Contra pronóstico, al menos contra el mío, Soraya Sáenz de Santamaría se hizo con la mayoría de los votos de los escasos militantes que pudieron participar en el proceso de primarias del Partido Popular.
El aparato del partido no estaba con Cospedal, como cabría suponer al ser ella la responsable última de la organización. Difícil de leer.
Se diría que se impuso el sentido común entre la militancia, que prefirió la cordura más serena y la capacidad de hacer cosas, la inteligencia de la candidata más cercana a las instituciones que al poder interno, a la estridencia del discurso crispado de su contrincante femenina o al apoyo incondicional de los ancestros del pasado a su contrincante masculino que, bien pensado, poco más puede ofrecer.
El hombre de Aznar quedó en segunda posición a escasa distancia de la vencedora. Uno que, con toda probabilidad, se las verá ante los tribunales de Justicia más pronto que tarde por no tener nada limpio el currículum académico que exhibe en los papeles.
Y aquí viene el lío. Casado se convierte en el hombre llave y tiene dos posibles alianzas: una con Soraya Sáenz de Santamaría, que le ofrecerá el máximo rango interno después de ella misma y otra con María Dolores de Cospedal, que le ofrecerá el máximo rango interno sin más, seguido por ella misma. No tengo ninguna duda de con quién va a intentarlo. La tentación de crear un frente anti-Soraya (si ya no existiera), que ha acopiado enemigos suficientes durante su largo período como vicepresidenta, es demasiado fuerte. Cómo mantendrá el discurso de que el que tiene más votos es el que tiene que gobernar ya lo escucharemos en los próximos días. Por ahora solo habla de las reglas que se han dado para legitimar su derecho a seguir en la pelea, pero olvida que esas mismas reglas, las que nos hemos dado, apoyadas por la intolerable aparición masiva de corruptos en su partido, son las que han propiciado el salto de Sánchez a la Moncloa, que el mismo Casado se ha hartado de criticar por ilegítimo.
Los compromisarios llamados a resolver la segunda vuelta en el propio congreso tienen una decisión difícil de tomar. Todo el proceso ha sido difícil en realidad: sin ninguna cultura democrática interna, sin ninguna experiencia (¡sin papeletas impresas!), sin directrices a las que obedecer o no pero que marcaran un norte concreto, el Partido Popular se ha lanzado a la aventura de las urnas. No ha podido ser más parco. No ha habido debates, no ha habido ni un solo proyecto de partido sobre la mesa, no ha habido más que personas, con su sola presencia, sin ofrecer nada más que la promesa de ganar al Partido Socialista en la próxima contienda.
La operación ‘cacos’ está en marcha. ¡Pelea de gatas! Ya ven que el bueno de Casado es el que menos importa en este caos interno. Las verdaderamente poderosas son ellas. El frente anti-Soraya no lo lidera él, a pesar de haber sido el segundo en la liza.
El reto de recomponer un partido en estado de putrefacción, solo sujeto a estas horas por la vaga necesidad de no desintegrarse; la tarea de desasirse de la derecha reaccionaria que aún campa por sus respetos incrustada en su ADN y comparecer ante la sociedad como un partido saludable, más comprometido con la modernidad que con el pasado del que es prisionero, capaz de representar a un país que necesita avanzar para reencontrar su propio camino, le corresponderá a uno de los dos clasificados en el proceso previo.
Imposible para mí pronosticar (no acierto nunca), pero fácil intuir qué representa cada uno de ellos. No puedo dejar de soñar con una derecha moderna, que entable su disputa con la izquierda en el terreno de las ideas, de las políticas y no en el del odio ancestral o el desprecio. Y me temo que esa derecha no es la del pupilo del expresidente, compañero de correrías de su yerno. No es la de Cospedal.
Aprecie el lector el notable esfuerzo de empatía que contienen estas líneas, por tal de comprender el momento en el que se encuentra el Partido Popular. Pero no nos engañemos: por mí, en realidad, como si se sacan los ojos.
Sin duda la ganadora de la contienda es cospedal segunda después de casado si, pero manda, así que aunque no es lo que ella quería es más que estar fuera de todo por que aunque se les ha llenado la boca de decir que el gobierno de pedro Sanchez no es lógico no siendo el partido más votado, eso no vale para ahora la UNIÓN con casado y Soraya se borra del mapa político del PP y la manda a casa y que mande en diferido. buen domingo buen domingo caluroso.
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Se timan a sí mismos… Curioso lo que hace la cosa del poder.
Tantas veces han dicho que la operación de Sánchez era ilegítima y que su gobierno nace de la tropelía de un pacto ‘contra natura’, ahora son ellos (es ella) la que va a pactar con quién le toque con tal de seguir en el borriquito montada.
Y el bueno de Casado, mientras no tenga una condena, que ya veremos, tendrá esa presidencia prestada por María Dolores que tantas satisfacciones les va a dar a los dos.
No. Esta no es ilegítima. Son las reglas que se han dado. Como si la moción de censura se la hubiera inventado el PSOE para la ocasión.
Buen domingo. Y bien caluroso. Y felices fiestas (que para vosotros lo son, y de las grandes). Un abrazo.
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Buenos días, voy a empezar a responder a la cuestión que planteas hoy.
Sobre el tema que gobierne la lista mas votada, ya veo que en el PSOE se cumple a rajatabla (Pedro Sanchez gobierna siendo el mas votado por los españoles, ¿creo? o ¿no?), pero en este caso, lo que no se puede hacer es cambiar las reglas del juego a mitad del partido, eso solo ocurre en ciertas repúblicas bolivarianas, o dictaduras (ya sean de izquierda o derecha).
