No sé si han sido las últimas intervenciones de Vox en el Congreso, la despedida de Macarena Olona citando a Primo de Rivera, la aberración del vicepresidente castellano leonés tratando a una procuradora con discapacidad como si fuera una persona normal, la otra que reivindicaba el piropo español como parte de nuestra idiosincrasia para denostar la lucha feminista, o el numerito que ha montado otro de Vox en la Asamblea de Ceuta insultando a diestro y siniestro e intentando imponerse al compañero del PP.
En fin, que no sé qué ha sido, pero que de repente me he sentido uno más de la Asociación del Rifle, haciendo disparos al aire con un Whinchester, junto a Charlton Heston, en un teatro de Alabama.
Libertad. Esta es la calve.
Porque, bien pensado, las armas no matan. Los que matan son quienes las disparan. Parece una obviedad, pero tiene su miga. Así que la libertad de portar armas, o la libertad de decir majaderías no tiene por qué limitarlas un Estado opresor, como el que gobierna Pedro Sánchez, que solo piensa en mantenernos vivos para que seamos más a pagar impuestos.

Quienes promueven y generan odio tampoco matan. Bramar contra los menores no acompañados o posicionarse públicamente en contra de los gitanos, no puede ni debe ser un delito: es parte de la libertad bien ganada de un pueblo como el estadounidense, y a la que aspira el español, cansado, hastiado, del civismo hipócrita de gobernantes represores que prohíben y prohíben con tal de mantener una suerte de paz impostada a la que, cínicamente, denominan convivencia.
¿Alguien, pues, tiene derecho a escandalizarse cuando un chavalín de 18 ametralla en un colegio?
Hizo uso de su libertad al comprarse dos armas de guerra en un supermercado con solo mostrar su carné de identidad una vez hubo cumplido los 18. Hizo uso de su libertad cuando anunció en las redes sociales que algo muy grande iba a suceder ese mediodía. Hizo uso de su libertad cuando se encaminó protegido con un chaleco antibalas hacia el colegio. ¿Y cuando disparó contra un grupo de niños latinos no? No, no, cuando disparó ya no.
¿Incitar al odio? ¿Dinamitar las instituciones? ¿Acaso es eso matar? ¿Quién tiene derecho a prohibir que una majadera o un majadero diga majaderías en la tribuna de oradores de una cámara legislativa? ¿Acaso cercenaremos también la libertad de expresión? ¿Qué memez es esa de que tu libertad termina donde empieza la de un puñado de niños latinos? ¿A qué mierda de instituciones estoy obligado yo a respetar, cuando ni siquiera sirven para bajarme los impuestos, que es el fin último que el Estado debe perseguir?
(Cagarse en Dios, obviamente, es cosa bien distinta: eso si debemos perseguirlo porque atenta a los sentimientos religiosos y somos muchos, y muy blancos, los que nos sentimos zaheridos con tales expresiones. Vamos, que eso no es libertad, que eso es libertinaje.)
Quiero tener derecho, yo también, a comprar mi arma de guerra, como Olona lo tiene a guerrear en campaña, aunque sea electoral. Yo también quiero tener la libertad de romperlo todo, de boicotear las sesiones de los parlamentos, de bramar contra negros, maricas y feministas.
Quiero disparar mi Winchester junto a Charlton Heston en un campo de fútbol ante el aplauso enfebrecido de la multitud.
Y, sin embargo, de repente tengo miedo.
¿Será que solo servía para esto esa libertad que tan trabajosamente conquistamos?
¿De verdad, en nombre de la libertad, estamos obligados a soportarlo?
(- Perdone ¿y para defender la bandera con alegría?
– Pase al fondo a la derecha.
– ¿Muy a la derecha?
– Mucho.)
El dibujo es de mi hermana Maripepa.
Esta claro que en Estados Unidos eso sigue siendo cosa normal , vamos de machotes, que al ejemplo para Abascal este gana las elecciones prometiendo un rifle para cada uno, yo me pido un cinturón canana y dos revólveres si me lo promete lo voto, os imagináis el congreso con revólveres ? Tiene que ser muy divertido.
Buen domingo
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Piensa que sus señorías tendrían que ganar mucho más dinero por la peligrosidad!
Y luego el dineral que nos tendríamos que gastar los españoles en equipar a diputadas y diputados de sofisticados equipos de seguridad.
Eso sí, como ventaja, no tardando mucho se reduciría drásticamente su número porque, agotados los suplentes, no habría manera de rellenar los escaños.
En fin, yo no lo veo, aunque no me cabe duda de que, si da votos, no tardarán en reivindicar ese nuevo derecho a comprar y portar armas, como los amigos yankees.
¡Libertad!
Un abrazo, amigo. Desde las profundidades de Soria.
Me gustaMe gusta
Digo yo que esas armas que reclama el voxismo son para los españoles de bien, no para la morralla en la que seguro nos inscriben a ti y a mí, a quienes nos hacen un favor dejándonos respirar el aire de SU patria. Y no te extrañe que, en caso de tener poder suficiente, saquen una nueva ley de nacionalidad y acabemos en una lista de enemigos de Ehpaña y nos bendigan con la condición de apátridas. De esta gente hay que esperar siempre lo peor.
Y, ahora, a reconquistar Andalucía, como dice la cunera. Si les dejan, claro.
De la matanza en ese colegio estadounidense las consecuencias serán las habituales. Unas semanas de debate y, después, el olvido hasta que vuelva a suceder lo mismo.
Salud y abrazos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Siempre que me hablan de la reconquista de Granada me pregunto cómo tendremos la cara tan dura, siendo que Granada la fundaron ellos…
Ahora vendrá, sin embargo, la verdadera reconquista, porque Macarena Olona será la sultana Benemerina de todos los reinos del sur y, lo mimo que se viste de flamenca, se colgará los siete velos y nos encandilará con su danza neo-nazi, seductora donde las haya a la vista de los resultados que se intuyen.
Qué futuro tan oscuro se avecina a tierra con tanta luz, tan árabe, tan cristiana, tan soñadora, tan trabajada, tan del mundo.
Estoy pensando ahora que ese carné de apátrida, expedido con todas las garantías de un Estado policial, ese que con tanto mérito nos hemos ganado los dos, no será mala credencial para andar por el mundo que nos dejen. Declarados extranjeros en nuestro propio país (si es que los países fueran de alguien), nos habremos merecido un buen libro y un vaso de vino, sin más aspiración que la de que nos dejen leerlo.
Lo mal que lo van a pasar quienes no aprendieron a leer, dejará de ser asunto nuestro. Como ya casi no lo es. Y el estupor que nos produzca mirar a nuestro alrededor, se curará con el tiempo (y con el vino, y con el libro). Aunque se trate de matanzas de niños latinos perpetradas en nombre de la sagrada libertad de portar tu propia escopeta.
Es nuestro tiempo: nosotros lo hemos fabricado. Nuestros hijos lo van a padecer.
FORTÍSIMO ABRAZO
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lo de la reconquista tiene su cuajo y hay que interpretarlo en sentido literal porque lo que pretenden es reconquistar para el fascismo lo que la democracia les arrebató tras la muerte de Franco.
A terminar bien el domingo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Gloria a la patria!
Lo vamos a ver
Me gustaLe gusta a 1 persona