La línea de flotación

Isabel Díaz Ayuso ha agarrado el canasto de las chufas, se ha puesto en jarras (así como es ella: chulapona) y se ha empezado a soltar por esa boquita todo lo que le ha venido en gana sin reparar (o lo que es peor, reparando) en el daño que pudiera hacer a su partido en un momento en el que la popularidad de su líder está bajo mínimos.

El líder en cuestión, Pablo Casado, el pobre, se ha quedado con dos palmos de narices: comprendía que Ayuso debía haber reaccionado como Cifuentes cuando le estamparon en la cara el vídeo de las cremas (de las que, por cierto, nunca supimos si eran antiedad, a mayor deshonra de la interfecta), dimitiendo con la cabeza gacha y amenazando con hacer lo que jamás haría.

Hablábamos de la nueva política, de los nuevos líderes y de la inconsistencia intelectual que exhiben sin que esto parezca que importe a nadie.

Pero importa.

Más allá de observar un lenguaje políticamente correcto, que ya sabemos que esto es aburridísimo, la ciudadanía tiene derecho a mirar en sus líderes a personas por los que se pueda sentir representada, aunque sienta alejadas sus propuestas.

Los partidos políticos articulan la democracia de la misma manera que los sindicatos vertebran las relaciones entre patronos y trabajadores. Son organizaciones imprescindibles en la vida pública de nuestro tiempo, de tal forma que no se concibe una sociedad moderna sin que existan, coexistan, y cumplan su misión, accediendo limpiamente al poder a medida que la ciudadanía va estimando que unos u otros se acercan más a su forma de comprender los servicios que el Estado debe prestarles o la armonización que programan hacer de la norma escrita con la forma en la que las personas entienden la vida.

Y, más o menos, en esto estábamos.

Es probable que el juego limpio no exista. Es jodido, pero es probable.

En el recuerdo de todos están algunas guarrerías de lesa humanidad (piénsese en cómo Alfonso Guerra, según se cuenta, se cargó a Pilar Miró haciendo correr la especie de que se compraba modelitos con el dinero de RTVE, o en cómo Esperanza Aguirre, siempre según se cuenta, hizo circular aquel vídeo de Cristina Cifuentes mangando unas cremas para sacarla de la Comunidad de Madrid una vez se hubo convertido en una mujer molesta para la organización). Así que se debe comprender que determinadas prácticas mafiosas están aceptadas dentro de un orden en organizaciones tan difíciles de controlar como son estas tan grandes.

¿Mola? No, no mola. Pero sucede. Y, singularmente, se acepta siempre que la ropa sucia se lave en casa y las personas humanas sigamos en la ilusión de que, menos los corruptos, todos los demás son buenos chicos y su mira está puesta en el interés común.

Mearse en la piscina, por resumir, bueno estaría. ¡Pero no desde el trampolín!

La incontinencia política, como la incontinencia verbal, son malas para la salud. Y la indigencia intelectual es mala para todo.

Poner todos los huevos de una comunidad autónoma como Madrid en la cesta de una indigente intelectual como Isabel Díaz Ayuso, tal como ha quedado demostrado patentemente, es un error gravísimo. Utilizar la estructura de un partido político de proyección nacional para buscar cotilleos que tuitear contra una dirigente del propio partido, es una marranería propia, tan solo, de quien no se ha curtido suficientemente en las lides de lo público.

Así que Pablo Casado, el pobre, se la mide con Isabel Díaz Ayuso. Y resulta que Ayuso la tiene más larga.

¡Oh maldición! ¡Y tira contra su partido con el explícito fin de dañarlo y le atiza en toda la línea de flotación!

‘No dañarás al partido que hizo de ti lo que eres’ es el primer mandamiento de la política. Viene aún antes del de honrarás a tu padre y a tu madre. Y quienes los incumplen (pensemos por un momento en Rosa Díez, o en Íñigo Errejón) arden para siempre en el helador infierno de la indiferencia electoral.

Fuera de las grandes organizaciones hace muchísimo frío. Ayuso no es tan grande como para pagarse a sí misma una campaña electoral y emerger desde la nada, con las marranerías que ha hecho con su hermanito en la mochila y con sus solas siglas, hacia el camino de la Moncloa: Ayusistas Unidos por la Libertad Omnímoda de unas Cañas a la Madrileña (AyULoCa’s) no ganaría. Sánchez lo supo entender y, después de la tropelía que le jugó el aparato, planteó su guerra desde las entrañas del propio partido, sin cometer el error de lanzar dardos envenenados en público contra sus jefes políticos. Así que la buena muchacha tiene que rentabilizar su bravuconada dentro de las filas del PP, o en ningún lado.

Y Pablo Casado, el pobre, no saldrá ileso de este envite si no logra sacarse de en medio a la jabata que él mismo alimentó para mantener Madrid, con un coste interno difícil de evaluar. Y si lo logra, perderá Madrid. Calculó mal sus fuerzas, no reparó en el desapego de su rival a las reglas no escritas que rigen la convivencia orgánica y se saltó esas mismas reglas emulando el caso Aguirre contra Cifuentes y sacando a la palestra las cremas robadas que llevaban la marca Tomás García… ¡Ayuso!

Ni al uno ni a la otra el partido les importa un huevo. No digamos ya España, que está en el piso de arriba y que ni la intuyen como responsabilidad presente ni futura.

Un viejo amigo mío que tiraba a hombre rural hubiera exclamado: “¡vaquillas de media obrá!” Que viene a querer decir: ni media hostia tienen estos dos tontines con ínfulas de estadista.

