—¿Qué es un oligopolio?
—Una perversión del mercado. Es cuando unos pocos muy poderosos se ponen de acuerdo para dominar un sector de la industria, o del comercio, para evitar la competencia, imponiendo sus precios o sus condiciones a los posibles compradores o usuarios sin que nadie pueda competir con ellos.
—Ya; y se lleva muy mal con los mercados libres.
—Una perversión más del libre mercado.
—Pues nos están montando otro.
—Tal cual… sí. Y este de bancos.
—Como si no tuviéramos bastante con el de las eléctricas.
—Ya te digo.
—Y ahora ¿qué quieren?
—Ganar más.
—¿Más? ¿Se puede ganar más?
—Ya ves que sí. Ahora el dinero de España lo van a manejar tres tipos. Dos tipos y una tipa, para ser más precisa. Y ellos y ella van a ser los que decidan si te dan un préstamo, si financian a uno o a otros, o si la hipoteca la vas a poder pagar o no. Un oligopolio en toda regla. Entre tres. Para mucho, mucho, mucho tiempo.
—En Cataluña, entonces, ya no quedan bancos ¿no?
—No.
—Y ¿no les acojona?
—Pues igual este nuevo BBVAS deja de financiar indepes.
—¿No habrán montado todo este pollo, precisamente en estas fechas, para acojonar al sufrido votante?
—¡Y qué sabe nadie!
—Pues no hay quien lo entienda, hija.
—Pues no.
—Bueno, todo lo de Cataluña es difícil de entender.
—No tanto ¿no?
—¿Si gana Illa?
—Eso da igual. El caso es si gobierna.
—Y ¿si gobierna?
—Sánchez se corona emperador de las Españas. El procés a vía muerta, Puigdemont retirado de la política, legitimados los indultos y la amnistía. Y Sánchez a ocupar el trono de la inmortalidad.
—Y ¿Si no?
—Repetición de la jugada: otros cuatro años de gobierno independentista en Cataluña, más reivindicaciones, más trifulca en el panorama nacional, parálisis de las instituciones, medidas de gracia adoptadas desde un mal cálculo de probabilidades. Nada. Repetición de la jugada.
—Chica, ¡qué agobio! Otros cuatro.
—Esta noche lo vemos.
—Bueno, sí… Igual que vimos anoche lo de Eurovisión. Oye ¿qué había hecho el chiquete ese de Países Bajos para que los echaran?
—Pues no lo han contado. Comportamiento inadecuado, dicen. La policía anda investigándolo. Se ve que el tal Joost Klein se pasó con una trabajadora de la organización… No lo han contado. Pero es singular que Eden Golan se haya mantenido como una de las favoritas hasta el final. Que yo ya sé que aquí lo que se valora es la calidad del producto musical en su conjunto, pero siempre se ha dicho que la política influye mucho en Eurovisión. A ver si va a ser que ese rechazo mundial a Israel, por lo de Gaza, no es tan mundial como se quiere hacer creer.
—¿Será solo ‘musical’?
—Nada es tan plano.
—Ya. Tú siempre estás con lo de la gama de grises, instalada en esa cosa ecléctica de que todo se puede ver desde mil puntos de vista.

—No, siempre no. Con lo de Zorra en Eurovisión y con lo de los toros, por ejemplo, no: lo de Zorra, bien en el puesto 22. Lo de los toros, maltrato animal. Ya está.
—¡Vaya, hombre! Con eso te tenías que poner absoluta…
—Lo de Zorra y lo de los toros, ¡maltrato animal! No le des más vueltas.
—El ministro de Cultura piensa como tú: se ha cargado el premio nacional de tauromaquia.
—Claro.
—Pues yo no le veo tan claro. A muchísima gente le gusta.
—Claro. Y las ejecuciones en la plaza pública hacían las delicias de la ciudadanía. Y en Roma, el circo era la bomba: gladiadores que acababan devorados por leones… ¡menuda fiesta! Hay tradiciones que se terminan y ya está. ¿Sabes por qué?
—Por qué.
—Porque son barbaridades. Insisto: maltrato animal. Urtasun ha hecho lo que tocaba.
—Pues no lo veo así. El toro no sufre y está en igualdad de condiciones que el hombre.
—Ya, ya, ya… Ahora es cuando me dices eso de que tu cuñado dice que las banderillas se las ponen para quítales presión y que no les duelen ni nada. Y yo todavía no he visto un torero desnudo, a pecho descubierto, enfrentándose a un toro… Ni lo voy a ver nunca. Ni querría…
—Qué lío todo… Me voy a hacer un Sánchez: llámame el viernes.
El dibujo es de mi hermana Maripepa
Eso de los oligopolios me suena mucho, la banca, las lonjas de cereales, ganaderia, frutos secos, conejo, leguminosas,porcino etc, eso es los señores que no sudan el conseguir esos productos ponen el precio, ahhh es que los compran ellos, pues eso oligopolio.
