¿Cómo de español se siente usted?
¿Muy español? ¿Mucho española? ¿Se siente tan español, tan española, como se sentiría keniata si hubiera nacido en Nairobi? ¿Canadiense si hubiera nacido en Calgary? Este orgullo patrio ¿hasta dónde cree que le puede llevar? Cuidado al responderse… Los orgullos patrios pueden llevar lejísimos.
Un numeroso grupo de españoles muy españoles ha protagonizado un boicot en las redes sociales y otros medios contra la obra de un hombre de la cultura porque osó decir que no se había sentido español ni siquiera cinco minutos de su vida. (A lo mejor lo que les jode son los bizcos).
Un numeroso grupo de personas que nacieron allá donde su madre se encontraba cuando el alumbramiento sobrevino porque, hasta dónde me alcanza la inteligencia, la nacionalidad no se escoge. A cada madre le pilla donde le pilla y, luego, debe ser que cada quién se busca sus mañas para sentirse cosas que le identifiquen con los parecidos y le alejen de los más distintos.
Yo, por ejemplo, hoy me siento de Atleti y algo griposo. Español no he conseguido sentirme. Debe ser que tampoco he dedicado ni cinco minutos del día al empeño. Y ya lo siento porque, sin duda, esto me va costar un buen puñado de lectores, con los pocos que tengo. (Me ayudará en este caso la impoluta rectitud de la mirada: yo, al menos, miro todo derecho).
Sé que soy español porque he nacido en España, me encanta mi país por cientos docenas de razones que no vienen al caso (detesto casi tantas como adoro, ahora que me acuerdo), me encuentro en casa cuando vuelvo de fuera. Hasta aquí puedo llegar. Pero ¿Me siento mejor que uno que no sea de aquí? ¿Me encuentro mejor que un norteamericano, que un sudanés, que un belga, que un portugués? ¿Tienen ellos la misma obligación de sentirse de allá de dónde sean que yo de sentirme español? ¿Acaso deberían sentirse españoles también ellos para henchir con un noble motivo su corazón ajado? ¿No les aburre ligeramente el asunto?
Cada uno dentro de sus fronteras, sintiéndolas en las carnes, amándolas fervorosos, dando la vida por ellas. ¿Por las fronteras? ¿Por las horas de sol, la tortilla de patatas, los toros, las murallas de Ávila? ¿Por el color de pelo dominante? De verdad ¿no les aburre?
(Para no mezclar sentimientos tan nobles con otros menos elevados, obviemos en esta reflexión a tanto español españolísimo que fija su residencia o la de sus empresas allende las fronteras de la madre España —v. gr. Panamá, Suiza, Andorra, Emiratos y así hasta 33— por motivos fiscales poco confesables o simplemente fraudulentos y enarbolan la rojigualda enfebrecidos como un hooligan en día de partido cuando alguien se atreve a mentarles a la patria o sus valores.)
Me identifico con esta nacionalidad concreta porque existen Portugal, Francia, Marruecos y otros trescientos países más o menos. Si no existieran sería simplemente un señor de gafas, que es lo que me siento casi todos los días. Y lo sabría. Aunque no sé si estaría tan orgulloso como de sentirme un español. Un terrícola de gafas, orgulloso de serlo, en busca de hostilidades contra marcianos y venusinos, porque si no hay contra quién, no hace falta sentirse nada en concreto por lo que se ve.
Es irrelevante que la peli sea buena o mala. Lo que realmente importa no es la calidad de un director, el genio no está de moda. Lo que importa de verdad es su españolidad (siendo español como es), su patriotismo. Porque nosotros no vamos al cine a ver cine. Vamos a… Esto, vamos a… No sabría qué decir. Pero vean Chico y Rita. Disfruten.
Te olvidas de que, además, el bizco bromeaba. Ha tenido que ridiculizarse diciendo públicamente que bromeaba, que sí se siente español, para ver si remonta… patético.