Si antes de empezar se hubiese dicho que gobernaría la lista mas votada y ya, pues de acuerdo contigo. Pero si se aprobó (no voy a discutir si me gusta o no) que primero “votan” los afiliados y luego los compromisarios, pues no se puede cambiar esto. Si hubiese ganado Cospedal, seguro que estarías diciendo que los compromisarios votasen con la cabeza y no votasen a Cospedal.
La verdad lo único bueno de esta votación es que Cospedal deja la política, eso ha dicho, aunque no me lo creo.
Creo que es peor que un partido engañe en las votaciones, como hace PODEMOS, que maquilla las votaciones según le interesa al Sr. Iglesias, me recuerda al anuncio de la loteria, Sr. Iglesia sentado en lo alto de pedestal, diciendo, hoy vamos hacer una votación, la habitación de mis hijos la pintamos de rosa o azul, quiero que el 80 % de mujeres digan que rosa, y el 74 % de hombres azul, y que un 20% diga que morada. Echenique, maquillando las votaciones según dicte su señor.
La verdad me da los mismo como se vote en un partido, el que sea, soy libre de votarle o no. En todos los partidos se vota mas pensando en uno mismo (afiliado) que en España.
Un saludo y buen finde.
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Las reglas del juego son las que son y, puestas encima de la mesa, se acatan y se terminó.
Ya sé que el PSOE no fue el partido más votado. Pero, según acabamos de decir, las reglas del juego son las que son. Terminado el tiempo de las mayorías absolutas (afortunadamente) ahora el que gobierna es el que tiene apoyos suficientes para hacerlo, tal y como ha sido el caso de Pedro Sánchez, que ha conseguido los apoyos suficientes para gobernar. Un matiz: los ha conseguido por la barbaridad inmensa y la vergüenza que significaban para España permitir que siguiera gobernando el Partido Popular.
El caso que nos ocupa no es que Casado no pueda, legítimamente, unir sus compromisarios a los de Cospedal y ganar en segunda vuelta a Soraya. Puede, y probablemente lo hará. Y será legítimo: de hecho los votos de los dos superan a los de la que ha ganado la contienda. Lo que escandaliza es la cara dura del sujeto que, cuando se refiere a Sánchez le parece una enormidad que no permita que gobierne la lista más votada y tacha la moción de censura como ataque a los valores de la democracia, y cuando se refiere a sí mismo le parece cojonudo que las reglas estén para cumplirlas y poder quitarle el liderazgo a quien, entre la militancia, se ha llevado el mayor porcentaje de los apoyos. Es aquello de las varas de medir, o de la paja y la viga, según en qué ojo las veas.
Poder puede, claro que puede. Pero sería un detallazo por su parte, si es que llega a perfeccionar la operación, que saliera a la palestra a decir que su maniobra es tan légitima como esa otra que se ha hartado de criticar, la de Sánchez que, buscando apoyos, ha conseguido una mayoría suficiente como para sacar del Gobierno al PP. Y falta le hacía a España, pero aún más falta le hacía (y lo hemos podido comprobar) al propio Partido Popular.
No me escandalizan los pactos en general ni los pactos anti-Soraya en particular. Me escandaliza la facilidad con la que el bueno de Casado, la buena de Cospedal, han dado al traste con todo su discurso contra la moción de censura, practicando idéntica conducta cuando es a ellos a los que le va algo en la cuestión. Llamo a eso tener la cara como el cemento.
Gracias, Antonio. Ya sabes cómo agradezco tu opinión, sobre todo cuando no coincide con la mía (que es casi siempre). Un abrazo enorme.
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Contigo en lo oftalmológico. Un delfín del líder mundial, un secretaria general rebozada en el fango y el chuki de Rajoy. Al final tanto da. Uno, liberalismo acérrimo(la opción de la líderesa Aguirre), otra la tapadera del cubo de basura y la tercera la tecnócrata sin escrúpulos.
Ni siquiera el que gane tendrá un aval claramente democrático, decidirán compromisarios que tamizaran la opinión de los pocos que pagan sus cuotas en ese partido. Ellos sabrán.
Para el resto, se pierde una oportunidad de contar con un partido de centro derecha higienizado y con el que se pueda contar para solventar los grandes retos de este país,…. Bueno, Ciudadanos lo agradecerá.
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Ese sueño me temo que no lo veremos cumplido. No lo veremos.
¿Centro-derecha? Es liberalismo puro, del más thatcheriano, del más insensible.
Coincido contigo también en lo de la tecnócrata sin escrúpulos. No es que vayamos a perder una oportunidad. Es que no hay ninguna posibilidad de que la haya. Son quienes son, herederos de quienes son, no hay recambio viable en sus filas que permita pensar en ese centro-derecha. y, si lo hubiere, no se ha presentado a esta contienda.
Ciudadanos lo agradecerá si sobrevive a este tiempo de zozobra y apoyo al PP. Han quedado demasiado en evidencia, parece. Estás desaparecidos ahora. Ya veremos si consiguen algo más que no-gobernar en Catalunya… con lo bien encaminaditos que iban…
Así, visto desde aquí, gane quien gane esta sucesión pseudo-democrática, la perderá la política de este país nuestro.
Un abrazo enorme, amigo. Gracias por estar aquí.
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