Lo que dice Aznar, al que hay que seguir porque representa todo aquello de lo que hay que abominar para considerarse una persona de bien (un español de bien para usar sus propios términos), es que la reacción de los obispos catalanes y de la patronal es de apuntar y recordar.
¿Acojona o no acojona?

También dice, con ese gesto insolente que invita al bofetón, que el PSOE viene llegando al poder por caminos espurios cada vez que se lo arrebata al Partido Popular. Y dice que hay que cumplir la ley, porque lo contrario de cumplirla es incumplirla (¿verdad?). Lo que no dice es a quién indultó su Gobierno, ni si cuando él indultaba también consideraba que incumplía la ley.
Estas construcciones de mentiras y medias mentiras le funcionan muy bien al presidente Aznar. Y tienen magnífica acogida entre su público. Sirven para tratar de deslegitimar lo que es legítimo.
Lo que dice Casado (el pobre) es difícil de repetir incluso para mí, que no le hurto al lenguaje las palabras malsonantes cuando las juzgo en contexto. Casado (el pobre) dice traición, insulto, golpe de Estado, abominación, judías con perdiz, blasfemia, delito de lesa humanidad… yo qué sé.
Abascal (al que importa nombrar porque lidera la tercera fuerza política del Estado, no porque diga nada que instruya lo más mínimo al respetable), dice patria. ¡Qué hermosura! ¡Patria! Y en este concepto engloba valores (patrios) que conducen al medievo y condenas (también patrias) para todos aquellos que nos han sacado de sus fauces. Henchido como un pavo (o acaso con la chaquetita dos tallas más pequeña), entona ardores guerreros y pomporrutas imperiales, vomita odio contra todo aquello que no comprende (que abarca tanto).
Arrimadas dice que no es un indulto, que es un insulto, porque le encantan los ripios. Solo que no se lo dice a nadie.
Y luego ya está lo que realmente pasa.
Pasa que este viernes ha entrado en vigor la ley que garantiza el derecho a procurarse una muerte digna. El otro día se aprobó la de protección integral de la infancia, está en ciernes la de transexualidad. Pasa que ayer dejó de ser obligatorio el uso de la mascarilla en el exterior, porque más de la mitad de la población, en un tiempo record, tiene al menos una dosis de vacuna en su cuerpo.
Pasa que las terrazas están petadas, que las empresas de construcción no dan abasto, y las de reformas te dan fecha para noviembre si tienes suerte. Los comercios llenos, las grandes superficies llenas. Las discotecas han vuelto a abrir también, se están celebrando conciertos controlados y la temporada que viene la peña podrá ir al fútbol.
Pasa que el salario mínimo interprofesional se acerca a pasos grandes a valores dignos y que el ingreso mínimo vital se ha hecho una realidad, por más que esté mal preparada la burocracia estatal para gestionarlo con fluidez. Que el fantástico (y carísimo) invento de los ERTE ha hecho soportables para muchos los efectos de una enfermedad que nos obligó a cerrar el mundo.
Pasa que están llegando no sé cuantos cientos de miles de millones a España, que el Gobierno, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y el sector privado, se van a gastar en una estrategia que ha sido bendecida y aplaudida por la Unión Europea, a pesar de los esfuerzos de Casado (el pobre) en Bruselas, de paralizar estas remesas.
Pasa que los políticos independentistas presos ya no están presos y que, a lo mejor, esto (que no hace daño a nadie) propicia un cambio, aunque sea leve, en las relaciones de la Generalitat con el Gobierno de España.
De manera que, echando un vistazo, resulta que ese clima irrespirable del que cada minuto nos dan cuenta informativos, redes y tertulias, en realidad no está. Esa ficción de crisis de valores, de rompimiento de España, de calamidad pública, de estrépito, no es más que eso, una ficción.
Pasa que, con todo, estamos capeando este temporal de mar muy gruesa con una dignidad que nadie se esperaba. Y a pesar de todo.
Y esto es lo irrespirable, este es el odio, esta es la bilis: no lo pueden soportar.
Así que vamos a estar o no de acuerdo con los indultos (esos que dice Arrimadas que son un insulto y Aznar que ofenden a todos los españoles, como si el sujeto encarnara en su esencia la verdad de universo), vamos a criticar la falta de agilidad del Gobierno en la tramitación de los ERTE, vamos a enfadarnos mucho con la subida de la luz, a estar muy pendientes de las familias que lo están pasando mal, vamos a estar o no dispuestos a que se nos practique la eutanasia o a defender unas u otras posiciones respecto a la libre elección del sexo de las personas…
Pero no nos vamos a rasgar las vestiduras.