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Jajajajajajajajaaja
No lo he oído «rectificar», aunque sí matizar sus afirmaciones, seguro que para ver si remonta. Un tanto patético, ciertamente.
De todas maneras, me sigo quedando con el cineasta. Que sea español o no, o que sea más tonto o más listo, a mí me gusta casi todo lo que hace.
¡Gracias Luisita! Me encanta que vengas por aquí.
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Volveré… Y bueno, por lo demás, una de mis películas preferidas es «la boda de mi mejor amigo» y, por encima de cualquiera, «la
Vida es bella»… y no me avergüenzo!!!! Jajajaja… así que lo que haga este genio en particular y si le gusta más o menos España… pues como que no me quita el sueño. Siempre reconociendo su valía a pesar de mis gustos, vaya por delante. Besos!!!!
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Aquí te espero… Por cierto, La vida es bella es una de las mías…
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«Con la Iglesia hemos topado…». Ser español, Justo, casi nada. La eterna lucha entre lo que somos y los que hubiéramos querido ser, entre la racionalidad y el estereotipo. Es más fácil hacerse una imagen simplista de nosotros mismos, sobredimensionado nuestras pretendidas virtudes y capacidades, que vernos realmente como somos, con penurias y limitaciones, con virtudes y zonas oscuras. En cualquier caso es más sencillo lo primero.
Sentirse parte de la tribu, reconocernos por el olor y enseguida tener enemigos fuera, porque somos más tribu cuantos más enemigos tenemos fuera: ellos nos atacan 8siempre son los malos), nosotros nos defendemos (por nuestra cueva, nuestra carne, nuestro olor,…).
Lo verdaderamente lamentable es que, 60 años después de Bienvenido Mr. Marshall, no hayamos aprendido nada de estereotipos ni de autoconcepto. La verdad, todo esto, en el s.XXI daría risa si no fuera porque estos ramalazos de la «tribu» no son más que ramalazos de nuevo de la «caverna», no cabe duda de que cuanto más prima esta nueva «españolidad» más queda de manifiesto el déficit democrático que hay detrás. No se puede elegir ser «ciudadano del mundo» o nada, no se puede expresar, no se puede discutir,se es lo que quienes lo deciden quieres que seas o no eres nada. Da lo mismo que seas genio o paria. Nada tuyo vale, no eres de los nuestros». No te «huelo». Estamos cada vez más cerca, en poco tiempo volveremos a subirnos a los árboles y entonces, seguramente, muchos, tocaran el cielo de la felicidad.
Por cierto dicho todo esto y para que nadie se moleste ¡Viva la Carmen de España que no la Mérimée!
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¡Hola!
¡Qué bien lo cuentas!
60 años después de Bienvenido, Mr. Marshal la cosa se está poniendo muy malita.
Vaya por delante que no tengo en absoluto nada contra quien se sienta español, o maorí. Casi me da un poco de envidia esa capacidad de empatizar con la tribu, como tú dices. Lo que me choca es la militancia enardecida que parece que impera entre alguno de los sujetos que la integran y la facilidad que tienen para expulsar a los que ellos mismos deciden que no deben formar parte de ella. ¡Qué seguridad en ellos mismos, por Dios!
A lo mejor no es más que el déficit democrático al que te refieres, pero esa falta de respeto al pensamiento ajeno es altísimamente preocupante.
Tengo que reconocer, sin embargo, mi intolerancia pertinaz a la intolerancia, lo que me convierte, de hecho, en un intolerante más (¡hostias, qué lío!). Quiero decir que me acuso de no soportar a los intolerantes hasta el punto de no tolerarlos, con lo que yo mismo le falto al respeto a una parte grande de los seres humanos. Pero esto no he conseguido quitármelo de encima.
Al cabo, prejuicios.
¡Gracias por contárnoslo! Un abrazo enorme.
