No son ni buenas ni malas. Son solamente verdad.
Alguien ha dicho ya que no es que estemos en una época de cambio, sino que estamos en un cambio de época.
Otras veces usted se informaba como se informaba: Iba al kiosco, compraba el diario de su elección, ponía la radio, miraba las noticias en la cadena que mejor cuadraba con su forma de entender las cosas.
Las líneas editoriales y los intereses no siempre lícitos de los grandes grupos de comunicación guiaban nuestra forma de hacer criterio, unas veces para bien, otras no tanto.
Los intereses ya casi nunca lícitos de los grandes grupos de comunicación siguen guiando nuestra forma de hacer criterio sobre las cosas que pasan. Pero menos. Antes contábamos con la opinión más o menos cercana de nuestros compañeros de trabajo, de tertulia, de escalera.

Ahora también, solo que todas las opiniones de todos los opinadores están en todo momento y en tiempo real en nuestro teléfono móvil, tablet, ordenador, smartTV… Ya no se hace verdad la opinión sensata y sosegada de los padres de la comunicación. Ahora se hace verdad lo que se hace viral, sea esto cierto o mentira. Se hace verdad lo que a cada quién le da la gana, porque todo está en todas partes, todo, y puede uno escoger la verdad que más le irrite y convertirla en la suya. O la que más le conmueva, la que más le convenga, la que esté contando en cada momento el que acierte mejor con el modo de contarla, esa será la suya.
Lo bueno: Es imposible que le engañe uno solo, o que oculte cualquier suceso un interesado grupo de comunicadores. Lo malo: Usted ya no contrasta, no mide la calidad de la información que devora. La da por buena o mala según consiga o no alcanzar a su fibra sensible. Y a esto llamamos la postverdad, a lo que, sea o no cierto, se da por bueno porque se lo han contado muy bien o muchas veces. Usted ha perdido el interés por verificarlo. Piénsese que Le Pen está pasando como la candidata de los obreros de Francia. Y esto no es verdad, en serio (nada más turbio que intentar hacer bueno que un partido xenófobo y de ultraderecha represente a nadie pobre), pero lo han convertido en viral y, por ende, en certeza.
Así se devalúa el contenido del pensamiento político. La verdad de cada quién, para que se haga viral, esto es, para que sea certeza en el contexto social en el que nos movemos, ha de caber en 140 caracteres. Y eso hace que los mensajes que nos llegan sean realmente pobres. Muy muy pobres.
La comunicación política ya no se hace desde le tribuna parlamentaria, ni en las trabajadas páginas de la prensa especializada. Se hace en las redes sociales. No es bueno ni malo, es simplemente así. A nosotros nos toca, pues, la parte más difícil: la de discernir. No se lo van a enseñar en la Universidad, ni hay cursillos on line para aprender a detectar lo que tiene calidad y separarlo de la basura informativa. La inteligencia para filtrar la información la tiene que poner usted. Declárese harto de leer bajo la presunta firma Antonio Fraguas (Forges) el relato que un señor de derechas escribió un día que estaba muy enfadado y denunciaba que nuestros gobernantes no saben inglés: La red hace cosas extrañas.
Donald Trump, cuyo pensamiento político, verdaderamente, cabe en un tuit y le sobran caracteres, puede ganar unas elecciones y gobernar el país más poderoso del mundo valiéndose de un social manager habilidoso y de una aplicación de móvil. Incluso Le Pen le recortaba distancias a todos los demás juntos, resumidos en Macron, a base intoxicar la red con el mensaje delirante de que representa al pueblo. En este mismo momento alguien lo estará dudando camino de las urnas.
Las redes sociales están. Han venido a quedarse y a formar parte de nuestra manera de interpretar lo que sucede. De usted, solo de usted, depende que la verdad que escoja de entre todas las que ponen a su disposición sea realmente una verdad asumible por el pensamiento crítico.
También puede escoger la otra, pero eso no le convierte en nada de lo que se pueda sentir orgulloso. (De que sus hijos se puedan sentir orgullosos olvídese: Si es menor de 20 solo le prestará atención a los youtubers de éxito. Están en la red.)
Redes sociales un gran invento para que se utilizara con conocimiento y control de la informacion, pero por desgracia no es asi, las redes muy utilizadas para mentir y degradar a cualquier bicho viviente, hoy super utilizada por aquell@s cobardes que se escudan a traves del anominato para insultar a todo aquel que puesto delante no tendria cojones a decir, pero es el progreso de la comunicacion no todo va a se bueno pero si se deberia regular una ley que impida y castigue a todo aquel que la utiliza de forma dañina.
bueno Domingo 7 de Mayo dia de la Madre
FELICIDADES A TODAS LAS MADRES
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Creo que la Ley está.
Lo que pasa es que solo se utiliza para penar a los que publican chistes sobre Carrero Blanco, que es lo que realmente preocupa a los Poderes Públicos.
La gente honrada que se ve vituperada en las redes… se jode. Además, si el difamador es suficientemente hábil, convertirá en verdad lo que es mentira. Y un alcalde de pueblo quedará por un chorizo porque no metió en el plan de empleo a uno que, en realidad, no lo necesitaba.
Otra cosa es que hagas un chiste sobre una víctima del terrorismo. Ahí sí que te puedes meter en un lío.
