Uno lee la prensa (me refiero a la prensa que es legible), mira las noticias (también las mirables) y escucha los informativos que salen por las radios que son escuchables. Ciertamente uno selecciona, porque siempre es posible caer en la trampa de Vicente Vallés y, de repente, colegir que vivimos en el estercolero en el que Vito Quiles pretende hacernos creer que vivimos.
Aún tras la cuidadosa selección de medios y ya habiendo bloqueado en el WhatsApp al conjunto inabarcable de imbéciles que me enviaban basura; teniéndome yo por persona medianamente informada y habiéndome dotado por mi provecta edad (y algo de lectura) de la capacidad de formar juicio crítico sobre los acontecimientos, me asalta cada mañana la pregunta:
¿En qué coño de España vivimos?
Hay convocadas para hoy dos manifestaciones de la ultraderecha española en el entorno de la calle Ferraz (madruga, Dani, para sacar al perrito). Una es a las 12:00 y otra a las 13:00, la primera bajo el ingenioso lema ‘Mafia o democracia’ (¡cómo le gustan los ripios a los anormales estos!) y la segunda, hasta dónde sé, sin lema. Ambas persiguen el honroso fin de denunciar la vida insoportable a la que el presidente del Gobierno en persona ha sometido a cada español, convirtiendo nuestro día a día en una exasperante búsqueda de la cobertura de nuestras necesidades más elementales. Alimento, cura (de la curar, digo), oxígeno, electricidad…
El encarcelamiento de un exministro del PSOE (de uno que se ve que era un chorizo, no de cuarenta), ha convertido el panorama nacional en insoportable, el aire en irrespirable, el ambiente en intraspasable, el Congreso de los Diputados en una jaula de grillos.
¿Un exministro? ¿Una señora que ponía correos electrónicos en nombre de la mujer del presidente? ¡Joder! ¡Sí que se nos ha puesto fina la piel, después de los gobiernos de Aznar! Debe ser que mantener en libertad a Cristóbal Montoro (veremos si no lo libran al final después de haber estafado hasta al Congreso de los Diputados) les da fuelle para clamar contra la corrupción ajena.
¿Estamos de verdad en esa España?
¿Usted lo puede soportar? ¿Le ha llegado para el café de esta mañana y afronta el domingo con la intuición de que podrá comer en familia algo más que monda de patatas cocida con agua del grifo? ¿Cree que podrá salir a la calle sin miedo a que lo atraque un exministro del PSOE?
El bobalicón de Feijóo andaba intentando convencer a los empresarios catalanes para que empujaran a Junts a presentar una moción de censura, que a él no le salen los números porque no quiere. Junts se ha descojonado, claro, y le exige (a Feijóo) que pida perdón a los catalanes por ser tan tonto. Este pobre debe ser el único en España que no sabe que no va a ser presidente del Gobierno. Y, entre tanto, Abascal refuerza su estructura xenófoba fichando a través del sindicato de Vox a los líderes de Hacer Nación.
Esto solo es la derecha haciéndose más derecha. La extrema derecha haciéndose más extrema derecha.
Hacer Nación, ahora trasvasado a Solidaridad (que así se llama por el esperpento el pseudosindicato de Abascal), nació allá por el año 2000 con la xenofobia como único principio ideológico, por no considerarlo una patología. Un grupúsculo minoritario que fluye ahora a posiciones más relevantes de la política patria con el fin de afianzar su discurso al abrigo de una organización con más presencia y más futuro.
No hay problema. No es más que la ultraderecha haciéndose un poco más ultra o, por mejor decir, destapándose un poco más la cara para mostrar con un poco más de nitidez sus patologías.
Y no hay miedo. Se terminó el miedo.

Ahora que cuando los jueces hacen el ridículo quedan públicamente en evidencia y que, por lo tanto, por dura que tengan la cara o dudosos que sean sus orígenes, tendrán que sujetarse las togas antes de cometer las tropelías que han adquirido la costumbre de cometer; ahora que cada vez que Miguel Tellado abre el pico provoca la carcajada multitudinaria de las personas normales; ahora que exigir con ese aplomo impostado la inmediata dimisión del presidente del Gobierno (por vez mil quinientas) solo mueve a compasión; ahora, ahora, es el momento de sonreír displicentes y entonar aquel mítico ‘ladra chucho, que no te escucho’ para seguir con nuestras vidas. Dignas. Con la única preocupación de que nadie nos la pueda arrebatar.
¿Mafia o democracia?
Es verdad. Una moción de censura nos sacó de la mafia y nos devolvió a la democracia. No seáis copiones, hombres de Dios: hace ya un rato muy largo que casi nadie se cree nada de lo que venís repitiendo desde el primer día.
Esa España de la que usted me habla no es el país en el que yo vivo.
El dibujo es de mi hermana Maripepa
Esto ya lo sabíamos, estában esperando un desliz para entrar a matar, la pena es que se lo hemos servido entrar bandeja, claro ya no nos acordamos de la gurtel, que no fueron tres los que pillaron, pero no pasa nada, al final veo a Abascal de presidente, parece mentira la venda en los ojos no nos deja de ver mas allá de nuestras narices, espero que no consigan el apoyo de jumps y siga en espera.
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No veo a Abascal votando nada con Junts, la verdad. Ni siquiera para echar a Sánchez.
El bobalicón de Feijóo no hace más que intentarlo, pero a Junts le va a ir mejor con el PSOE que con el PP… y si apoya una moción de censura con Vox se queda sin votantes.