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Pues yo, la verdad, me quedo con el cine. A mi me gustan sus pelis. Lo que me interesa del director son las historias que cuenta. No las gilipolleces que pueda decir.
Yo creo, como decía el otro, que la verdadera patria es la infancia. Tus recuerdos, tus amigos, tu forma de vida. El rio donde te bañas o el primer beso a una niña. Eso es la verdadera patria.
Yo, que mi familia viene de ,,Albacete y nací en Madrid, no tengo mas patria que el mundo mundial.
Sin embargo, este señor, que sabe un montón de su oficio de cineasta, se mete en jardines y confunde el altavoz que le dan como director de cine, con proclamas políticas, para las que no está preparado.
Como político no tiene precio.
Como cinesta, que es lo que me interesa, si.
A mi, en el fondo, lo que opine este señor, me da igual.
Lo que si me jode, son los patriotas de los que hablas, que no tienen mas patria que el dinero, ni mas bandera que tenerlo a bjen recaudo y pagar los menos impuestos posibles para que los menos favorecidos, de su patria, vivan un poco mejor.
Yo creo que en eso, falta información a la opinión pública. Los periodistas independientes, seres a los que les debemos mucho sobre nuestras libertades y protección de nuestros derechos, tienen un gran trabajo a la hora de difundir y señalar a estos patriotas de pacotilla.
En fin, seguimos pensando.
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Si a algo tuviera que llamar patria, sería seguramente a eso que dices.
La gente confunde los altavoces y en cuanto pilla un micro se viene arriba y dice lo que le viene en gana, lejos de hablar de lo suyo que es de lo que todos queremos oírles hablar. Y frecuentemente, al salirse de su campo de conocimiento, dicen gilipolleces. Lástima. Pero ¿le quita eso algo de valor a lo que saben hacer?
Yo, como tú, me quedo con el cine de este señor. O con el fútbol de los futbolistas (por poco que me interese el particular), que estos también cuando abren el piquito sube el pan, salvo si se refieren al partido recién jugado.
Mi padre era valenciano de pura cepa, mi madre nació en Barcelona, de madre almeriense (una señora) y padre cartaginés (otro señor), ellos se conocieron en Murcia y dieron con sus huesos en Villa Cisneros (Sahara español por entonces) donde nació mi hermano mayor. Mis otras dos hermanas nacieron en La Coruña (cuando se escribía con todas las letras) y a mí, que vivo en Ciudad Real, vinieron a alumbrarme en el mismo Madrid. Así que yo me siento del Atleti. No tengo más remedio.
Y me importa un huevo de dónde se sienta Trueba. Me gusta su cine. Y me escandalizan las campañas de desprestigio contra quien no piensa como uno mismo. Como tú, me quedo con el cine.
¡Gracias, Colmenero!
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El artista quizas no se sienta radicalmente patriota, pero bien que ha aportado al cines español ( bueno…y del mundo, que de ahi somos todos).Ummmm y los ofendidos… que era lo que habian aportado a la nacion? .. Yas no me acuerdo.
La gente aprovecha cualquier desliz para armarla y tener tema. Siempre al acecho del que se mueva de la foto. Penoso!.
Amigo, que me gusta leerte!
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¡Gracias Teresa!
Este de la patria es un tema áspero.
Trueba le ha aportado a España y al mundo un montón de historias muy bien contadas. Pero no se siente español… Pues me importa un carajo.
Sentirse de un lado o de otro no califica o descalifica. Y no sentirse de ninguno tampoco. Lo que realmente descalifica, al menos así lo veo yo, es denostar al que no se siente lo que tú. Y eso está de moda. En realidad siempre lo estuvo… Lo malo es que no conseguimos que deje de estarlo.No avanzamos en esto tampoco. Y parece tan fácil…
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No acierto a entender que es eso de lo que tan orgullosos están estos «Españoles» tan españoles. Yo que solo me siento «de España» cuando gana al basket, que si pierde se me pasa bastante el fervor.
