PACE!

¿No le dan pena estos pobres dueños de la Opel?

En el primer semestre de 2017, los beneficios del grupo PSA apenas alcanzaron los 1.356 millones de euros. En 2016 ya había duplicado los de 2015.

Venían de pasar muchas penas, de años de pérdidas. Y Opel no era una excepción. PSA se hizo con la firma alemana a principios del año pasado e ideó un plan para hacerla rentable. ¿Ingeniería? No, no.

El nuevo plan de negocio de Opel se llama PACE!. PACE! (así, con interjección final) no significa paz, como cualquier lector poco avisado podría deducir. Debe querer decir algo así como Plan Astral de Contención del gasto en el Empleo, pero lo del gasto les jodía el acrónimo (¿quién quiere presentar ante la prensa un plan que se llama PACGE!?), así que se lo ahorraron.

El objetivo del plan, claro, era hacer rentable la marca (además de otros de posicionamiento estratégico del grupo) y debieron pensar en empezar por el principio de las cosas: la mano de obra; los empleados. Empleo competitivo, creo que lo llaman. Lo que nunca se sabe es con quién comparan los números, porque bien pudiera ser que si es con según qué zonas del continente asiático vengamos a salir siempre malparados.

El convenio alcanzado entre los trabajadores y la dirección para la fábrica de Zaragoza representa un año de congelación salarial, un incremento de solo el 50% del IPC durante tres años y del 60% para 2022 (el cuarto), y un recorte del 5%  en pluses de festivos y nocturnidad. (La empresa quería 3 años de congelación, rebaja del 6%  y el 10% de recortes en los pluses).

Alcanzado el acuerdo lo han echado a votos. Los trabajadores han dicho que sí.

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Trabajador eligiendo.

¿Y qué iban a decir?

La otra opción era el cierre. Dejar de fabricar no sé qué modelos en la factoría… el cierre. El paro.

Esta opción, sin embargo, conduce solo a la melancolía. Al desestimiento, al empeoramiento de las condiciones laborales y de la calidad (¿calidad?) de vida de los empleados.

El cuento no va a cambiar nunca. El puto cuento no va a cambiar nunca. ¿Quién va a pagar este pato? Y calladitos, porque mañana podremos volver a la fábrica. Y con una mueca de resignación porque, en definitiva, podría haber sido muchísimo peor. Y no te preocupes, Pablo, porque aún nos alcanza para pagar la hipoteca y tú encontrarás trabajo cualquier día y las niñas podrán estudiar. Y ya solo quedan dos meses de frío y para el año que viene, quién sabe si, a lo mejor, podemos poner la calefacción una hora más por las noches.

Porque el papel de las empresas es obtener beneficios. Y no es otro. La sociedad todavía no ha sabido encontrar una función más digna para este tejido denso y opaco que constituye el sector. Las empresas solo tienen que ganar dinero, sin que los gobiernos les puedan decir nada mucho más allá de cuál es el salario por debajo del cual no se puede contratar a las personas. Y el de España lo tiene fijado en 24,53 euros al día; 735,90 al mes. Haga números.

El ministro de Guindos estará contento con el acuerdo, porque andaba siguiendo el asunto con preocupación. La economía no se ha de resentir porque un puñado de mecánicos ganen un poco de dinero menos y los derechos de los trabajadores… bueno, los derechos de los trabajadores… “vamos mejor a ocuparnos de las cosas que nos conciernen”, se habrá dicho emulando a su jefe.

¿Recuerdan de dónde veníamos? ¿Recuerdan cuando los sindicatos se partían el pecho en las negociaciones con la patronal? ¿Cuando las medidas de presión eran efectivas en el mundo laboral y los trabajadores, bien representados, con voz propia, alcanzaban derechos que se convertían en inalienables? ¿Cuando la negociación colectiva era un derecho más y era eficiente y la Ley la protegía como un eslabón imprescindible del modelo productivo? Pues ya no está.

Bajaron un 5% a los funcionarios pero, como los funcionarios caemos tan gordos, la sociedad se alegró un poco en lugar de clamar por los derechos de los servidores públicos. Y, desde ahí, quedó claro que los salarios de las personas no son suyos, que pertenecen a quienes los pagan y ellos son quienes deciden cuánto hay que pagar. Pasó también con la liberalización de facto del despido que operó la última reforma laboral, con la aniquilación de la negociación colectiva, en definitiva ha pasado con todo. El trabajador es el mal necesario de la cadena de producción. Este dato terrible informa ya la legislación laboral, que protege al empresario contra su enemigo natural que es, curiosamente, quien lo enriquece.

