Escribió Albert Camus que no llamar a las cosas por su nombre agrava la desgracia del mundo.
Así que genocidio. Sin paliativos.
Benjamin Netanyahu estaba tan asediado por la justicia de su país acusado de fraude, soborno y abuso de confianza en un proceso que se inició en 2020 (tres procesos judiciales en realidad), que impulsó y logró la aprobación de una ley que limitaba las competencias de los jueces de su Tribunal Supremo. El propio Tribunal Supremo ha tumbado recientemente la pretendida reforma judicial (ya con el genocidio sobre Gaza en marcha) pero, antes de ello, las movilizaciones contra su persona concentraban a decenas de miles de israelitas agrupados bajo el Movimiento por la Calidad del Gobierno de Israel. No gustó a Netanyahu esta protesta popular que duró más de treinta semanas y le hizo bajar drásticamente en su posición en las encuestas. De forma que a nadie de por allí extrañó que se desoyeran las advertencias sobre un probable ataque de Hamas que, finalmente, se produjo como de todos es sabido aquel fatídico 7 de octubre, hace exactamente un año (menos un día).
Se ve que la mejor manera de mantenerse en el poder es mantener al país en guerra. En una guerra brutal de la que contar los muertos resulta insoportable y ya hoy en día se contagia a toda la región.
Libia, Siria, Irán, entran en el conflicto, de la mano de Hezbolá unos y con el objetivo de su potencia nuclear en el otro, con el petróleo de fondo (Irán supone más del 5% del crudo mundial), ante la esquiva y atenta mirada de China. Otros mil quinientos muertos. Quizás dos mil quinientos (cuentan que más de cien podrían ser niños y niñas). Y explosionando buscas y walkie talkies.
La visión estratégica no parece tener mucho que ver con el enfrentamiento israelita-palestino. Al menos no solo. Dominar el Medio Oriente. El resto del mundo contra el chiismo fundamentalista. Una gran alianza con Arabia Saudita con hegemonía de Israel en la región. Netanyahu se aprovecha de la debilidad estadounidense para afianzarse y el programa nuclear de Irán molesta gravemente a los objetivos de ambos. A Europa le molesta. Al primer mundo le molesta. A China no.
La ambigüedad se cierne sobre la política exterior de los países del primer mundo y el derecho internacional humanitario se diluye como un azucarillo ante la barbarie desplegada por Israel que, por la fatalidad, parece perseguir un objetivo que a nadie ofende esencialmente. A lo mejor queremos que Netanyahu, perseguido por la justicia, por el sentido común, por la Corte Penal Internacional, por la conciencia cívica universal, siga siendo el primer ministro de Israel.
Y ¿sabe dónde no asoma ni un indicio de ambigüedad? En el dinero. El dinero está feliz. La noche que Israel bombardeó posiciones de Irán, las cuatro grandes petroleras ganaron veinticuatro mil millones (Exxon Mobil 12.309, Conoco Philips casi 5.000, Chevron 4.500, EOG Resources sobre 2.400) . Veinticuatro mil millones en 24 horas. Las armamentísticas quince mil (en concreto Loockeed Martin 5.000)*.
Así que el genocidio continúa. Naciones Unidas sabe, pero no contesta. O, lo que es peor, contesta, pero nadie está a la escucha. O lo que es un drama: la ONU ya no sirve para nada. Europa sabe y contesta, pero a varias voces. Estados Unidos sabe y contesta con una voz elocuente: sí, Netanyahu sí. Y el genocidio continúa.
Porque un palestino muerto no es como un ucraniano muerto. Y cuando se multiplica por cincuenta mil, el resultado aritmético sigue siendo el mismo; no es igual. Nos cuesta identificarnos definitivamente con un palestino, mucho más que con un europeo, por lejos que viva. Yo que sé… son más oscuros… o su Dios no nos pilla confesados.

Y así, el genocidio sigue. Los gritos de no a la guerra han cesado en las calles o se escuchan en voz baja. El chiismo fundamentalista nos toca los cojones. Netanyahu también. Norteamérica pierde posiciones en el mundo. Oriente Medio tiene claves y petróleo. La amenaza de Trump parece una broma, pero tampoco Harris lo dice tan claro. El dinero no está preocupado (bien al contrario).
Netanyahu gana. El dinero gana. El genocidio sigue.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.