A mi también me gusta la tortilla de patatas, pero la de mi madre, que la mía no vale tanto por española que sea, y las murallas de Ávila, aunque casi seguro me gustaría tanto o más Venecia y… ¿La Alhambra es española? No se como es «Mora» también….. Aquí ya me lío.
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A ver… La Alhambra, de momento española, aunque la Mezquita lo fue mucho más cuando la quisimos conocer como la catedral de Córdoba (¡eso es patriotismo!). Y Schwarzenegger… ¡reconoce que lo has tenido que mirar en Google! Respecto a lo de Venecia… bufff: Por muy patrio que me ponga no hay parangón.
Esto da para un ratito pero ¿No podrían encantarnos las murallas de Ávila y la china, las dos a la vez, sin tener que matar por ninguna de ellas? ¿Como si ambas formaran parte de un patrimonio infinito, que lo más potente que tiene es que es de todos? ¿Como si no tuviéramos que competir con nadie por cuál es más larga?
Esto de vvir en Occidente, tener la casa calentita y llevar a nuestros niños a la escuela invita a sentirse muy patriotas. A lo mejor todos los que tienen que salir corriendo de sus patrias porque pasan hambre o la asolan las bombas, son menos amantes de gilipolleces y están más atentos a sobrevivir. Pero aquí, en la Patria, hemos colgado el cartel de no hay localidades y, así, la patria, se ha vuelto «patria chica»… y cada vez más chica.
No sé sentirme español o, al menos, no sin un tanto de vergüenza. Pero, desde luego, no estoy dispuesto a juzgar, ni a quien se lo sienta, ni a quien no.
¡¡GRACIAS!!
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Claro que he tenido que buscarlo…. De que si no?
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¡Lo sabía!
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Por cierto, cuantos de estos Españoles no preferían una buena de peli de Schwarzenegger para el domingo por la tarde. Estos americanos si que saben hacer cine! O este tampoco era…. Uff
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Yo me siento español cuando salgo. Allá afuera hablan raro, comen raro e incluso hacen cosas raras. En realidad no se si me siento o soy. Se es una cosa en contraposición a otra, pero eso de sentir no tengo claro qué es más allá de lo efímero. Se siente de vez en cuando, como se siente uno feliz, cansado o excitado. Ni siquiera se puede ser feliz todo el rato, sería aburridísimo.
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¡Cierto!
Es verdad: Te sientas lo que te sientas, solo da para un rato (menos en mi caso, que soy señor de gafas todo el tiempo).
Y, esto es lo jodido, «se es una cosa en contraposición a otra». Este es el lío en el que estamos metidos.
Leo elecciones francesas, referendum en Italia, brexit, Trump… y todo parece que son sentimientos en contraposición a todos los demás.
¡Y me da un miedo…!
Gracias, mitinman. (Lo hubiera traducido al español de las españas, pero solo me salía hombre orquesta.)
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Que buen tema esta semana! Cuantos matices nos ofrece!
No sabra por donde empezar, si por lo bien que se dan algunos en manipular la opinión de la masa, a través de las fibras sensibles en estos tiempos en los que nos faltan valores a los que agarrase, o al daño que la educación nacionalcatólica sigue rezumando esta España después de tantas décadas.
La estrategia, no me negaran que rebuscar en el patriotismo exacerbado, ha sido buenísima y ha conseguido su objetivo, que no era otro que la gente no vea el tratamiento que de casposo se hace de la época del régimen y de la desmitificación que de la «gran reina de España» se hace en el film.
Han conseguido que se hable del director, en lugar que de su obra, que es lo que no quieren que veamos. Espero que esto se vuelva en su contra y la pelicula llegue al mayor numero de espectadores posible para que cada uno saque sus propias conclusiones.