Para rematar el mal, la conciencia de clase se ha perdido y, por ende, el papel de los sindicatos de clase se hace pequeño día a día. Así hasta que los salarios dejen de representar un problema para la única clase, la de los muy poderosos, que se ha enriquecido en esta crisis de locos de la que parece imposible salir.

Los trabajadores de Figueruelas han perdido pero, como no lo han perdido todo, solo están tristes, no muertos.

A mí me da tanta vergüenza, o más, que los tuits de Puigdemont.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.

15 respuestas a “PACE!

  1. Es cierto que cuando las cosas están mal para poder subsistir tenemos que apretarnos el cinturón, pero todos la empresa reduce beneficios hasta anularlos y el trabajador con un salario digno , eso sólo ocurre enla inmensa mayoría de la pequeña empresa de nuestro país y te hablo con conocimiento de causa la grande tiene de aliados a los gobiernos y a esos que llamamos sindicatos que un día defendieron al trabajador hasta que víeron era mucho más rentable para ellos estar al servicio de la gran empresa con la obtienen buenos beneficios y su único cometido es utilizar y engañar a ese trabajador que paga fielmente sus cuotas , y quizás yo sea el menos adecuado para hacer esta crítica.
    En Sevilla menos frío
    Ala hasta la próxima .

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    1. Quiero imaginar que los sindicatos no se han vendido, como dices, a los intereses de las grandes empresas. Si esto ya hubiera sucedido, estaríamos realmente en gravísimos problemas. Espero que no tengas razón en eso: por denostados que estén y por discutibles que hayan sido en según qué momentos, no me imagino un país en el que los trabajadores no estén representados de alguna manera.

      El drama es que la conciencia de clase desaparece. Ahora tener trabajo parece el privilegio y cualquiera que lo consigue lucha por conservarlo a cualquier precio. Y eso incluye dejársela meter sin ningún problema. Hasta ahí nos han ganado la partida. ¿Tienes trabajo? Pues no te quejes, que ahí fuera hay 3,5 millones de personas intentando encontrarlo.

      La desprotección a los trabajadores crece y a la sociedad no parece importarle. Solo el que se ve metido en el problema se hace consciente de lo solo que lo han dejado entre unos y otros.

      El Gobierno encantado. Nos lo han ganado todo.

      Feliz fin de semana sevillano. ¡Algo bueno tenía que pasar!

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  2. El grupo PSA tiene tres arietas con los que amenazar y los tres son ganadores: la deslocalización, el gobierno de España y el gobierno de Aragón.
    Los tres les han presionado para que acepten las condiciones. No había nada que hacer.
    Tenían que elegir, como ilustra el dibujo entre cuatro piedras de molino o solo entre tres.
    El grupo automovilístico gano 3.200 millones el año pasado. Este quiere ganar mas. Para eso necesita sacarlo de algún sitio. El más fácil y primero en lista es quitarlo de los salarios. Y ya está.
    Habría que hablar y convencer a los accionistas para que no fueran tan egoistas, que se forraran un poco menos para que los hijos de los trabajadores pudieran ir a la universidad y se pagaran con más holgura las hipotecas.
    Pero eso no es posible. No se les puede hacer entender.
    Ellos están llenos de algo de lo que ya hemos hablado otras veces: DE CODICIA !!!
    Hacer un ejercicio de empatía con los trabajadores es imposible. Estos ya no tienen herramientas para defender sus derechos. La suerte está echada.

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    1. Y ahora los protegidos son ellos.

      Así se está entendiendo la política social de este nuevo mundo al que nos avocamos. El empresario es el creador de empleo y tiene derecho a crearlo en los términos que le salga de los cojones. Está al albur de la buena voluntad del empleador, se su humanidad, no de una legislación que proteja a sus empleados.

      No está mal.

      Se han cargado la negociación colectiva, han abaratado el despido hasta el insulto, han fomentado la contratación basura con tal de bajar, aunque sea de manera ficticia, una cifra de desempleados que clama al cielo. Y, con eso, ha desaparecido la conciencia de clase. Los partidos de izquierda han sacado este problema de sus propuestas (y de sus propósitos). La economía es de quien tiene el dinero y la política está a su servicio.

      Tiene mala pinta. Tiene muy mala pinta. Pero, como diría Puigdemont, la estrategia de Moncloa va ganando… y los trabajadores vamos perdiendo.