Eso yo diría que no va a pasar, por más que cacareen.
Y no: El PSOE no es el partido de la corrupción. Ese es el PP.
GRACIAS, AMIGO
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Buen domingo lluvioso.
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¡¡Eso!!
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Ruído desde Madrid para infectarlo todo. El mes pasado llovio mucho sobre la Isla de Ibiza. La semana pasada ya se habían cobrado las ayudas del Consorcio de Compensación se Seguros. Algo no debe ir tal mal. Vivimos en un país donde casi todo funciona aunque a algunos les pese.
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Madrid se ha convertido en la capital del ruido. Hoy más que ningún otro día, creo.
España es un país que funciona normal con un nivel de servicios públicos impensable en cualquiera de los países de nuestro entorno.
Su mérito es habernos convencido de que todo es basura. Pero ¿a tantos? ¿Durante tanto tiempo?
Eso se ha gastado. A Feijóo se le está haciendo cada vez más tarde.
GRACIAS, MARC
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Justo, sabes que me inquieta de tu disertación, minusvaloras todos esos mensajes que golpean como un martillo puesto en el brazo de una giratoria (esas máquinas que derriban edificios)
Hablsndo de derribar edificios, que sabes, por lo que sale en la prensa (la que se puede ver oír y leer) de San Fernando de Henares, nada, una reseña a la apertura de la línea 7b y poco más. El alcalde treinta segundos diciendo que no se les olvide. Y lo de San Fernando de Henares es de asaltar la Bastilla, inventar la guillotina y proclamar la República.
Cuando busco información, leo declaraciones políticas, contraponiendolo a lo que dicen los vecinos, de verdad que flipo. No entiendo porqué es un tema tan espeso y tan difícil. Recuerda el problema que tuvieron en Barcelona con el metro. Lo solucionaron con tablestacado permanente. Aquí simplemente tapándolo. Si en lugar de Aguirre el culpable se llamase Simancas ya veríamos.
Lo de San Fernando de Henares es un ejemplo del funcionamiento general, tú lees, estás al día, tienes vivencias históricas en la mochila. No le pidas a quien llega a casa a las diez de la noche, mamado del trabajo, después de pasar catorce horas fuera, esté a tu nivel. Es imposible, si además tienes 20 tacos y te has pasado doce horas en una bici con una mochila amarilla que va a saber de nada. Se traga los siete videos de un minuto que le llegan por tik tok y la vida no le da para mas. Así están las cosas ahora.
Hoy, la sociología es un arma que se puede usar de muchas formas, la ultraderecha ha acaparado un nicho de mercado, usando hábilmente las redes, Tik tok es un arma de destrucción masiva de cerebros. La izquierda no le pilla el punto. Los servicios, la sanidad, la pensión son prestaciones de la sociedad que están donde están porque ha caído como el maná, al parecer. Me acuerdo de un chaval gay que decía que tenía todo el derecho de serlo y ello no tenía que afectar a sus inclinaciones políticas. Mi misma hija, que ayer cumplió 26 años, no sabe porqué la fiesta del orgullo se llama así. Cuando tengan 50 años, si llegan, visto como está la cosa, algunos seguiran resistiéndose a aceptar que los engañaron, otros serán «rojos» de los que a mí me gustan, de los de «que hay de lo mío» otros vivirán resignados a lo que hay. Ya sabes, la vida.
La Gürtel tiene su último episodio pendiente de sentencis. 16 años de proceso y aún le quedan recursos. Por lo que sea, al tribunal no le ha parecido conveniente adelantar el fallo de la Gürtel… por lo que sea. Mientras, vive en el mismo limbo que San Fernando de Henares. Nosotros hablamos de Vito Quiles y otras zarandajas…. Zaplana, el sincero que entró en política para forrarse, va a su gym de lujo, hecho un roble mientras se muere de càncer según los jueces. Pero bueno el problema lo tenemos con tres corruptos tan torpes que se incriminan ellos mismos (Koldo), todo a golpe de acción reacción (judicial) que coño de pruebas van a destruir Koldo o Abalos si el primero tenía las grabaciones en la encimera de la cocina.
Feliz semana, abrazos.
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Seguramente ya estamos en la edad de no entender nada y de quejarnos de la juventud, porque no lee, porque no viaja, porque no razona, porque no sabe gastar… Estamos en la edad de recordarnos a nuestros padres, que jamás entendieron el fenómeno de Los Beatles, por no hablar del de Sabina.
Efectivamente, la derecha ha copado un espacio sociológico envidiable en el que ninguno más hemos sabido entrar. Han comprendido que la revolución del siglo XXI es de derechas y ellos la han sabido llevar a la ultraderecha… un revolucionario no se va a quedar a escuchar a Félix Bolaños o a Zapatero… supongo que tenemos poco que contarles. Y de las tropelías mayúsculas de Cristóbal Montoro, ni ha oído hablar, ni le importan un carajo.
¿Cuál es la medida del discurso político capaz de calar en la cabeza de un repartidor de Glovo? Puede que la respuesta sea LA PATRIA.
¿Sabremos entrar en su mundo? ¿Sabremos crear un mundo que les interese? ¿Tendremos que esperar a que crezcan y a que un par de gobiernos ultras les hayan jodido la vida?
A lo mejor es así. Yo no me siento capaz de contarles nada que que les importe escuchar. Y de lo que ya poseen (SMI, sanidad…), no me sabré jamás hacer el hacedor…
Un abrazo, amigo. Nada fácil. Nada fácil.
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