Más que dos de veintidós

Shakira, que es una señora que canta y defrauda al Fisco, le ha escrito una canción a Piqué, que es un señor que juega a la pelota y, por lo que se ve, le pone los cuernos. Está muy enfadada.

Las hordas de Bolsonaro han invadido las instituciones brasileñas, al más puro estilo Trump, porque han perdido las elecciones contra Lula y les ha sentado regular.

Castilla y León ha diseñado un habilísimo procedimiento antiabortista consistente en demostrar a las señoras que no quieren parir que son unas zorras del infierno porque lo que llevan dentro de sus entrañas es un bebé monísimo los latidos de cuyo corazón se escuchan al ritmo de ‘te quiero mamá’ y en la ecografía en cuatro dimensiones (¿cuatro?) que les ofrecen se intuye como sus ojitos de feto la miran con devoción.

Y de todas estas ¿cuál cree usted que es la noticia que ha causado sensación?

En efecto, la canción de Shakira (esa señora que canta) tiene en el momento de escribir estas líneas, menos de 48 horas después de aparecer en las redes, más de ciento cincuenta millones de visualizaciones. CIENTO CINCUENTA MILLONES.

¿Quiere acaso esto decir que estamos en una sociedad de tarados?

Sí. Eso es lo que quiere decir.

¿La sociedades taradas eligen a gobernantes tarados? O, preguntado de otro modo, ¿cómo de tarado ha de estar un aspirante a gobernar para que una sociedad de tarados lo elija para regir sus destinos?

Los politólogos lo medirán.

Eso sí, mostrar abiertamente las taras e, incluso, hacer gala de las muchas con las que uno se adorna, no es que ya no ruborice, sino que los asesores de comunicación lo recomiendan vivamente a sus asesorados como garantía de éxito.

Así, el bueno de Núñez Feijoo (al que pronto podremos apellidar ‘el breve’, Dios lo haga), reaccionó al esperpento del asalto a las instituciones brasileñas liderado por Jair Bolsonaro (al perder el poder) lamentando que en España se hubiera abolido el delito de sedición, en aplaudida muestra pública del trastorno obsesivo compulsivo que padece y que, se diría, le llena de sabañones la parte de pensar (que tiene que no ser enorme) cuando se acuerda de que su partido permanece en la oposición contraviniendo los designios del Señor. Sobre la monstruosidad que supone el hecho en sí mismo, poco que decir. En realidad ignoramos que le parezca una monstruosidad.

Porque a Alberto Núñez Feijóo, como a Jair Bolsonaro, como a Donald Trump, como al extinto Pablo Casado (el pobre), las instituciones le importan un huevo (piénsese en los más de cuatro años de secuestro del Poder Judicial) cuando no las gobierna él mismo. ¿Le mermará eso un ápice de credibilidad? ¡No! Una sociedad que busca ciento cincuenta millones de veces ¡en 48 horas! una canción como esta de la que hablamos no está para analizar las insensateces de ‘Cuca’ Gamarra o de su jefe de filas.

Y los botones de muestra dan ya para una sotana de aquellas. Aquí tienen a Fernández Mañueco asistiendo impasible a como su vicepresidente Juan García Gallardo juega a El cuento de la criada sin que la sociedad castellano-leonesa pueda hacer otra cosa que abrir mucho los ojos mientras escuchan la canción de Shakira (ya sabe, esta que canta que se la ha escrito al muchachito que juega a pelota y le pone los cuernos).

Porque los vídeos de la toma de las instituciones brasileñas, los esperpentos con los que Núñez Feijóo insulta nuestra inteligencia o las majaderías habladas o escritas de García Gallardo, no tienen ciento cincuenta millones de visualizaciones. Se lo aseguro.

La ultraderecha nos explica sin rubor alguno dos cosas a saber: una que no creen en la soberanía popular (una molestia, oiga). La otra que no le gustan un pelo las cosillas estas de los derechos individuales. Y así les pasa que cuando pierden montan unos pollos de padre y muy señor mío. Y cuando ganan, montan unos pollos de padre y muy señor mío.

Entre tanto, Shakira sigue haciendo las delicias de esta sociedad tarada porque, efectivamente, ella vale más que dos de veintidós.

El dibujo es de mi hermana Maripepa.


12 respuestas a “Más que dos de veintidós

  1. Esta totalmente claro, estamos en una sociedad de muchos tarados, yo no entiendo ni entendere nunca que seamos tan bobos que visualicemos temas basura, que se enriquezcan personas como sakira contando sus intimidades , que si cambiamos a los señores piquet y compañia ¿ como podemos pagar una entrada de futbol millonaria? ¿como podemos pagar una bufanda del equipo como si fuese la salvacion de la vida? ¿ como podemos ser tan estupidos? pido perdon de antemano aquellos seguidores de pensaba por aqui que hagan esto mismo pero es que lo veo tan absurdo, que le demos ese valor tanto a cantantes como sakira y otros similares o a futbolistas, que se valore a un señor que esta en primera linea de juego que le pasan el resto de jugadores la pelota y como es habil mete gol, quien tiene mas merito el que lo mete o aquellos que se lo ponen a huevo, pues eso, y si nos vamos al tema politico, votantes de vox y compañia, totalmente claro estamos en una sociedad de tarados.