      Un abrazo fuerte, Pepe. Tienes toda la razón del mundo: La suerte está echada.

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  3. Leyendo al primer tertuliano, me doy cuenta de como las politicas antisindicales, emprendidas por la derecha derechona, de este pais, han calado a gran profundidad en la mentalidad de la gente; los sindicatos no sirven para nada! Los sindicatos se venden! Fuera los convenios colectivos! VIVA LA REFORMA LABORAL!!?
    ¿Que esperabamos de ministros que provienen de las grandes patronales, o esperan mediante puerta giratoria, aterrizar en alguna de ellas?
    Durante años, han estado y estan denostando el trabajo de los grandes sindicatos, incluso inventandose desde las empresas, esos sindicatos amarillos que contrapesan en los comites y en las mesas de negociación.
    La UNICA utilidad que tiene la tan cacareada, reforma laboral, no ha sido otra, que aumentar los beneficios de las empresas a costa de los salarios de los trabajadores. !Que bien se lo han organizado!
    Los sindicatos no tienen la culpa de la maldad de las politicas que hacen aquellos que luego votan masivamente en las urnas! Los sindicatos no van a obtener mas beneficios con ello! Seguramente, alguien podría salir a decir, algún sindicalista casquivano, manirroto, corrupto, etc. Pero son los menos, los minimos (Y viendo las listas de algunos partidos me atreveria a decir, que residual), siendo las organizaciones más grandes de este pais, y que realizan labores que afectan directa o indirectamente a mayor numero de población.
    Pero seguirá habiendo gente que siga pensando que son los sindicatos los que les han vendido. Los mismo que no acudieron a la huelga contra la reforma laboral, por ejemplo.
    Estos dias estamos negociando las condiciones de salida de los más de 2000 empleados que Bankia quiere sacar de la empresa, por que el panorama del sector no es muy halagüeño, y no van a ganar tanto dinero para Deguindos como esperaban. Los trabajadores pagaremos las deudas del estado, y la gente encima se alegrará, por que en realidad los culpables de la crisis economica, la tenemos nosotros

    Buen domingo, ya llegara el lunes!

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    1. ¡Ay, Emilia!

      Cuántas cosas nos están pasando, joder.

      No tengo ninguna duda de quién es el último responsable de todo esto, pero tampoco me cabe ninguna de que, entre todos, se lo hemos puesto muy fácil.

      Claro que la culpa no es de los sindicatos, pero ¿a qué se debe el enorme desprestigio en el que han caído? No ha sido Montoro, ni de Gundos, al menos no solos. Hemos sido todos y también los propios sindicatos que no han sido lo suficientemente contundentes con las conductas poco o nada ordenadas de algunos de sus miembros. ¿Los menos? ¡Desde luego! Pero han sufrido el mismo mal que la política y, seguramente, por motivos muy similares.

      Yo no concibo una ordenación laboral en la que los sindicatos no sean quienes representan a los trabajadores. Pero la desaparición de la conciencia de clase (ese curioso fenómeno que hace que ninguno nos sintamos trabajadores y que todos nos sepamos «clase media») no ayuda nada a este fenómeno porque, el hecho, es que muchos trabajadores no se sienten representados.

      Claro que todos admiramos el trabajo de muchos, de muchísimos sindicalistas. Insisto, no concibo el marco del empleo sin sindicatos de clase fuertes y con la voz alta. Lo malo es que las leyes se cargan su trabajo, las sociedades no los juzgan necesarios, las empresas se los saben quitar de encima… Y al final, gana el que gana.

      Y no somos, ni tú, ni yo.

      Gracias, Emilia. Una voz autorizada en esto (autorizada y de parte) nos viene muy bien a todos. GRACIAS y un beso muy fuerte.

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  4. Ser trabajador no es “cool”, ahora todos nos consideramos clase media, y, claro, votamos a los “nuestros” ¿como si no se explica 8 años de mayoría absolutas de la derecha? ¿Como se explica que está ya tenga recambio mientras la izquierda ( bueno, de ser algo) se arrastra por ese lodo espeso que es la traición a si misma?.
    Esperamos, ilusos, que nos saquen de esto, con nuestros votos no lo olvidemos, los que sirven a los intereses de los que chantajean a los trabajadores…. y damos las gracias, tenemos un salario, que importa de cuanto, que importa como, esas miserias siempre le pasan a otros ¿o no?