*Fuente: Prisa
Si esta claro que es el negocio de la guerra, aunque no tiene explicacion racional esta claro que es asi, se destuyen ciudades muere gente ( siempre la misma) se destruyen colegios, edificios de mucho valor historico pero no pasa nada porque? facil primero hacemos negocio con el armamento, despues sigue el negocio con las ayudas humanitarias ( que aunque parezca que no, hay mucha mafia ) y luego la reconstrucion , la equipacion de edificios recomposicion de calles, conducciones etc. Mucho negocio mucho dinero a los bolsillos de los potentes, ¿ y a los que han muerto que se les les hace? ¿ se les devuelve a la vida para vivir con lujos ? pues no, se quedan enterrados para siempre, claro si lo miramos desde otro punto de vista todos aquellos que mueren suben al cielo a disfrutar ese supongo bienestar celestial.
Vamos a intentar que los politicos sean buena gente y ayuden a terminar con estas guerras que desbordan los bolsillos de los de arriba a cambio de tanta ruina destruccion y muerte .
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Vamos a ello, sí.
Vamos a ver si el interés público, aquello que vinimos en llamar el bien común, se pone un rato por encima de los intereses de estos pocos a los que tan bien les va la destrucción.
Parece una utopía… pero es que lo es.
Un abrazo enorme, amigo. GRACIAS
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Llevo una semana sin encender la radio. Me produce tanta impotencia escuchar siempre en la primera entrada el número de muertos, no del día, del último rato.
Prueba a relacionar en FB las palabras sionistas+judíos+terroristas+genocidas.
A los tres segundos te sale un mensaje diciendo que si no borras eso te escabechan la cuenta. No es necesaria ninguna denuncia ya actúa y rápido FB y su sistema de espionaje de oficio. No se cortan un pelo.
Acabo de leer una nota que decía: Según la progresión de su fortuna Elon Musk alcanzará el billón cien mil millones en tres años. Más que el pib de Arabia Saudí.
Esto se parece cada vez más a los comics de Marvel, el Joker, el millonario que desea dominar el mundo.
Cuanto daño hizo Fernando Vll y sus sucesores. Dejaron el mundo en manos de unos sociópatas enfermos de codicia. Ayer hablaba con una amiga que vive en Malta, me dió dos «noticias» alucinantes. Una que en España no se puede tener más de una vivienda y que Biden ya había botado a Maduro; flipas. Le comentaba que en estos conflictos no hay buenos ni malos como nos adoctrinan las películas de Hollywood, ya desde las películas de esos salvajes indios qué que cosas, hablaban español y quienes serían los que les enseñaron a montar a caballo tan bien.
Todos son malos, el cáncer del mundo, USA, que tiene un conflicto con cada país que tenga petróleo 🛢️ y gas. Mientras este se pague exclusivamente con dolares alli estaran ellos. Por cierto, el conflicto de Irán les ha pillado con las reservas bien cargadas. En el otro lado China y las Brics, Rusia, Iran, La India, todos países muy de fiar. Irán le vende drones y misiles a Rusia, ahora solo falta que convenza a Rusia para que amenace a Israel con un pepino nuclear. Se lie la de dios y se reinicie el planeta con las hormigas como especie dominante.
Feliz domingo, abrazos.
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¿Conseguirá Irán constituirse en una potencia nuclear?
Ese nuevo orden que se pretende en Oriente Medio ¿servirá para que el primer mundo siga consumiendo combustibles fósiles a un precio asequible?
¿Deberíamos procurar el mantenimiento a toda costa del status quo, aunque tu amiga ‘sepa’ que en España no se puede tener más de una vivienda?
Estamos en un lío más gordo del que parece. Y no nos vamos a escandalizar hasta que el mercado deje de procurarnos móviles de última generación y frutas en un estado razonable de conservación.
Teniendo en cuenta que móviles y coches eléctricos son el negocio de China y que de EEUU nos traemos poca cosa ¿qué coño nos importa que la hegemonía resida en un lado o en otro?
Yo ya no sé contestar a estas preguntas. Solo sé que la respuesta no vale 60.000 muertos, aunque el más allá los aguarde con once mil vírgenes.
Fuerte abrazo, amigo. GRACIAS
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60.000 muertos, la mayoría mujeres y niños. Para qué quieren 11.000 vírgenes.
Aznar y sus mentiras costaron 500.000 niños muertos en Iraq, aquí estamos y está el, diciendo que Israel debe ganar la guerra.
Abrazos
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Pelín de asco, sí
Pelín de asco.
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