Pobre Casado, el pobre

Los acontecimientos son crueles. Lo vemos estos días con una guerra a las puertas de casa que nadie sabe bien como acabará. Ucrania lo eclipsa todo pero, mientras esperamos un desenlace que nos devuelva el alma al cuerpo, se libran otras batallas (menores) que también dejan víctimas por el camino. La realidad es cruel, la política también.

Las jóvenes promesas eran muy jóvenes (y no eran muy listos). Aquella nueva política ha muerto, enterrada por sus propios espejismos: ni cielo que asaltar, ni terceras vías que transitar como el simple de Albert Rivera pretendió hacernos creer.

Nos hicieron soñar con el cielo y el cielo era una capa de ozono que se descomponía por encima de la espesura de CO2 que cubría el mundo. Y no era de los coches.

Van desapareciendo los muchachos “Nivea for Men” de la política española. Pablo Casado, el pobre, ha sido el último, devorado por las fauces del trumpismo que se impone en el mundo y que en España se extiende desde Madrid como una mancha imparable de aquel chapapote que inundó las costas de Galicia.

Y desde Galicia llega (otra vez) la solución a los males de la patria. Severo, adusto, con los ojos entornados y los pecados del partido sobre las espaldas, Núñez Feijóo se hace carne y se viene a habitar entre nosotros.

No viene del futuro según se anunciaba en no sé qué marca de detergente milagro, sino del pasado, zanjando la disputa con una fórmula convencional en la evolución lógica del PP: Fraga, Aznar, Rajoy, Feijoó… para recordarnos que la ilusión no existe, que la cosa era muy seria y que hay que volver a los clásicos esquemas de desarrollo, nudo y desenlace, donde el desarrollo había sido una quimera, el nudo está muy prieto y el desenlace a evitar es que Vox se convierta en la segunda fuerza política del Estado y alternativa de Gobierno por mor del sorpasso que ya todo el mundo atisba en un tiempo no tan lejano.

La ausencia de estrategia también produce monstruos. Feijóo anuncia entre llanto que vale, que se presenta, que se sabe la única salvación para el partido, y se siente como la teniente Ripley sosteniendo la mirada al octavo pasajero de fauces monstruosas que amenaza con acabar desde dentro con la maltrecha tripulación de una nave a la deriva.

Ayuso ha dicho que la virgen de Atocha también era una mujer. Bueno, ha dicho alguna cosa más, pero de la misma relevancia intelectual. Lo ha dicho porque alguien ha pensado en ponerle a las estaciones de ferrocarril nombres de mujer, y ella ha pensado que qué más mujer que una que, además, era virgen, probado como está que Almudena Grandes (el nombre propuesto para la de Atocha) no lo era.

Lo ha dicho.

También ha dicho que todos los que han osado levantarse contra ella deben tener una muerte dolorosa y lenta, porque la sola dimisión de Pablo Casado, el pobre, le sabe como a poco. Lo quiere vuelta y vuelta en las mismas parrillas de San Lorenzo y no solo a él: a él y a todo el séquito traicionero que levantó la mano en contra de quien les traía de comer.

MAR de fondo. MAR de fondo.

Así que, aparte del tenebroso drama de Ucrania, que ya veremos por qué senderos nos arrastra, nos enfrentamos en lo doméstico a una realidad desconocida dentro de la derecha española, que abraza el populismo ramplón (y eficientísimo electoralmente), pero se hace liderar por el rancio pragmatismo gallego de la vuelta a los orígenes (cuya eficiencia electoral, al menos en el territorio, está igualmente probada).

El cómo de la convivencia entre dos estilos tan dispares de entender la política lo descubriremos pronto. El cómo de la convivencia de un jefe con quién, en un solo movimiento quirúrgico, es capaz de decapitar a un jefe, también lo descubriremos pronto. El cómo de batallar ultraderecha contra ultraderecha en las bancadas del Congreso de los Diputados, lo descubriremos pronto. ¿Nos va a sorprender Feijóo? ¿Qué sorpresas nos depara este perfil clásico de la derecha española? ¿Sabrá detener a Ayuso en su cruzada nacional? Tiene que frenar a Vox ¿cómo lo va a hacer sin derechizar su discurso? ¿Cómo va a hacer para recuperar para el PP a los votantes de extrema derecha sin perder su perfil de moderación?

Díaz Ayuso ha ganado una batalla de muy corto alcance. La guerra que se está librando en este momento (y en todas las partes del mundo) no es entre la izquierda y la derecha. Pelean el nacionalpopulismo contra la democracia.

Da mucho miedo pensar en quién va ganando.


6 respuestas a “Pobre Casado, el pobre

  1. los chicos jovenes se endiosaron y cayeron en su error, Ribera podia haber sido vicepresidente y ahora esta en paro, casado podia haber sido mas listo y seguiria siendo lider del PP pero eso niñatos con poco cerebro, pero tenemos siempre el recurso de los mas mayores y sobre todo si son de Galicia mejor , debe ser que en el PP no hay gente con conocimento en toda España, pero creo bajo mi punto de vista que este señor va a estabilizar la politica española y va a frenar a los aprovechados como VOX , Ciudadanos y Podemos, creo seria una buena medida ahora nos queda ver a el otro niñato si reacciona correctamente y se aparta de su oposicion interna, que como la deje va a ser un modelo Ayuso, espero que despierte segun mi parecer, que seguro no compartimos pero asi es la vida cada uno piensa de forma diferente aunque en la cuestion principal si coincidimos.