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    1. Escribiendo y leyendo me doy cuenta de hasta qué punto la desaparición de la conciencia de clase (que ya estaba denunciada desde los 70) está llevando a la izquierda (a la socialdemocracia al menos) por el camino de la melancolía.

      ¿Es posible que nos hayamos creído tanto lo de que somos clases acomodadas que no tengamos pudor en votar a la derecha para que nos conserve nuestros privilegios? ¿O pensamos, acaso, que cuanto mejor les vaya a las clases más acomodadas -y por eso votamos a quienes los protegen- más migajas tendrán para repartir entre nosotros?

      Estamos llegando al final. Los derechos de los trabajadores (200 años de lucha) ya no son una cosa moderna en esta sociedad nuestra. Es una lucha perdida.

      ¡Qué bien lo han hecho! ¡Qué fácil se lo hemos puesto!

      ¡Gracias Ricardo! Me doy cuenta que hasta usar la palabra «lucha» queda antiguo… Un besazo.

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  5. El gobierno sirve únicamente a la Pasta y los sindicatos no pueden representar a una clase social que no está dispuesta, mejor dicho, no es capaz de luchar por defender sus intereses, la apuesta es demasiado arriesgada.
    Hace unos años un mileurista estaba en los escalones económicos más bajos, hoy es un privilegiado, y claro todos tenemos que pagar la luz, la hipoteca y, sobre todo, el iPhone nuevo.
    Las grandes multinacionales lo tienen muy fácil o gana mucho dinero o ganan más y si no se lo ponemos fácil ser irán a Asia o a África. No tienen la más mínima conciencia social, nadie las hace responsable del bien estar de los ciudadanos.
    Esto tampoco va a pasar al menos no hasta la próxima revolución.

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    1. A lo mejor hay un día en el que la mundialización es efectivamente mundial y mundialmente todos los trabajadores tienen los mismos derechos y cobran salarios parecidos (incluso las trabajadoras, si llega el caso) en todo el mundo, pero no creo que tú lo veas, ni tus hijos tampoco (yo, ni te cuento).

      Hasta que llegue ese día, y según vayamos abaratando el despido, mucho más, la deslocalización es la amenaza con la que el chantaje es infalible. O cobras menos o me deslocalizo Y a tomar por culo. Encima ahora es barato, porque despedir está tirado.

      Llegados aquí y con la representación de los trabajadores en los niveles más bajos de credibilidad y siendo que, trabajadores, lo que se dice trabajadores, no somos ninguno… Que nos bajen el sueldo.

      Esa revolución a la que te refieres la hará también la patronal, estoy seguro. La fuerza de trabajo ya no tiene fuerza. La hemos roto.

      Un besazo, Javier. ¡Gracias!

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  6. Estoy leyendo y llevas en parte razón. En España tenemos unos sindicatos digamos “especiales”, unos sindicalistas que solo piensa en ellos y seguir liberados.

    Me acuerdo hace tiempo en una huelga general, que a mí me quitaron el día, pero a los sindicalistas se lo quitaron de sus horas, vamos que no les afectó para nada en el bolsillo. Fue la ultima que fui me pareció vergonzoso.

    La verdad es que vamos para atrás, el coste laboral de mantener a los “liberados para defendernos” es muy alto. Yo conozco muy pocos sindicalistas de corazón, el resto unos para irse de vacaciones en verano 2 o 3 meses, para estudiar una carrera, para sus negocios, para no trabajar… pero casi ninguno para defendernos y se lo que digo son muchos años viéndolos actuar.

    Una persona cercana a mi tuvo un problema y la presidenta del comité de empresa (no quiero decir cual ni quien) no fue al juicio a defenderla.

    Por mucas razones no creo en ellos.

    Si los sindicalistas los pagase los sindicatos como en otro sitio, que poquitos liberados tendríamos y seguro que mejor defendidos estaríamos.

    El mercado común lleva a esto, en Europa no hemos igualado las condiciones de vida ni los salarios, mientras en un país el sueldo de un trabajador sea 3 o 4 veces inferios a otro dentro de Europa se va a dar más casos como este y ya no digo si miramos al sur, marruecos, o a otros países donde las condiciones laborales no existen o son escasas.