En cataluña me parece que acertaras un poco mas de lo mismo, y no pasa nada pues que bien ala 4 añitos mas viviendo a cuerpo de rey como el señor puigdemon que no se de que se mantiene en su retiro, mientras no pensemos con la cabeza que es esa parte del cuerpo que va sobre los hombros no tenemos nada que hacer, ¡con lo facil que es, veras te voy a dar la solucion (claro que me vas a decir que no ) se presentan a unas elecciones un grupo de partidos legitimos que elegimos democraticamente y de todos ellos uno sale ganador pues ya esta los demas a hacer oposicion y a los siguiente 4 años que intenten mejorar, otra formula vamos a tener los dos mas votados solucion una segunda vuelta y volvemos a decidir, esto seguro que no nos vale pero te imaginas cuantos chupopteros y corruptos elimiariamos ? muchisimos, y yo creo a mi corto entender que es democratico.
Eurovision un negocio bien montado, claro que si el genero que presentas es bueno tienes mas posibilidades , aunque no entiendo mucho si la ganadora tiene buen genero.
Buen domingo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Todos los sistemas electorales tienen sus más y sus menos… Lo de la segunda vuelta es más bien para presidentes que para parlamentos, y sin pactos, las mayorías no hay forma de conformarlas en este universo de pluripartidismo tan complejo.
Es jodidísimo esto de tener que negociar con tantos. Y es más jodido aún que los tantos, todos ellos, quieran cada minuto dos huevos duros más.
Eurovisión: pan y circo… ¿Cómo nos van a votar los ingleses si no quieres devolvernos el Peñón? Es lo que llevo oyendo desde niño, cuando la echaban en blanco y negro.
Veremos que pasa esta noche… lo veremos…
Fuerte abrazo, amigo. GRACIAS
Me gustaMe gusta
En otros tiempos la mujer barbuda era una atracción de feria, un espectáculo circense, pero un día la mujer barbuda ganó Eurovisión y todo lo demás dejó de sorprendernos.
Sin acritud, que no la tengo (casi al contrario), el día del orgullo gay se queda corto comparado con Eurovisión. Ni me molesta, por supuesto, ni me sorprende pero no deja de ser algo llamativo. Supongo que soy viejo.
Como no deja de ser llamativo algo que tampoco nos sorprende ya: el fanatismo une y mucho.
Han conseguido convertir la protesta contra la barbarie de un genocidio en una guerra política, derecha e izquierda. Como siempre, la fanática derecha se unió con suma facilidad, dando a Israel más votos que a nadie en una competición “musical”, una canción que, si no es por esa protesta (de lo más digno que se ha hecho en mucho tiempo), no hubiera ganado ni a la Zorra.
Da que pensar. Puede que no sea tan bueno eso de dejar al público que decida. Puede sonar menos democrático pero no asomarían tanto los fanatismos.
Las votaciones tomadas por razones de conveniencia, amistosas, vecinales, políticas, etc no son nada nuevo en Eurovisión. Recuerdo la última edición que presentó José Luis Uribarri (voz de Eurovisión para los españoles), fue adelantando, acertando los votos que iba a dar cada uno de los países. Supongo que por eso fue su última vez.
Pero lo de ayer no era cosa de jurados, fue el público. Por poco gana Israel. Vergüenza.
Ya ocurrió con Ucrania aunque en esa ocasión estuvieran con los “buenos” (sin pasarse).
Escribió Mariano Moreno: “Sí puedo reconocer la influencia que los toros han tenido en el arte (Sabina, Vargas Llosa, Serrat, Picasso, Vallejo, García Lorca, Almudena Grandes, Aute, Agustín Lara, María Félix, Orson Welles, Ava Gardner, Goya, Hemingway). Lo que no veo es el arte en los toros.”
Es doloroso no estar de acuerdo con tus ídolos. Con tus referentes. No exageremos, que no soy yo muy de idolatrar.
De Cataluña hablamos mañana. Estoy harto de hacerme ilusiones, muy harto de confiar en la sensatez.
Saludos, amigos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Coño, se me ha olvidado, aunque sólo sea mencionar, lo que más nos afecta: los malditos oligopolios. Y de la banca hablamos, nada más y nada menos. Tiemblo pensando en ello.
Entre energéticas, bancos y comunicaciones … bien agarrados nos tienen. Nos pasamos la vida hablando de libertades y no nos damos cuenta de que cada vez somos menos libres.
Habría que colgar del Pirulí a uno de cada sector, uno gordo, que se vea bien desde la calle O´Donnell, que tiene mucho tráfico. Ganas dan de sacar a pasear las guillotinas. Sólo así cambiarían las cosas.
No sólo no ocurrirá sino que además nos lo acabarán pintando como algo bueno para todos. Ya sabes, la fortaleza de nuestra banca, la competitividad, bla bla bla.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Oligopolios… Moraleda nos ha relatado unos cuantos, de los que nos joden la vida marcándole a los agricultores el precio al que pueden vender lo que ellos nos venden después al que les sale de los cojones… Oligopolios.
Y toros, y música… y pan y circo. Israel casi lo gana… me pregunto si le parasar igual a Puigdemont.
Es un tiempo raro. Pero mañana serán otras rarezas nuevas y estas quedarán en el olvido. Y la banca… ¡Ganará!
Por nuestro bien.
Un abrazo, amigo
¡GRACIAS!
Me gustaMe gusta