Y entonces, para poner orden en las cosas, así como asumiendo el rol del último recurso, el de la redención última, apareció Argüello.
Este curita con cara de conejo ha decidido alinearse con lo más granado de la derecha española (obvio, por obvio, enunciar a la ultraderecha) y proclamar la necesidad de tumbar a Pedro Sánchez por tierra, mar o aire (moción de censura, cuestión de confianza o elecciones generales, ha dicho). Es muy posible que intuya que con un gobierno de corte franquista le irían mejor las cosas. Y es posible que tenga toda la razón del mundo.
El cura Argüello, monseñor, resulta ser el presidente de la Conferencia Episcopal Española, así que su voz representa a la Iglesia Católica en España. Y flaco favor le hace.
Lo más probable es que la opinión del cura en cuestión le importe un huevo a la inmensa mayoría de la grey, que hasta a mi madre (católica, apostólica y romana) le de cierta risa comprobar la inconsistencia intelectual de quién (por el procedimiento que sea, que esto no me lo sé) ha llegado a ocupar tan relevante magistratura. Pero incomoda que quien tan bien se gana la vida gracias al erario público muerda la mano que le da de comer solo cuando le sirven con la zurda las ancas de rana sobre cama de ajo dulce, perejil y polenta.
El cura en cuestión no se hace eco de los casos de corrupción con los que lidia estos días el PSOE, probablemente porque se ha acordado de que nada dijo de los que asolaron y asolan al Partido Popular y se huele que alguien se lo podía recordar. Tampoco se refiere a estos asuntos de machirulos que se suben la bragueta delante de las chicas (mandaría cojones que hablara el cura de abusos sexuales). No, no. Argüello está preocupado por el bloqueo institucional.
Sí. El bloqueo institucional.
Seguramente haya sido cosa de inspiración divina: una voz, la Voz, ha podido perturbar su sueño con el mensaje inequívoco: ¡sácalo! ¡Sácalooo! Es eso o ha sido el rictus de Miriam Nogueras que le ha traído a la cabeza pasajes tenebrosos del Antiguo Testamento y ha comprendido que con Puigdemont en pie de guerra no va a haber quien resuelva el enojoso asunto de la resignificación del valle de Cuelgamuros al que, por lo que sea, el cura se sigue refiriendo como el de los Caídos (por Dios y por España).
Porque Argüello sigue retrasando (cuando no negando) la compensación a las víctimas de los abusos eclesiásticos y sigue pujando por un valle de los Caídos como Dios manda, con sus frailecillos pululantes de pleno derecho elevando al cielo sus cánticos sacros, sabido que esto del canto a la memoria histórica no es más que una cosa de rojos de arderán (arderemos) en el infierno más pronto que tarde.
Vale recordar aquí que, para resolver los problemas que la Iglesia Española le sigue planteando al Gobierno legítimo del Estado (del PSOE, sí), el ministro que se ocupa de contender con sus caridades, Félix Bolaños, se ha tenido que ir a Roma a tratarlos en directo con el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, porque aquí en casa no había manera de sacar luz sobre asuntos de tanta relevancia como las inmatriculaciones torticeras que propicio el Gobierno de Aznar o las exenciones insostenibles de impuestos que todos, menos ellos, pagamos.
No está por la labor Argüello de empujar a favor de derechos de las personas o de su bienestar (compréndase que su premio no es de este mundo), o de aplaudir la ‘excepción ibérica’ (por poner un ejemplo), la contención del déficit, la gestión de la pandemia de cóvid-19 que evitó el austericidio, el advenimiento del Ingreso Mínimo Vital o la cota inédita de persona con empleo.
El cura está a otros líos.
Se lamenta en público de la parca relación Iglesia española-Estado Español y se queja de no haber tratado con las instancias gubernamentales asuntos como el pacto de Estado por la Educación o la regeneración de la democracia… ¡DE LA DEMOCRACIA, DICE!
Así que hablemos ya de las grandes preguntas:
¿Dónde vamos?
¿De dónde venimos?
¿Qué coño pinta un cura hablando de pactos de Estado?
¿Quién se habrá creído que es para hablar de nuestra democracia?
¿Por qué seguimos pagando con dinero de todos a profesores de Religión en los colegios públicos designados por los obispos?