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    1. Se diría que el PP vuelve a los patrones clásicos y renuncia al postureo de los niños que dan bien en la foto. No está mal como colofón a esta aventura por la nueva política que nos ha dejado el período de inestabilidad más preocupante que recordamos en democracia, guisada con pandemias, crisis, guerras…

      Un poco de templanza y hacer bueno aquello de que no todo vale en política, que las consecuencias, finalmente, las pagamos todos.

      La era Feijóo, toda una incógnita. La iremos viviendo.

      ¡FUERTE ABRAZO!

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  2. Ucrania, Europa le paga a Rusia cien mil millones al año en gas y petróleo, ayer cuando era un dictador que asesinaba a sus opositores, hoy que ha invadido Ucrania asesinando a civiles y mañana, ya con el «conflicto» cosificado, como tantos otros.
    Mientras, nadie le va a decir al sátrapa de Marruecos que se la envaine y reactive el gaseoducto que viene de Argel y… calladito que todo lo que ha robado lo tiene fuera de Marruecos y le pueden dejar en chilaba y babuchas. Pero no… el «aliado y amigo» del tío Sam nunca hará eso.
    Y tanta OTAN y tanto armamento nuclear. Mientras Putin nos amenaza a todos, esa OTAN y todos sus misiles deberían apuntar a esos paraísos fiscales y decirles: empieza a vaciar cuentas y a transferir o…..
    Así si se acababa el conflicto, no enviando una AK-47 hecha en Polonia y dos cargadores a un señor que hace una semana estaba fileteando pechugas de pollo y esa es su única experiencia con armas.
    En cuanto al nuevo gallego que nos va a caer viene con un ejemplar de farinha de Nacho Carretero bajo el brazo.
    A Tomás, que ha pasado dos nochebuenas y dos navidades con su super hermana la presidenta. Con tanto polvorón y fruta escarchada se le olvidó comentar que había trincado una super comisión gracias a los aviones donde ella se hacía selfies.
    Vamos… qué, todas, todos y todes somos gilipollas.
    Casado, ya amortizado, en cuanto Feijoo ocupe el trono que por derecho de derechas legítimamente le corresponde, se verá premiado con algún carguito a lo Abascal de 120.000 al año más privilegios, dietas, carro con chófer y dos escoltas.
    Feijóo negociará con el PSOE, que para eso son partidos institucionales, el resto son basura morada que se niegan a dar las gracias al rey emérito por no haber vaciado el Banco de España y el de Santander. O quizás sean ideas para el actual que sin solución de continuidad disfruta de los mismos privilegios constitucionales.
    Estamos muy bien.
    Feliz domingo, abrazos.

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    1. Parecería que andásemos a la busca de aquel viejo orden en el que la gente de bien campaba por sus respetos navegando sobre el alcantarillado en perfecta armonía.

      Lástima que el nuevo orden no haya sabido estar a la altura de las circunstancias y, en lugar de denunciar con un análisis certero de la realidad, hasta levantar las tapas de las alcantarillas y apestar, no se hayan dedicado ha hacer correr las aguas fecales y a sustituirla por agua más limpia. Porque no se trataba solo de denunciar y entorpecer: a ningún lado bueno ha llevado, sino de resolver y avanzar haciendo de la política el lugar limpio y de progreso que todos anhelábamos.

      ‘Nosotros, los de entonces…’ sí parecemos los mismos.

      Reyes, abascales y feijóoes, pútines y ayusos, paraísos fiscales y otras miserias.

      Pero ¿qué hacemos, Javier?

      Abrazar el populismo no ha funcionado. Sujetar regímenes abominables para garantizarnos el gas, no ha funcionado. Soportar la indignidad de los paraísos fiscales, no ha funcionado.

      ¿En qué equilibrio conseguiremos que nuestros coches sigan contaminando o consumiendo combustibles fósiles, que nuestros móviles funcionen en 5G o que nuestras vacaciones nos sigan permitiendo viajar al extranjero? Una nevera de calificación 4A no ha resuelto el problema.

      Pagamos nuestros pecados. El rey sigue siendo el rey. Abascal sube, Yolanda Díaz es una incógnita. ¿Qué vamos a hacer tú y yo esta mañana?

      Feijóo no ganará la liga. El Atlético de Madrid, tampoco.

      Un abrazo muy fuerte.

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      1. Tú no sé, yo unas alcachofas buenísimas con ternera de la que se cría frente a mi casa. Carne que no necesita campañas institucionales, anti Garzón, que da vergüenza oírlo en cadenas de radio como La Ser.
        Seguimos para bingo.
        Un abrazo.

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