Ahora salvemos el ridículo de Castilla y León con el menor daño posible.

Luego Pablo Casado, el pobre, e Isabel Díaz Ayuso se irán llorando a casa lamiéndose mutuamente las heridas (no es más que una imagen): se saltaron las reglas, pero no habían preparado las reglas del plan “b”. Y ya no sirven.

Menos de 45 años… y abrasados.

El dibujo es de mi hermana Maripepa

Nota al pie: Hoy el verdadero drama no se está viviendo entre Génova y Sol. Se está viviendo en Marín. El naufragio del Villa de Pitanxo es la noticia. Lo que pasa es que hay muy pocas palabras. El más sentido recuerdo para las víctimas rescatadas de las aguas heladas de Terranova. Otro aún más sentido para los que permanecerán para siempre mecidos ya dulcemente por las olas gigantes. Pésame para toda la gente del mar. Un largo silencio in memoriam.


6 respuestas a “La línea de flotación

  1. Casado ha recibido la puntilla, mas que casado el PP , entre las diferencias y peleas de Casado y Ayuso solo queda un ganador ( y no es el Psoe) es el señor Abascal, que estos señores del PP parece no darse cuenta que esas guerrillas de mandato le vienen como anillo al dedo a VOX, que con estas ayudas podremos ver al señor Abascal como Jesus Gil con el caballo imperioso paseandose por la Castellana como sigan en esas formulas vemos al PP no tardando mucho como Ciudadanos.

    Como dices desgracia no es lo que pasa en el PP, desgracia es lo ocurrido en Terranova ese si es una desgracia.

    Buen domingo

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    1. Algún editorial ya flirtea con el sorpaso.

      Qué tremenda irresponsabilidad… El bueno de Abascal debe estar fumándose un puro de esos que Fidel le mandaba a Felipe.

      Es pronto (creo) para predecir las consecuencias de este esperpento, pero regalarle a Vox tantas voluntades a base de descuartizar al que debería ser un partido conservador fuerte y democrático (tan necesario en un sistema político avanzado), es un lujo que solo un par de imbéciles se permitiría.

      Este par de imbéciles van a llevar al país a la desgracia. Y a los paisanos a la melancolía.

      Un abrazo, Carlos.

      Mil gracias por estar cada domingo al quite, a favor o en contra, pero siempre con una opinión fundada que contar.

      GRAICAS

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  2. Hay que contar que la memoria es débil y tiende a construir realidades paralelas.
    Casado, lo más probable, a morir en el congreso del partido, seguramente ante una tercera vía. Ayuso mal dentro del partido, con Casado o sin él, con sombras y dejando claro que no maneja l9s códigos internos de una máquina a de poder. Demasiado peligro para dejarla con el poder nacional en sus manos, demasiado suelta para una visión moderada de la política y un vivero de votos para Vox . Imagino que con CyL habrán tenido suficiente lección.

    Muertos los dos, no se si al tiempo pero no tienen solución…..y fuera de los partidos el ambiente es muy frío para aventuras en solitario.

    Buen día

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    1. Completamente de acuerdo.

      No creo que el PP se pueda permitir el lujo de mantener a ninguno de los dos. Esta guerra era a perder.

      Las bases del PP claman en Madrid contra Casado, el pobre, estos días: votos para Vox. ¿No se habrán dado cuenta del alcance de este monumental lío?

      La derecha quiere guerra, solo guerra, transgresión, Ayuso es perfecta para alimentar ese populismo infantil, se parece mucho a Bolsonaro, con menos barriga.

      Casado, el pobre, no se parece a nadie. Y tanta vaciedad ya es notoria.

      Amortizados.

      Nos merecemos un partido conservador bien armado, ideologizado y sólido. Sin él a esta democracia nuestra le falta una rueda.

      Gracias, amigo. UN ABRAZO ENORME

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  3. Hay poco que rascar aquí.
    Ambos son corruptos.
    Ambos son mentirosos
    Ambos dicen que lo importante es la familia, pero venderían a su madre por el poder.
    Pertenecer a un partido, estar en política, no se puede basar solo en pagar la cuota y ser un buen trepa.
    Estoy absolutamente seguro que ha sido Díaz Ayuso la que ha filtrado toda la información a la prensa. Lo que no dice nada bueno de la prensa.
    A Casado le colocaron la bomba en la mano porque sabían que no iba a llamar al Tedax (la fiscalía anticorrupción) y le han activado la expoleta por control remoto.
    Ese MAR, al que pagamos todos más de cien mil pavos para que Díaz Ayuso trepe, es el muñidor de todo éste lío.
    El mismo día que la CAM compró esas mascarillas a precio de lomo ibérico firmó con otra empresa y sin intermediarios, el mismo número de mascarillas a precio de chopped.
    Qué mueran once marineros es una desgracia, que sus familiares se manifiesten contra el gobierno una estupidez.
    Que todos los días mueran trescientas personas por Covid, casi todos personas sin vacunar, si es una desgracia tremenda.

    Abrazos, feliz domingo.

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    1. Así es. Estos están muertos de verdad y la noticia palidece día a día (también es verdad que manifestarse contra el Gobierno tiene poco o ningún sentido).

      Lo de estos dos, muertos de muerte política no es el drama. Es solo la consecuencia absurda de un modo de hacer política que no tiene reglas, ni decoro, ni vocación de interés general.

      Así nos vamos viendo. No acabará aquí. (Qué más quisiéramos.)

      Un abrazo, amigo. Gracias, como siempre. Muchísimas gracias.

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