En Gaza no solo se muere por los bombardeos o por la falta de tratamientos médicos o las enfermedades.
En Gaza se muere de hambre también. El hambre es un arma de guerra. Un arma doblemente eficaz, porque no mata solo por sí misma: ayuda también a matar a los francotiradores que esperan a los hambrientos en los centros de distribución de alimentos. Porque en Gaza, los centros de distribución de alimentos los gestiona una fundación norteamericana operada por soldados israelíes y contratistas privados de los Estados Unidos.
En Gaza está pasando todo. En Gaza se termina el derecho internacional humanitario para siempre. Y la Comunidad internacional ha dicho amén.
No es solo Gaza. En toda Cisjordania los colonos de los territorios ocupados han perdido los límites (los pocos límites que tenían ya) y destrozan casas, atacan al ganado, cortan el agua o matan, amparados por el ejército norteamericano. De esto se habla poco porque la barbarie de la Franja eclipsa cualquier otra barbarie.
Así que Netanyahu y el complejo de culpa de Alemania por el Holocausto están reinventando la guerra: hoy se puede asistir a la aniquilación de un pueblo con el mundo entero como testigo. O no; o en realidad no estamos reinventando nada, sino reescribiendo la historia y concediéndole al pueblo judío el derecho a aniquilar, como recompensa por haber sido aniquilado.
La memoria como obstáculo moral ha aniquilado aquella superioridad ética de la los europeos nos creíamos dueños.

Y, ni medidas del Tribunal Internacional de Justicia (enero 2024), ni Convención de Ginebra, ni hostias. Solo Netanyahu, al abrigo del silencio de Alemania, de Austria, de Eslovaquia; del puñado de países europeos que siguen de perfil mientras la barbarie se perpetra; de Rusia, de China, de sus vecinos árabes. Solo Netanyahu con la complicidad activa de Donald Trump, cuyos socios del ramo de la construcción ya han diseñado la Gaza que el mundo desea como balcón del Mediterráneo.
No. No es solo repulsión. Es haber perdido la conciencia. Eso o el reconocimiento de que jamás la tuvimos y bastan un par de indeseables para demostrarlo mientras el mundo mira y dice. Decir se dice… Hacer no haremos.
El Departamento de Estado de los EEUU veta la entrada al país de los diplomáticos palestinos para impedir su presencia en la Asamblea General de la ONU que se celebrará en pocas fechas (en la que Francia lidera una iniciativa para el reconocimiento de un Estado palestino). Porque Donald Trump está en disposición de decidir quién asiste y quién no a la Asamblea General de la ONU y solo la jefa de la diplomacia europea, junto con el ministro francés de Exteriores y Pedro Sánchez, han pedido públicamente que se reconsidere una medida que, en definitiva, viene a confirmar que el que manda es el que manda… y ningún otro.
“Europa necesita un revulsivo moral. Los europeos tenemos una visión de nosotros mismos que no se corresponde con la realidad: nuestra pretendida superioridad moral se ha esfumado en Gaza. Los valores han desaparecido. Europa ha perdido su alma”, ha dicho Josep Borrell durante la clausura de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. No puedo estar más de acuerdo.
Sin números, sin datos: ambas cosas conmueven los cimientos de cualquier civilización mínimamente evolucionada. La inacción de la comunidad internacional, particularmente la inacción europea es insoportable. Es un genocidio. Es el exterminio de un pueblo ante los ojos del mundo.
Netanyahu, Trump; Trump y Netanyahu… y demasiados otros. Demasiados otros.
Está ocurriendo un exterminio.
No son buenas noticias.
Todos los demás lo saben.
Y eso tampoco esa es una buena noticia.
El dibujo es de mi hermana Maripepa
Si vas a Port aventura y disfrutas de atracciones como dragón kan, estás financiando el genocidio de Gaza.
Port Aventura está participado en algo menos del 50% por un fondo de inversión llamado KKR, judío. Tiene participación en empresas como el grupo Orange, si contratas ver el fútbol con su plataforma, también contribuyes a esa financiación.
Donde les duele a los judíos, en la cartera. Si vas a Mercadona y compras patatas mira el origen, quizás ponga Israel. Bueno un genocidio no se para con palabras, ni con onus, al que, por cierto, ya deberían estar cambiando de sede y reformando sus estatutos. Nada de privilegios a ningún país. La cartera, expropiar cualquier activo que posean cualquier empresa relacionada con Israel, ese ejército que ocupa territorio palestino. Esa medida si les duele.
Estos judíos o sionistas o como les quieras llamar, perros judíos no, sería insultar a un animal tan noble como el perro. Puercos les cuadra ya que, al igual que los musulmanes, no comen cerdo. Expropiar, como se hace a Rusia, quizás si comenzara un país como España fuera la primera ficha de dominó que arrastrara a otras. Eso, ya que Trump lo ha puesto tan de moda, en lugar de prohibir la entrada de productos agrícolas provenientes de territorios ocupados. Directamente poner unos aranceles del 1000%. Israel domina el agua desde que se apropió de los altos del Golan. Hasta la última mandarina israelí se cultiva con ese agua.
Desde luego ponerle cinco fragatas delante no va a solucionar nada. Tampoco entiendo muy bien que la Unión Europea quiera poner sanciones a Irán. Yo no entiendo a que juegan nuestros políticos europeos. EEUU ni es ni ha sido nunca un amigo y aliado. Es un ejército de ocupación cómo lo es Israel. 275 bases militares y cien mil hombres lo demuestran. Además es un narcoestado desde que financiaba la contra nicaragüense con el tráfico de cocaína. Trump quizás ha derrumbado, quizás, la cuarta pared, y ha mostrado su verdadera cara, un dictador codicioso y sanguinario. El mismo Trump lo dijo hace poco, le gusta verse como un dictador y por esa vía va su comportamiento. Como «aliado» a estas alturas nada se puede esperar ni de él ni de su país. Que cada día se parece más a la Alemania de la tercera dècada del siglo pasado. Y no es que entonces EEUU fuera un «duro enemigo» del régimen hitleriano precisamente.
y… Ni Netanyahu ni su gobierno ni los que ocupan territorio palestino, muchos con doble pasaporte y se hacen llamar «estado» tienen nada que ver con el holocausto, que también hay que recordar que no solo fué a judíos.
Feliz domingo, abrazos.
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Intuyo que poderosísimas razones económicas y estratégicas impiden actuar económicamente con contundencia contra Israel. Y ¿sabes qué? Qué todas esas razones tan poderosas me importan un huevo.
Ni un día más.
Parar el genocidio es la prioridad primera. Si ha de ser por las malas, sea. Si ha de ser por las malísimas, sea también.
La memoria del Holocausto no puede ser una traba moral para impedir a Netanyahu aniquilar a un pueblo.
GRACIAS, AMIGO. Un abrazo.
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No, no son buenas noticias, parece mentira que en los tiempos que vivimos todavía se permita estas barbaries, y que los mas poderosos multipliquen sus ganancias, con la masacre de tantas personas, de verdad totalmente increíble, tenemos solución ?, seguro que no, puesto que los intereses creados son mucho mas valiosos que la vida de tantas y tantas personas que están muriendo unos reventados por la bombas y otros de hambre.
Incomprensible.
Buen domingo espero que esto acabe cuanto antes.
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Esperemos que acabe cuanto antes, sí.
Resulta insoportable.
Tantos intereses creados no pueden justificar esta barbaridad… por cuantiosos que sean.
Esperemos a la cordura… si es que alguien cuerdo queda en este juego macabro.
GRACIAS AMIGO. Feliz vuelta a casa.
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