Porque esta construcción de mentiras y medias mentiras con la que nos desencajan no se hará verdad a base de repetirlas por miles de veces, pero sí habrá quien la compre y se sienta confortable en el discurso de la ‘vuelta a las esencias’: era tan sencillo todo… aquel orden de sacristías y partido único, de represión, de brazos en alto. Entonces involucionas y pasan las cosas que nunca debieron pasar (como el Brexit), y entonces los pasos atrás son difíciles de controlar.
Así que no vamos a salir a la calle con cacerolas y banderas gritando ¡libertad! No vamos a decir más que el Gobierno nos ha conducido al séptimo círculo del infierno (la herejía), arrastrados por el octavo (la violencia) de la mano del noveno (el fraude). No nos vamos a rasgar las vestiduras.
Por lo menos, yo no.
El dibujo es de mi hermana Maripepa.
Eso de las mentiras es comun en el partido popular y en cualquier otro que no sea el que manda
la mentira el los partidos politicos es un arama mas para conseguir votos engañando a la gente, la mentira es tan antigua como la prostitucion, lo que pasa que ahora con tanta informacion y redes sociales se triplica, y por eso mismo como tenemos redes sociales y hemeroteca podemos contrastar y descubrir la mentira.
Lo positivo suena menos por que solo es uno el que lo hace y lo dice , aqui la oposicion no le interesa , tiene que tratar de tapar con mentiras esa buena decision como la eutanasia que lo veo primordial y urgente, nadie puede quitarle a una persona muerta en vida el deso de dejar de sufrir.
Es cierto que todo va poco a poco normalizandose, pero en mi opinion las mascarilla de deberia haber dejado hasta pasado el verano, no pasa nada por llevarla puesta, es preferible eso al contagio,
Sobre los indultos ¿puede ser una medida acertada? yo lo dudo, no veo claro el papel del presidente cuando unos de los que mas se meten con el sobre la concesion del indulto, son los indultados y sus esbirros, no puede decir el señor Rufian que ha concedido los indultos para seguir sentado en la silla, lo siento no estoy de acuerdo, espero estar equivocado.
buen domingo
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Perfectamente lícito estar a favor o estar en contra.
Esta es una decisión arriesgada y produce y debe producir un debate en la sociedad que es tan sano como cualquier otro.
Lo que me escandaliza de esto es lo subidísimo de los argumentos, cuando lo estamos considerando como una traición a la patria, un acto antijurídico una vulneración de los derechos humanos… y no es más que una decisión, perfectamente ajustada a Derecho, que políticamente podemos considerar acertada o desacertada.
Eso es lo que me escandaliza de la actitud vergonzosa de nuestra derecha: no los critican por su oportunidad: mienten, mienten y mienten, pretendiendo que Sánchez se ha saltado la Ley por su propio beneficio.
Mentira. Ya está: mentira. Necesitan mentir para desacreditar. Se han quedado sin argumentos y mienten.
Eso es lo que me escandaliza.
Un abrazo enorme, amigo.
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Todo en política es discutible, y en democracia más.
¿Es el momento de las mascarillas o no? ¿Sirven los indultos? ¿Hay que ampliar los ERTES?….. Todo es discutible. Eso nos hará avanzar.
No 1ue no cabe es la descalificación, el insulto… Y desde luego no caben las amenazas ni al gobierno legítimo, ni, aunque quepan todas las críticas, a, por ejemplo, empresarios o curas.
Menos desde luego de quien fue capaz de mandar seres humanos al matadero con los pies encima de una mesa y con un ridículo acento texano (¿o tejano?.
Buen día
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Y menos de él, sí.
Poner en peligro la institucionalidad con tal de ganar el poder es eso que creíamos que solo Trump iba a poder hacer.
La bajeza moral de este público es deleznable, como los personajes que lo encarnan.
Me preguntó qué coño será lo que produce tanta simpatía en el electorado.
Serán las ganas de romperlo todo. No sospechan a dónde conduce romperlo todo.
Un abrazo, amigo.