De nacionalismos o nacionalidades, no voy a hablar. No me gusta. Corren por nuestras venas sangres de tantos colores que a veces pienso que la verdadera bandera de este pais, tantas y tantas veces invadido, colonizado y mestizado, deberia ser la bandera de colores del orgullo gay. Y además desde las andanzas por la luna y marte, lo que realmente me siento es terrícola. (Y eso que Trump me esta haciendo plantearme sino empadronarme en alguna de las lunas de Jupiter)
No se olviden tampoco, de la cantidad de noticias importantes que pasan a segunda pagina, cuando se llenan las redes sociales con este tipo de discusiones, en espera de que llegue el siguiente partido de la jornada que vuelva a eclipsar el mundo, y evitar de ese modo que pensemos y hablemos, del expolio del que estamos siendo objeto.
Un abrazo
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Esto me recordaba a la cobra de Bisbal*, que nos tuvo un rato bien largo bien entretenidos, incluyendo informativos de ámbito nacional, que dejaban para después las noticias económicas siempre tan incómodas.
No había pensado en que la estrategia podría consistir en proteger los grandes mitos que, por lo visto, pone en entredicho la cinta de Trueba y el tratamiento que de ellos se hizo en la época gloriosa. En lo que sí estoy totalmente de acuerdo es en eso de que nuestra bandera, más que rojigualda debería ser multicolor… porque ¡tenemos de to!
Y también coincido completamente en esto de «manipular la opinión de la masa, a través de las fibras sensibles», técnica deplorable, casposa, deshonesta y facinerosa, que tan bien prende «en estos tiempos en los que nos faltan valores a los que agarrase». Lo están haciendo muy bien. Con muy poca vergüenza, pero muy bien. Y les está funcionando.
¡Gracias, Petra!
*Es que el tal Bisbal -uno que canta- le esquivó un pico a una Chenoa -otra que también canta, pero más bajito- en una función que tuvo mucho éxito, y esto estuvo siendo noticia nacional durante días en todo medio o red que se preciara. ¡Cosas!
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A mi me da que cuanto más pequeñito es el espacio geografico del que te sientes, menos cosas te han pasado, menos libros has leído, menos personas has conocido y menos cosas has sentido. Así que si te sientes muy de Carabanchel mucho de Carabanchel o muy de Trillo mucho de Trillo, más te vale hacer las maletas y darte una vuelta, que el mundo es muy grande, Carabanchel, Trillo y España muy pequeños, y hay mucho que sentir x ahi fuera.
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La cosa debe ir por ahí.
Un poco más de leer, un poco más de viajar y se te quitan otro poco las tonterías.
Conocer y conocer. Ensanchar el espacio. Dejar los prejuicios aparcados un mes y viajarte vivo. (Atención al concepto de viajar, diferente del de ir a sitios o trasladarse, que eso es otra cosa y vale para otra cosa).
Ahora que todo es low cost y que queda al alcance de cualquiera, hay que hacer eso: darse una vuelta. Con las orejas abiertas y los ojos y la nariz, para oler otras cosas y mirarlas y escucharlas. Disfrutar de lo diferente, intentar comprenderlo… y volver a casa, donde tu cama te espera y es la que más te gusta del mundo, pero sabiendo ya que no es porque sea la mejor.
Y leer. Eso, leer cosas. Aprender. Sí, sí, todo esto se pasa conociendo.
¡GRACIAS!
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Sr terrícola con gafas: pienso como usted; que piense o sienta como quiera, hablemos de su labor en el cine en todo caso, de su vida, el resto, me importa bien poco.
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Pues no hay más que hablar. Cada uno con sus pensamientos y todos valorando a cada uno por lo que sabe hacer… ¿No molaría?
¡Gracias, Charo!