    Pero mientras Puigedemont alquila un palacete de 4.400 euros mes, y los independentistas le aplauden, me recuerda a esos dictadores africanos que su pueblo se muere de hambre pero ellos viven una buena vida aquí o en otro país. Y los sindicatos catalanes apoyando la independencia sabiendo que van directos al paro muchos trabajadores. Pensad en SEAT, si le ponen fronteras, ¿ donde van a fabricar? En Cataluña no seguro. Y que paso con la sede de la Farmacia Europea, cuando Barcelona era la principal candidata. HUYERON, y los sindicatos apoyando la independencia.

    Un frio saludo.

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    1. Me resisto a creer que la culpa de esto la tengan los sindicatos, igual que me resisto a generalizar la maldad sindical.

      Es verdad que conocemos a muchos sindicalistas que no merecen las liberaciones que tienen, o que no usan sus horas para lo que deben. También es verdad que conocemos a muchísimos otros que trabajan todo lo que les toca y que hacen un trabajo sin el cual no se comprenderían las relaciones trabajador-patrón en ningún sitio del mundo.

      Aún así, lo que está pasando no es culpa de los sindicatos (que creo que están haciendo su trabajo dignamente en el caso que nos ocupa). Lo que está pasando es que entre todos le hemos quitado la fuerza a la representación de los trabajadores, que le hemos quitado importancia a la defensa de los derechos de los trabajadores, que nos hemos dejado de sentir trabajadores para pasar a reconocernos como una cosa distinta que no sé qué coño es y que se diluye entre los intereses empresariales sin dejarnos ninguna opción, siquiera, para la dignidad.

      La gran empresa y quién protege sus intereses con nuestros votos lo han hecho muy bien. Muy bien. Y nos han dejado fuera.

      No creo que sea el momento de arremeter contra los sindicatos para justificar las cosas malas que nos están pasando. Es más bien, en mi opinión, momento para tomar conciencia de lo que somos y de lo que nos está pasando y fortalecer los mecanismos que tenemos a nuestro alcance para evitar males mayores. Si es que a estas alturas ya se pueden evitar.

      Un abrazo, Anotnio. Gracias por dejarnos tu opinión. Es muy enriquecedor y dice mucho del sentir de muchos que, al fin y al cabo, es lo que importa.

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    2. No se exactamente, a que se refiere cuando habla «de lo caro» que nos sale a los españoles los liberados sindicales. Desde primera persona, ya que estoy parcialmente liberada, a mi sindicato no le cuesta nada y a mi empresa tampoco, ya que no cobramos compensaciones extraordinarias de ningun tipo por llevar a cabo nuestro trabajo, por cierto y entre otros, el desarrollo de la RSE (responsabilidad social empresarial), que de dejarnos implantarla con menos cortapisas, redundaria en toda la sociedad y en todos los sectores.
      Desde luego, tampoco le recomendaria ni a su amiga ni a usted, que el/la presidenta de un comité de empresa, les defendiera en un tribunal. Para eso, existen los gabinetes juridicos en los sindicatos serios, con abogados laboralistas, que realizan su función perfectamente.
      Ser delegado sindical, no te hace multifunciones, por mucho que quieras esforzarte.
      Ademas, dispongo de 25 dias de vacaciones, como todos mis compañeros, ni más ni menos. Pero seguramente no sepa, cuantas noches tengo que pasar lejos de mi casa para ejercer mi trabajo, visitando y escuchando los problemas de la gente. Tampoco cobro horas extraordinarias!
      Y por supuesto, claro que fichamos nuestros paros y nuestras huelgas, a las que luego la mayoria de trabajadores afectados, ni secundan!
      Que triste me parece su opinion, acerca de mi trabajo como sindicalista!
      No se olvide que las generalizaciones, pueden ser bastante injustas.
      Las banalizaciones con algunos temas tambien!
      Basta ya de creernos los guiones, sin pararnos a analizar que parte de verdad tienen

      Buen lunes (Por cierto a esta hora, ya he realizado un paro de protesta)

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  7. Los tres primeros objetivos de una empresa son,por este orden,1 el bien comun.2 el desarrollo personal y por último ganar dinero. Todo lo demás no sé lo que será .pero una empresa no.Por lo menos así me lo enseñaron,aunque ahora creo que era tan mentira como la historia de españa que enseñan en cataluña

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    1. Pues definitivamente, en España no hay empresas.

      No puedo opinar sobre la Historia de España que se ha impartido en Cataluña, pero que en el bien común y en el desarrollo personal no hay más de 10 empresarios pensando, lo puedo afirmar sin ningún miedo a equivocarme.

      GRACIAS, Chelines. Tienes que contarnos dónde te enseñaron eso.

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