GRACIAS
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Está visto que una mala mentira es muy rentable. La prueba es que el 11M sigue dando juego, Aznar, Feijóo…
Y después de todo eso que has relatado qué pasará, el PP ganará las elecciones y gobernará con la ayuda de vox, cuánta más corrupción, latrocinio, mentiras y uso del estado en su beneficio particular tengan, más se unirán sus afines, más sostendrán sus burdas mentiras como un mantra.
Hasta tú te creiste que Pablo Iglesias era tóxico para la política.
Así consiguen que un pobre pringado que trabaja 15 horas en un bar con un día de descanso por 800 € , llegue mamado a su casa, vea un vídeo encapsulado que dice que «el coletas» tiene un casoplón de 2.000 metros mientras que a él le sube la luz (un tipejo que gana 12 millones al año y está imputado por espiar a otros empresarios) pero la culpa es «del coletas» que llevaba en su programa electoral crear una central elèctrica pública.
No entendía lo de la ley trans y las feministas. Ayer vi una serie de hilos hablando del tema, al parecer esas feministas protestan porque una persona trans en una oposición para bombero tendría más capacidad física.
Bueno.. yo trabajé en el Eurobasket femenino de 1987. Allí había jugadoras que si a mí, que mido 1,85, me da una bofetada con la mano abierta, me desplaza diez metros dando vueltas.
No creo que una persona trans, que no siente el sexo en que ha nacido, haya tomado ninguna decisión, es lo que es, igual que yo no he tenido que plantearme ser hombre y hetero.
Todo es puro postureo, como se dice ahora, hace falta aventar mucho la parva para separar la paja del grano y eso es mucho trabajo.
Ayer vi a un rayder saliendo disparado de
una churrería. Ese es el espíritu, que te lo den todo fácil.
Feliz domingo, abrazos.
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Que Pablo Iglesias era tóxico para la política se lo creyó hasta él. Pero esa discusión la tendremos en otro momento, por otro post, o tomando una cañas. Por resumir, nunca me molestó que tuviera una casa de 600.000, pero no le perdono que se la comprara después de haber ganado una elecciones diciendo que jamás se compraría una casa de 600.000. Esas cosas, en la izquierda, abren heridas difíciles de cerrar.
Las mentiras que se han contado sobre Pablo Iglesias forman parte de esa construcción de la que hablamos. Muchas y muy tóxicas, seguidas fanáticamente por quienes necesitaban oírlas para justificar su odio.
De esto hablamos. Precisamente de esto hablamos. ¿Opiniones? ¡Pues claro! A favor y en contra… Así avanzamos.
Gracias, amigo. ¡Avancemos!
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Folklorismo cotidiano, don Justo. Me refiero a las andanzas verbales de los de Escucha, oh Patria, nuestra aflicción. Fíjese que a mí el PSOE no me gusta en absoluto, pero cuando leo/escucho a la peña del otro lado me dan ganas de hacerle la ola a Pedro Sánchez, aunque solo sea por tirar p’alante con ese lastre cansino de guardianes de las esencias patrias que enmarranan el día a día.
¿Los indultos? Pues que estaban cantados desde antes de la entrada en prisión. A las ideas no se les pueden poner rejas salvo que vayan acompañadas de delitos más tangibles, como malversación de fondos públicos, que creo que también hubo acusaciones en ese sentido. No me van los nacionalismos, sean de donde sean, pero creo en la libertad de cada cual para vocear y luchar por lo que le sea más propicio, aunque a la vista está que el nacionalismo periférico no pasa de ser una manera de sacar perras del fondo común; resulta más ventajosa económicamente la arenga que la independencia.
Cordialidades y a empezar con ánimo la semana.
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Estos del ‘escucha oh patria nuestra aflicción’ creo que no están afligidos en absoluto, sino más bien desesperados al ver a una sociedad más o menos tranquila, caminar hacia la inmunidad respecto a la pandemia, hacia la capacidad de elegir su propia muerte, hacia la posibilidad de manifestar sus ideas sin que nadie los meta en la cárcel o la de elegir su sexo sin más dificultades que las que ya la biología impone.
Están muy desesperados. Se les va de las manos.
No es que Sánchez me caiga especialmente bien, pero… ¡qué bien van saliendo las cosas a pesar de todo! y, como bien dices, escuchar lo que hay enfrente… eso sí que es tedioso…
No nos engañemos. A estos los insultos les importan un huevo. Son solo una excusa más para quemarse a lo bonzo en la plaza pública al grito de ¡¡Anatema!!
Muchísimas gracias, amigo.
Fortísimo abrazo.
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