seguido apoyando si pacta con CiU (hoy Junts) o con el PNV? ¡Mentiroso!
Los maestros y los poetas le han dicho que no. Y los asalariados, y algunos albañiles, dos o tres mil funcionarios… le han dicho que no.
Pero seguirá mintiendo y convencerá a otros cuantos.
MENTIROSO, decadente, espero que se quite pronto. Que lo quiten ya.
Gracias, amigo.
Abrazo enorme.
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Chismes, nada más que chismes.
Curas, cachetes, chulerías, banderitas, nada más que chismes de una clase política que ha perdido de vista su función, su razón de ser: el bienestar social, el bien común.
Cuántos problemas sin resolver, cuántos miedos tan próximos, cuántas cosas por mejorar, cuántas por afrontar … y nuestros elegidos y, lo que es peor, quienes los elegimos preocupados por palabrerías y gestos, chismes y más chismes. ¿Hay alguien trabajando en el montón de cosas que importan?
«Luego resultará que no pasará nada». Ojalá. Y que sea cuanto antes.
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Al menos eso pienso yo.
Nada, a parte del ruido insoportable que nos harán escuchar. Por lo demás nada.
Lo peor es que son tantos los chismes que ya se han convertido en la forma ordinaria de hacer la política.
Veremos si, en realidad, no pasa nada y volvemos a lo cotidiano, donde lo cotidiano sea el bien común… viejo concepto.
Gracias, amigo.
Fuerte abrazo.
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