Lo dicho: No son, ni buenas, ni malas. Pero aprender a utilizarlas correctamente no lo enseñan en ningún lado. En la escuela siguen enseñando como en el siglo XVIII, ríos, montes, tablas de multiplicar…
¡Gracias, Juan Carlos! ¡A contestar los WhatsApp de ciudadanos cabreados!
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Que interesante lo que planteas.
Seremos capaces de aprender a pensar por nosotros mismos, sin miedo a invertir tiempo en analizar y contrastar. O preferirnos que nos den enlatada la versión más fácil,?
Si ya no queremos comida basura, por salud física… Es ya tiempo de volver a hábitos saludables en el resto de facetas?
Estás sanos es un concepto global.
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Es verdad: Ponemos extremo cuidado con la comida basura y nos dejamos intoxicar la cabeza sin ningún pudor.
Debemos reconocer que la verdad inventada suele ser más suculenta que la verdad a secas, así que esa ventaja nos lleva. Y las redes la facilitan mucho.
Hábitos saludables en todas las facetas. Y en las intelectuales todavía más. Completamente de acuerdo contigo.
Gracias Inma. Gracias por pensarlo con nosotros por aquí.
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Algunos nos vamos haciendo viejos. La época de leer periódicos empezando por los titulares, siguiendo por la negrita y después el analisis en profundidad…, ya pasó.
En el mejor de los casos, pasamos del titular a una parte de la negrita y ahí nos quedamos.
Lo inmediato, el titular y la mentira repetida machaconamente, hacen relidad lo inventado.
Cuando se creó Gran Hermano, algunos decian que como iba a seguir nadie a un grupo de desconocidos viviendo en una casa. El genio de turno dijo que es la tele la que hace famosa a la gente. No se equivocó. Fue un enorme éxito. Ahora hemos sustituido la tele por las redes sociales pero son estas las que dan fama y verdad.
¿ quien influye mas en la opinión de nuestros hijos? ¿ nosotros o los medios, series, vídeos, etc. ?
Es la cultura y la educación la base de todo.
¿ Y que es lo que mas se han cargado con recortes, privatizaciones, etc?
Habrá que pensar.
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Creo que lo que más influye en la educación de nuestros hijos (en mi caso nietos, que a los hijos los tengo ya educados, y para bien), son los youtubers. Y esto debe ser muy malo.
Tienes razón. No es que vaya uno a la tele porque es persona notable y tiene cosas que contar. Es que vas a la tele y te conviertes en persona notable. Y aunque no tengas nada que contar… lo cuentas.
Y, como en este caso es muy probable que lo que tengan que contar quepa en un twit… Pues hala, ¡a triunfar!
¡Qué hartura de princesas del pueblo diciendo sandeces que pasan por verdades como puños!
¡Qué pequeños nos vamos haciendo según se nos van “facilitando” las cosas de pensar…
¡Un abrazo Pepe! ¡Gracias!
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Y con todo….. nadie se esperaba el resurgir de un «medio viejo» como la TV. Nadie se esparaba el resurgir de la tertulia sin fin …..a modo de salvame de luxe.
Qué viva la radio!!!!!!!
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Bufff
Tertulias que duran cinco horas con tertulianos que no tienen nada que decir que importe a nadie… ¡y petándolo!
Inda y Marhuenda graznando en La Sexta…
Nos hemos hecho viejos, Marc… Me uno: Voy a poner la radio.
¡Gracias!
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Yo lo llamo el 5 poder, antes el 4 era la prensa. Ahora es más importante tener buenos técnicos en redes sociales que buenos políticos, da lo mismo que sea verdad o no lo que se dice lo importante es que se llegue al mayor número de ciudadanos «zombis».
Tengo Twitter y Facebook, pero hace años que no lo uso, solo WhatsApp y sin abusar.
Prefiero leer prensa y contrastar las noticias, leo el país, el mundo, público, okdiario,…
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En eso estamos.
Lo malo es que la prensa tradicional obedece intereses que nos sobrepasan. Esto seguramente siempre fue así, pero ahora está desbocada.
Yo, la verdad, no sé qué es lo que hay que leer para que no te den las noticias opinadas y digeridas. A lo que sí me niego es a informarme en Twitter y, mucho menos, a dejar que me entren mensajes de todo tipo. verdaderos o falsos, buenos o malos… Pero me sorprende como se hacen verdades universales de verdaderas chorradas, cuando no patrañas. Me sorprende y me asusta, porque llegamos a un tiempo en que el valor de las cosas ciertas se aminora. Lo que valen son las cosas que se dan por ciertas. Y eso tiene mucho peligro.
Muchísimas gracias, Antonio. Un fuerte abrazo.
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No tengo criterio sobre el tema. Voy a buscar el tuiter y pongo lo que diga cualquier indocumentado.
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¡Claro!
¿Qué vas tú a saber de tecnologías de la información, Internet y redes y eso? Te recuerdo que lo que sé yo me lo enseñaste tú. ¡Y me va fatal!
Haz eso. Busca en Twitter…
De hecho estoy seguro de que es un asunto que se resuelve en 139 caracteres. Sin agotarlos todos…
Gracias de todas formas…
¡GRACIAS!
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