Resiste, presidente (esto sí se te da bien). Resiste. No hablemos con Argüello de democracia ni de educación. Que paguen sus impuestos. Que devuelvan lo que se han quedado. Que resuelvan la podredumbre que corroe sus instituciones… Y luego ya si eso hablamos de lo de la cuestión de confianza.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.
Pensaba por aquí 
Iba leyendo y al llegar a lo de la parálisis del estado inmediatamente me ha venido a la cabeza varios items:
Concordato
Immatriculaciones
Aznar
Obvio, lo mencionas, la parálisis institucional es no haber enderezado esos temas.
Yo añadiría otro aunque te duela, la educación concertada de Felipe González. Durante años pagué 400 pavos a unas «monjitas» Vedruna, vía domiciliación bancaria, nada de dinero oculto, para que a mi hija no la dejasen tirada en un pasillo sin control en una escuela, concertada, donde se suponía que la educación era gratuita porque estaba concertada/financiada por el estado. Ese inmenso negocio, a la par con la muerte y la alimentación, sigue en manos de esa iglesia católica, hasta que estemos totalmente islamizados, como nos anuncia la ultraderecha en todas sus ramas.
Antes de leerte estaba viendo un vídeo sobre el follón, del que apenas se habla, de algo tan grave como la malversación de fondos de donantes para los damnificados de la dana en Valencia, por parte de vox/revuelta. Hay noticias de primera y de segunda.
El 9 de mayo de 1808 (aún) la hoja parroquial del arzobispado de Madrid reprochaba a los alborotadores madrileños (el populacho) por enfrentarse a las tropas de la ley y el orden (franceses).
El golpe de estado contra la República fue sustentada por
⛔La oligarquía (Juan March entre otros)
⛔Los militares de la corrupción africana (Mola, Sanjurjo, Franco etc) los mismos que taparon con otro golpe el informe Picasso de Annual.
⛔La monarquia (un clásico de siempre, junto a su cohorte de políticos tipo Cánovas o la «justicia».
⛔Por supuesto la iglesia católica, siempre del lado bueno de la historia.
La iglesia siempre es el perejil de todas las salsas (políticas)
El día que eso no sea así será porque el anarquismo, el bueno y verdadero, el de Pierre-Joseph Proudhon o Mijail Bakunin se han impuesto en el mundo y el ser humano es consciente de su responsabilidad social y colectiva.
Por cierto, la Generalitat catalana junto a Cruz Roja, asociaciones humanitarias y CARITAS, tratan de paliar el desastre humanitario de Albiol. Algún mérito hay que darle a esa rareza de la iglesia. Aunque sirva para blanquear toda la basura que mencionas.
Seguramente en un mundo más justo su actividad no sería necesaria pero es lo que hay.
Feliz semana que equivale a felices navidades.
Una abraçada molt fort.
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Ninguna duda respecto a la educación. Ninguna. González la dejó en manos de la Iglesia (harto estoy de quienes siguen afirmando que no había más remedio en el momento histórico) y así nos luce el pelo.
El enemigo ancestral del pueblo. El enemigo de la inteligencia. El enemigo de la razón, de la ciencia, del conocimiento. Ahí, pegado a quienes denigran al género humano (más al femenino, claro) y lo someten.
Ahí están y ahí es su decisión mantenerse quietos. Inamovibles.
Abominables.
Gracias, amigo. FELIZ NAVIDAD
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Amigo Sancho con la iglesia hemos topado, pues sí nunca mejor dicho , la iglesia esos señores de lo divino, que lo resuelven a golpe de pecho, mira tu por donde en estos momentos están al lado de la ultraderecha, con Abascal libertador, gracias a ellos estaremos a salvo la mayoría de los seres humanos, pobrecitos aquellos herejes que no creen en su libertad, volveremos al beso del anillo al ver a nuestros queridos curas, y mas libremente dirán eso de, dejar que los niños se acerquen a mi, que yo me encargare de ellos, que felices serian si volviéramos a eso y a cantar el cara al sol todas las mañanas, que bonito seria retroceder al pasado, ya tenemos pelicular regreso al pasado 2.
Buen domingo ( aunque ya queda poco).
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