    Le gusta a 1 persona

    1. Mi padre llamaba a aquello ‘la ley de la oferta y la demanda’ y me hacía entender que, si a mucha gente le gustaba y vendía muchas camisetas, el jugador era rentable por mucho que le pagaran. Entenderlo lo entendí. Lo que no llegué a comprender nunca es cómo un señor que juega a la pelota puede generar, el solo, un mercado mundial. Pero así es.

      Y tan es así que cuando uno de estos chicos vende su vida privada (yo también la vendería si alguien pagara por ella, pero me temo que la mía es muy aburrida), el asunto se convierte en noticia nacional y adquiere infinita más relevancia que las cosas verdaderamente relevantes.

      ¿Tarados? ¡Tarados!

      ¡Gracias, amigo! Un abrazo fuerte.

      Me gusta

  2. Los dibujos de Maripepa siempre me llaman la atención, domingo tras domingo, me encantan pero el de hoy … el de hoy me embelesa. ¿Seré un tarado más?
    No quiero caer en la trampa, como el amigo Moraleda («perdóname»), y hablar de cantantes y futbolistas (no hay mayor aficionado al fútbol que yo y me acabo de borrar de Movistar y Dazn, no estoy dispuesto a seguir pagando más y más y más, son insaciables y me van a arruinar).
    Opio para el pueblo ha habido siempre, solo cambia en la forma. «No mires arriba» es una sátira de visionado recomendable, no por su calidad cinematográfica sino por su acierto en la crítica: mundo de tarados, incapaces de atender a lo que importa, fáciles de distraer.
    Pero tendremos que hacer autocrítica, cosa sana siempre. Yo no paro de preguntarme qué hemos hecho tan mal, cómo hemos sido tan frívolos en la educación de quienes nos siguen, era responsabilidad nuestra. Es, aún estamos aquí. ¿Cómo es posible que los jóvenes y no tan jóvenes estén tan despreocupados por cosas tan graves como lo de USA, Brasil, Ucrania, Irán, Afganistán … Castilla León? ¿Hablamos con ellos?
    Tenemos que hablar, tenemos que provocar su interés, necesitamos que piensen, que mediten las cosas y que tomen posición. No se trata de adoctrinar. Los que pensamos por aquí llevamos en nuestras venas gotas de sangre jacobina pero nuestro verso debe brotar de manantial sereno. Qué grande, Machado.

    Le gusta a 1 persona

    1. …Y más que hombres al uso que saben su doctrina, somos, en el buen sentido de la palabra… ¡buenos!

      Gracias por traerlo, siempre alegra los ojos.

      La verdad es que me pasa como a ti, que no dejo de preguntarme cómo coño hemos podido llegar hasta aquí. Y me desperezo pensando en que igual no hemos sido nosotros, porque también los de nuestra edad escuchan en bucle cosas imposibles y les dan credibilidad o, incluso, importancia.

      Por lo que se ve no se puede ser joven y no estar en TikTok, lo que indiscutiblemente quiere decir que somos viejos. Y en TikTok no sé si cabe el pensamiento.

      ¿Que qué hacemos ahora? Pues… ¡ni puta idea!

      Seguir contándolo, seguir insistiendo, seguir interpretando y ser, en el buen sentido de la palabra, buenos.

      Un abrazo fuerte, señor sin mote

      Le gusta a 1 persona

  3. Pues mira, la canción esa de Shakira no la he escuchado; creo que, con esta mujer, no he pasado del Waku Waku y tampoco pierdo el sueño por eso. Estos días la peña anda preparando la manifa contra Sánchez, que mira que le han cogido gustirrinín a la calle… Hoy casi me atraganto escuchando a un tipo (periodista andaluz él) que publicitaba la concentración contra «el gobierno socialcomunista, separatista y filoetarra» diciendo que, como no «descabalguemos a este gobierno traidor» acabaremos en una dictadura totalitaria como… «la que ya tuvimos de 1931 a 1936«. Con dos cojones. ¿Decías algo de tarados, Justo?

    Salud.

    Le gusta a 2 personas

    1. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

      Magnífica comparación.

      ¡Venga! ¡Vamos a por esa dictadura totalitaria como la que tuvimos de 1931 a 1936! (y a ver si en este viaje sabemos evitar al fascismo y la dejamos avanzar).

      ¡Qué cosas hay que oír!

      Gracias, amigo. Un abrazo muy fuerte. Y no lo dejes: vamos a por esa dictadura y de paso restauramos la Institución Libre de Enseñanza, aunque no podamos resucitar a los asesinados por pertenecer a ella.

      Le gusta a 1 persona

  4. Puestos a elegir entre los tarados que no reaccionan y los tarados reaccionarios que nos trae «Una mirada …» prefiero a los primeros. Difícil está la elección pero … Jajajajaja, capaces son los segundos de hacerme mirar con benevolencia a los primeros. Está chunguilla la cosa.

    Le gusta a 1 persona

  5. El tararismo se pega cual virus , el waka waka es otro virus? Saldrán variantes de ello?
    No entiendo nada, menos mal que tu algo, más bien mucho me has aclarado.
    🤗 abrazote
    Ah! y totalmente de acuerdo con Sinmote, el dibujo de Pepa, genial.

    Le gusta a 1 persona

    1. Pepa es total! Parece que es la única que sí lo entiende.

      Y sí: el waka waka de los cojones es una subvariante del kraken, por lo que se ve. Es altamente contagiosa y te deja gilipollas.

      Besos y besos y besos

      Me gusta

Replica a Chelines Cancelar la respuesta