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Yo siempre que sale esto de la españolidad o los nacionalismos, de resquebrajar España en diferentes naciones o en sentirla como parte de uno mismo, siempre me acuerdo de una señora que conozco, que por sentirse de algún sitio se siente de todos, pero que realmente dudo que sepa de donde es, bueno yo tengo claro algo, que si hay algo español y si alguien puede decirse española es esta señora.
Esta señora extraña, es catalana, aunque no entienda de referéndum, el hijo más blanco que tiene y el mejor criado, es africano (maldita contradicción) y casado con una señora de Murcia. Luego tiene otra hija que pese a ser gallega, siempre que le tira la tierra, termina en Alicante, viendo a su nieto, esto no hay que acusarlo a su despiste, si no a su enorme inteligencia, (donde este la sonrisa de un nieto , que se quite el pulpo a la feria), esta extraña mujer casada con otro español de Guadalajara, intentando arreglarlo tuvo un tercer hijo que si supo mantener su origen y naciendo en Madrid permaneció allí siempre que no andaba navegando por ahí. Pero error, tuvo un cuarto, y este fue tan errante que aun no se sabe si paro, viviendo en diferentes lugares y de momento por Ciudad Real. Los nietos y bisnietos no se conformo con tenerlos diseminados por todas partes de España, islas incluidas, que incluso tiene alguno allende de los mares.
Señora extraña como digo, por que cuando Trueba dice que no quiere España y luego de desdice, diciendo que era broma, esta señora duda que España no quiere, si será la Cataluña donde nació, la Valencia de su esposo, la Pamplona donde se siente como una pamplonica, la murcia que dio nombra a su hijo pequeño y respuestas cortas para casi todo, todas las provincias en las que tiene algo o siente por alguien, pues eso que se lía.
Lo único en lo que coinciden la señora extraña y Trueba es que en ambos casos la niña de sus ojos, canta copla, pero si quieren sentirse españoles, sueñen con ser esa señora y si no lo son, déjennos tranquilos que ya cansa lo del ardor guerrero por la patria y si van al cine, vayan a ver La reina de España, y si no les gusta digan aquello , del cine español que es muy malo y si resulta que la peli es buena, aquello otro de como el cine que viene de fuera no hay nada, mientras tanto yo seguiré sintiéndome un terrícola sin gafas.
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Esta extraña señora se sentirá muy orgullosa al leer lo que escribes. Y llorará un poco. (La de la copla habrá llorado algo más)
Poco, porque las españas y las putadas que da la vida ya casi le han secado los ojos, pero un poco sí.
Hijos africanos (y de derechas) hijas gallegas (y rojas perdidas), nietos y bisnietos repartidos por un par de continentes incluyendo zona insular… No sé si se siente o no española, pero tanto vivido da para andarse con las gilipolleces mínimas. Y ella no se anda con ninguna.
Para que el sufrido lector no se líe, si es que a estas alturas alguien sigue estas reflexiones, hablamos de mi madre, de sus hijos e hijas, entre los que me incluyo, de sus nietas y nietos entre los que están los míos, de sus bisnietos, entre los que están mis nietos.
Y, sí, es una extraña señora. Pero se la quiere igual.
Gracias, David. De su parte y de la mía.
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Gracias David. Me encanta!!!
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Poco puedo añadir a estas alturas , todo visto y sentenciado . Me quedo con lo de ser terrícola con melena pero a mucha honra..
Me encanta esto de pensar por aquí
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Pues aquí nos tienes, terrícola con melenas… ¡Para pensarnos vivos!
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Es lo que tiene ser personaje público….no puedes decir lo que realmente piensas, y si lo haces, apechuga con las consecuencias…
Pero cierto que el personal se ha pasado un poco (más bien, bastante) con las críticas.
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Y lo que tienen los catetos: que ni soportan que nadie les haga dudar y se revuelven como si estuvieran tocándoles lo más sagrado…
Sí que se han pasado, sí. Como si algo realmente les estuviera amenazando.
¡Gracias por pensarlo en alto, Pili!
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